La vie en rose

¿Qué tiene este Sporting Cristal que encandila en un tiempo y asusta en el otro?
A Cristal le fueron suficientes 20 minutos para noquear a un Sport Boys. A Boys no le alcanzaron los 45 minutos que Cristal jugó pensando más en irse a descansar para arañar aunque sea un empate.

A Sporting Cristal le fueron suficientes 20 minutos para noquear a Sport Boys. A Boys no le alcanzaron los 45 minutos que Cristal jugó pensando más en irse a descansar para arañar aunque sea un empate. En un estadio Miguel Grau, que si de algo sabe es de triunfos cerveceros ante el local, Martín Cauteruccio apareció dos veces para ahuyentar del recuerdo celeste el fantasma de César Pereyra quien, hace siete años, también empezó el campeonato anotando un hat trick antes de perderse en la intrascendencia.

¿Qué tiene este Sporting Cristal que encandila en un tiempo y asusta en el otro? Si ante ADT el primer tiempo alcanzó para que los hinchas creen sus propias nubes que amenazaban con tormenta, el segundo tiempo contra Boys nos desinfló la sonrisa de goleada y nos llevó a pensar que hay aún mucho que corregir.

Y es que aún hay mucho que corregir. Enderson Moreira, que en las conferencias se muere por poder desarrollar ideas en su portugués nativo pero debe morderse los labios y limitarse a lanzar ideas simples en proto-portuñol porque tiene miedo que los periodistas no le entiendan, recién ha encadenado 4 partidos y es evidente que todavía no ha llegado a una versión de Cristal que lo deje satisfecho. No obstante, se nota bastante de su mano: en la formación inicial, en las variaciones al atacar y defender, en la forma de encarar los partidos, en los mecanismos para resolver jugadas. El Cristal de Moreira brilla porque está nuevo pero deja ver sus costuras porque todavía está en fase de hilvanado y aún no se ponen los puntos definitivos para que el traje esté listo. Nos queda mucho por ver aún porque la idea que queda es que este Cristal está en fase de crisálida. Hay que esperar que la metamorfosis se complete.

Y mientras eso pasa es bueno no dejar puntos regados en canchas de dónde siempre hay que recogerlos. Los cuatro puntos que el año pasado dejamos sin recoger en los dos partidos contra Sport Boys nos costaron no jugar los play-offs. No se debe perder de vista que los torneos se ganan sumando puntos y que todos los puntos son importantes, no sólo los que se disputen contra los compadres. A veces son más importantes estos puntos, los que se disputan contra los rivales que, en el papel, no son rivales. Si seguimos recogiéndolos, es mas posible que podamos levantar grito a fin de torneo.

El viernes vamos al Cusco a imaginarnos cómo será jugar en El Alto. Mientras tanto, podemos soñar con Caute que, en racha goleadora, puede reemplazar los pósteres de Emanuel Herrera que ya están bastante ajaditos.

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