El nuevo refuerzo: Franco Medina

Cada vez que se abre el libro de pases, la atención de la hinchada rimense es una sola: qué refuerzos traerá Sporting Cristal. Convengámoslo, a veces pareciera que a la hinchada lo único que le importa es hablar de refuerzos. Por eso, cuando el libro está cerrado y es legalmente imposible inscribir refuerzos, lo que hacen es comer ansias. Y, cuando se abre, cuentan los días esperando que las redes sociales del Club informen algún nuevo refuerzo. Y, cuando eso pasa, lo que termina flotando en el ambiente es una sensación de frustración porque todos soñaban con algún nombre que rompa el mercado y eso, desde que Innova llegó, no ha sucedido nunca.

En gran parte, el problema de todo esto es responsabilidad de Innova. Llevan casi 4 años y, con pocas excepciones (Ignacio, Duarte, quizá Brenner, yo lo sumaría a Buonanotte), han contratado mal. El club se ha sostenido más con los jugadores que ya estaban y los chicos que subieron que con los refuerzos que llegaron. Y eso grita – más que dice – que ese trabajo no está siendo bien ejecutado. Innova contrata mal y tendría que demostrarle a la gente que ahora sí – desde que salió Luque y se encargó Bravo – las cosas se están haciendo distintas. No necesariamente mejor, pero por lo menos distinto.

Con esa mochila encima, anteayer se anunció la contratación de Franco Medina. Categoría 99 de las inferiores de Alianza Lima, tiene 23 años. Jugó 9 partidos y descendió el 2020 (aunque no jugó mucho, la verdad, lo que no sé si habla mejor o peor de lo que fue su rendimiento ese año). Este 2023 sus números son de terror. Estuvo en Cienciano y jugó poco (apenas 4 partidos de Liga 1 y 1 de Sudamericana, que deberíamos contarlo como de torneo local porque fue ante la U) en un equipo que hizo un apertura para el olvido con un técnico – Leonel Álvarez – que nunca llegó a jugar a algo y otro – Gerardo Ameli – que apenas dirigió 2 partidos. Juega de lateral derecho y según transfermarket tiene un valor de mercado de 325 mil euros. Flashscore es más crudo en los números. En cinco partidos jugados esta temporada, Medina no completó ninguno y suma sólo 192 minutos (2 partidos enteros y 12 minutos de otro), poco más de la mitad. No tiene ninguna estadística a destacar. Ni tarjetas ni asistencias ni goles. Tal vez si repasamos los partidos y contamos cuántas pelotas jugó y cuántos metros corrió.

El 2022 en Deportivo Municipal jugó más, eso sí. Contó 2 asistencias y 9 tarjetas amarillas en 32 partidos. Y casi todos los jugó de titular. Y el 2021 va por ahí también.

Es claro, entonces, que a Medina no lo preceden los buenos números. Su contratación se debe justificar por otros elementos. Más aún si su puesto es el que hoy ocupa con suficiencia Jhilmar Lora. Todo indica que, más que competirle por el titularato, va a ocupar el espacio que dejó libre Johan Madrid. Igual, no termina de verse bien. Por que, claro, para una suplencia, mejor sería subir a un chico de las inferiores.

Hay decisiones que son buenas y eso se aprecia de inmediato por que la contundencia de sus fundamentos saltan a la vista. Lo mismo pasa con las malas. Hay otras cuyos fundamentos no se terminan de aclarar y sólo se dejan ver cuando ha pasado un tiempo. Hasta entonces no sabes si fueron buenas o malas. Traer a Medina parece ser una mala. Pero a lo mejor el jugador y quienes lo evaluaron vieron algo que nosotros no. Entonces, sólo entonces, estaríamos ante una muy buena decisión. Habrá que verlo.

El problema es que este tipo de decisiones no sirven para que Innova se sacuda del justísimo sanbenito de que contratan mal. Lo único que hace es alargar la desconfianza.

Bienvenido, Franco Medina. No sé si te lo han dicho, pero tienes mucho qué demostrar. Por tí, pero también por quienes consideraron que estas para vestir de celeste.