La Cancha: FBC Melgar 2 – Sporting Cristal 0
Lo que a mi me fastidia no es tanto la derrota. Partidos se pueden perder siempre y en todos lados. Lo que me molesta es que siempre, siempre, los tantos en contra vienen por errores puntuales nuestros. Hago memoria y en los últimos 5 partidos con resultados insatisfactorios en este Torneo Clausura siempre hay un error nuestro. La barrera en Moyobamba, el foul tonto en Matute, otro foul tonto y un rechazo malo en Cusco, un primer tiempo absurdo en el Gallardo. Ayer no fue excepción. Una salida en la que Edinson Chávez, Jorge Cazulo y Renzo Garcés se complicaron innecesariamente generó el primer gol y un corner mal cobrado generó el segundo. Todos, todos, errores puntuales nuestros. Me dejaría más tranquilo, si eso fuera posible, que los goles vinieran porque al frente tuvieramos un rival que nos supera desde el juego y no en razón de nuestros errores.
Lo que me preocupa es el triste hecho que ni el domingo en el Gallardo ni ayer en Arequipa logramos generar un real peligro en el arco rival. El domingo se puede explicar por un equipo visitante que se echó para atrás y defendió con muchísimo acierto un triunfo inesperado. Pero lo de ayer fue de película hindú. Melgar no se echó para atrás. Melgar estuvo incluso con 10 hombres. Pero Cristal fue incapaz de generar una acción de peligro. La mas clara que tuvimos fue el tiro libre de Emanuel Herrera ya que, sin contar tiros libres, en todo el partido sólo pateamos una vez al arco y fue un remate tristísimo.
Cristal parece haber perdido todo lo que tuvo hasta hace un mes y eso no se entiende. En serio, no se entiende. Y me parece que la desorientación por ello no sólo está en las tribunas sino también en la misma Florida. Espero, sinceramente, que Mario Salas pueda saber pronto qué es lo que está pasando para corregirlo de inmediato. No puede ser posible que un equipo que quiera ser campeón tenga este bajón. Cristal sigue siendo el mejor equipo por todo lo demostrado en el año pero perder 12 puntos de los últimos 18 que se jugaron opacan el presente y hacen peligrar todo.