
(Prensa Sporting Cristal)
La Reserva: ¿Historia repetida o mejorada?
Para comenzar, siempre hay que tener en claro que lo más importante en Reserva es adecuar a los jugadores en un torneo de mayor competencia y rigor para su paso a la Primera División y que los números no son lo primordial sino el juego que muestren en un sistema que, en teoría, debería ser lo más similar al equipo profesional.
Sin embargo, sería también un gran engaño decir que los resultados no son relevantes. Esto ya no es Copa Federación ni Torneo Centenario, es gravitante que los juveniles se acostumbren a ganar y campeonar, no que piensen que la derrota no interesa si jugaste bien, una excusa muy utilizada en varios niveles.
Bueno, el equipo de Manuel Barreto tiene una gran oportunidad para este Clausura. Sacarse la espina del año pasado y, en el mejor de los casos, romper todos los récords numéricos, una tarea nada fácil considerando lo sucedido en la campaña de 2016 cuando Pablo Zegarra dirigía al, hasta ahora, equipo de reserva más efectivo de la historia de Sporting Cristal que además logró el primer título de la categoría desde la restauración del torneo en 2010.

Vamos por partes. En primer lugar hay que tomar revancha. Numéricamente, esta campaña de 2018 es bastante similar a la de 2017 en cuanto a la distancia que existe entre el primero y el segundo al final del Torneo Apertura. En estas 15 primeras fechas Sporting Cristal ha sumado 43 puntos gracias a 13 victorias y 2 empates sumado a los 2 puntos de bonificación obtenidos a partir de conseguir el título del Torneo de Verano. Por su parte, Sport Huancayo es el escolta con 35 unidades (sin bonificación de por medio).
En 2017 el escenario era algo parecido, Sporting Cristal llegaba a la fecha 15 con 39 puntos gracias a 11 victorias y 4 empates sumado a los 2 puntos de bonificación gracias a también conseguir el Torneo de Verano, mientras que Sport Huancayo culminó el Apertura con 31 puntos (1 de ellos por bonificación del Torneo de Verano).
Ocho puntos de distancia entre el primero y el segundo, que como podemos recordar no alcanzaron el año pasado, Cristal dejó ir varios puntos claves en Lima y terminó perdiendo el título por diferencia de goles ante el mismo Sport Huancayo, un episodio muy doloroso para el plantel por muchas razones, la ventaja increíblemente desperdiciada y el hecho de no poder clasificar a la Copa Libertadores Sub-20 de 2018 (donde el campeón peruano fue humillado). ¿Por qué pasó? Bueno, Cristal cambió de comando técnico a finales del Apertura (Asumió Manuel Barreto en lugar de Conrad Flores que era el interino tras el paso de Pablo Zegarra al equipo de Primera) y de idea de juego, Barreto siempre buscó un juego mucho más pensado y menos vertical que en la época de Zegarra, costó la adaptación, Cristal «empeoró» en ataque y no mejoró en defensa, cedimos puntos en el Gallardo, Matute y Monumental, además de algunos empates en provincia, mientras que Sport Huancayo ganó en prácticamente todo lado que fue. Aún así solo nos faltó 1 gol.

Este año el Torneo de Verano fue casi perfecto y aunque en el inicio del Apertura se mostraron algunos de los defectos pasados eso fue mejorando, el equipo es cada vez menos vulnerable y si bien a veces demora en llegar el primero, suele terminar goleando de local y de visita. 52 goles a favor y solo 10 en contra. Entonces he ahí el primer reto del equipo de Manuel Barreto, que cuenta con varios jugadores del año anterior, mantener y/o ampliar la ventaja sobre los que lo siguen y campeonar. Con el juego mostrado hasta ahora, cuesta creer que esta vez se les escape, pero así como se menciona que el fixture de Clausura va a ser complicado para que Sporting Cristal sea campeón nacional sin necesidad de una final, el equipo de Reserva no escapa a dicho calendario, por lo que tampoco digamos que es una tarea fácil pese a que muchos rivales de provincia no den la talla en la categoría.
¿El segundo reto? De alguna forma ya lo insinué líneas arriba, romper el récord de 2016 con una idea que además se asemeja mucho más a lo que pide el famoso Manual de Estilo de Sporting Cristal, posesión total, presión, defensa con la pelota, que el gol no solo dependa del 9, etc. Hay una baja importante para este Clausura, se fue Martín Távara a Sport Rosario, el goleador del equipo y dueño de los tiros libres, penales, tiros de esquina; eso pesó el año pasado, varios jugadores de Reserva fueron prestados o subieron al primer equipo.
Recapitulemos entonces y pongamos en la mesa los números de aquel equipo de Reserva de 2016 al final de las 15 primeras fechas. 13 victorias y 2 empates (igual que ahora), 41 puntos porque aquella vez no hubo bonificación previa, 44 goles a favor y 11 en contra, 11 goles menos marcados que esta vez y 1 menos recibido. Por ahora, Barreto va ganando. ¿Cómo terminó ese equipo de 2016? 23 victorias, 4 empates y 3 derrotas, 73 puntos. 80 goles a favor y 32 en contra, es decir, una diferencia de gol de +48. Salvo por los goles en contra, el resto siguen siendo récords vigentes del Torneo de Promoción y Reserva desde 2010. Luego vino la Copa Modelo Centenario donde la estadística se volvió mucho más aplastante pero ese ya es otro tema, por ahora consideremos los números de ambos torneos de 30 fechas.

Entonces: ¿Historia repetida o mejorada? Veremos qué pasa. ¡FUERZA CRISTAL!