A ganar con el cuarto hombre

Sin Gabriel Costa, había un hueco disponible para varios jugadores. Y Mario Salas, estratégico en esto, eligió a quien mejor podía cumplir un trabajo sin pelota a la altura del uruguayo: Edinson Chávez. De esta manera, el lateral diestro regresaba a los pies de Madrid, y con esto, el chileno plantaba muchos kilómetros por las bandas con el doble lateral (Céspedes + López por izquierda) para los intereses de Universitario de Deportes.

Hemos visto equipos de Sporting Cristal (recientes) que monopolizaban la tenencia de pelota, muchas veces cayendo ésta como difícil de digerir por la forma en que se daba. Esto es debido a los por qué, cuándo y dónde de cada pase – que viene a ser la esencia del juego -. El juego de posición consiste, básicamente, en buscar continuamente la espalda de la línea de presión rival, para de esta manera ir progresando en el campo con la pelota. Sí, suena ‘simple’, pero jugar simple es lo más difícil. En la búsqueda de ese perfil como equipo, Cristal ha encontrado mejores partidos que el de ayer (y también resultados), pero no había sido testigo de la puesta en escena del concepto tan valioso como original del tercer hombre.

El tercer hombre es un fragmento del juego de posición, y tal como lo dijo Xavi Hernández en alguna entrevista: “es imposible de defender”. Mecanizar este movimiento hasta que los futbolistas lo hagan con los ojos cerrados, es lo más complicado, claro. Para Universitario ayer, también fue imposible de defender. Y qué mejor que aquella jugada acabó dando el martillazo definitivo (tras 4 largos años sin vencer al rival).

La valentía, la técnica, el saber distraer, el ubicarse, el tener paciencia, etcétera, son premisas para terminar desarrollando un juego vistoso, implicando conceptos básicos dentro del mismo. Los 3 toques de pelota para activar el tercer hombre (Horacio Calcaterra) fueron certeros, ya que la idea de éste es dejar de cara no solo al pasador, sino también (en el mejor de los casos) al definidor: Emanuel Herrera. Calos Lobatón pivoteó y dejó de frente al arco a otro pie sensible como el de Horacio para asistir. El resto es historia.

Sin haber sido de los ‘mejores’ partidos de Cristal, ha ganado con solvencia y con una premisa importante. Cabe decir claro, ante un rival que busca a gritos una identidad, y que aún está muy verde en cuanto a registros. Intentó presión alta o repliegue medio, pero los de Salas salieron bien parados casi siempre. Ganar la segunda jugada fue vital; no perder profundidad en bandas e imponer el tiempo por dentro también. Ojalá sigamos viendo el activo fundamental del partido más seguido para ganar con el cuarto hombre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *