Bienvenido Comandante.
Ayer fue presentado Mario Salas como nuevo entrenador cervecero. Correctamente acompañado por los dos gerentes de la institución, el chileno se enfrentó a los medios de prensa en La Florida y dio sus primeras declaraciones como entrenador rimense.
A estas alturas, estoy seguro que ustedes saben tanto como yo sobre quién es Mario Salas y cuál fue su trayectoria. Habrá que decir que, desde mi punto de vista, me parece una opción acertada y sumamente interesante. Creo, en función de sus resultados recientes y de las crónicas que hablaron sobre su trabajo, que Salas es de lo mejor que pudo contratar Sporting Cristal y sólo resta darle espacio para que se ponga a trabajar.
Bertold Bretch fue un poeta alemán que vivió la época del nazismo el siglo pasado. En ese contexto lanzó una frase genial que, salvando las enormes distancias, creo que se puede aplicar a este presente rimense: «Que tiempos serán los que vivimos que hay que defender lo obvio«, escribió.
Yo diré hoy: «qué tiempos serán los que vivimos que hay que pedir lo obvio«. Y es que, tras lo visto en los últimos años – y sobre todo en el último – los pedidos de la hinchada apuntan a lo obvio. Hoy en Cristal no queremos voces que prometan viaje a Japón en el mediano plazo. Hoy por hoy, lo que queremos por sobre todas las cosas, es lo obvio: que haya un trabajo, que haya compromiso, que haya ideas, que haya lucha y vergüenza deportiva y, sobre todo, que los méritos se ganen y se demuestren en la cancha y que las decisiones siempre las tome Usted, Comandante.
Y en eso, Comandante, le voy a pedir que no transe jamás. Que exija el compromiso de su plantel porque desde la tribuna hemos visto actitudes que nos hicieron dudar del compromiso de nuestros jugadores, de la ilusión de nuestros juveniles y de las enseñanzas de nuestros experimentados.
Que Cristal vuelva a ser aquel club temible más allá de los resultados. Que nadie nos dé por superados antes del juego, que ya no se tenga que recurrir a las excusas del presupuesto, los juveniles, la cancha, el calor, la altura, el viaje. Que Cristal sea serio, que gane con argumentos y que pierda con integridad. Con eso, me doy por bien servido.
Mochila pesada. Pero algo me dice que Salas sabe que la tiene. Como ayer cuando, ante las preguntas sosas y complacientes de siempre, reconoció que el plantel aún tiene que ser completado y que no puede prometer resultados sino trabajo. Hartos estábamos ya de técnicos que mintieron con impunidad creyendo que la hinchada era tan tonta de creerles a ellos y no a lo que se a ojos vista. «A Cristal le falta aún un central«, dicen que dijo. Y yo agradecí que el técnico no saliera a darnos el lugar común, ese de «estoy contento con mi plantel».
El 8 empieza la pretemporada y en febrero inicia la competencia.
Le tengo fe, Comandante, le tengo mucha fe.