Volvamos a ser Cristal

No pegamos desde el inicio: nos pegan primero. Seguimos siendo un equipo reactivo. Como en los últimos seis partidos, nos hacen el gol primero -luego de recibir al menos 2 situaciones bastantes claras- para después empezar a equiparar las fuerzas y terminar volteando, empatando o perdiendo el partido. Y espero que no pienses que «el partido ya estaba resuelto» porque ha sido la tendencia desde esa vez en Huancayo. Pero principalmente espero que no lo pienses porque en la Ciudad Imperial hubo un equipo que hizo lo necesario en las finales. FBC Melgar, a pesar de tener una ventaja mucho más complicada de remontar que la nuestra, siguió practicando lo que mejor sabe hacer: defenderse agrupados y salir de contra con jugadores veloces. Sporting Cristal no hizo mucho de eso: desde el minuto 64 (la última de Beto, que no llega a rematar) no atacó más, y en defensa volvimos a ser débiles. Las contras eran frenadas y en defensa siempre fuimos vulnerables. Dejó el tiempo pasar, y nos hicieron 2 goles más. Nos han hecho 7 goles en 2 partidos, detalle no menor.

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Extrañaba ver esto: llegar con mínimo 6 al área.

Tenemos que volver a ser el equipo que fuimos desde el inicio del segundo hasta el 65′. Con un organizador que nos da la mejor y más eficaz forma de defendernos: la posesión y la sorpresa. Renzo Sheput entró y fue defendido por uno de los mejores medio-campos defensivos que le he visto a Sporting Cristal: Horacio Calcaterra, Josepmir Ballón y Jorge Cazulo. Una volante que difícilmente pierda duelos colectivos ¿Vieron alguna asociación entre Cruzado, Quinteros o Millán en alguno de los dos partidos? Yo ninguna. El problema pasa cuando nos atacan por bandas y nos tiran centros al área. Tenemos que volver a ser los de esos 20-25 minutos. Tenemos que volver a darle la pelota y proteger a Renzo Sheput, ante la ausencia de Carlos Lobatón. Tenemos que volver a ser los que llegamos con 5-6 jugadores al área rival. Tenemos que volver a atacar constantemente por dos bandas. Alexis Cossio tiene que seguir siendo una opción constante de ataque, como lo ha hecho en estos dos últimos partidos. Beto da Silva tiene que seguir arrancando con espacios y con opción de salir hacia los dos lados: basta ya de limitarlo a la banda. Tenemos que ser el equipo reactivo desde el arranque. Tenemos que seguir apostando por lo que mejor sabemos hacer. Tenemos que volver a ser el Sporting Cristal que pega desde el inicio. Nos va mejor así.

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Beto sólo quiere jugar.

Ahora otra final más. «Las finales se ganan, no se juegan», dicen; pienso todo lo contrario: hay que jugar bien para ganarlas. Hay que tener mucho cuidado: vamos a jugarla contra el rival más regular de los últimos 2 años (al menos por puntos). Pero principalmente jugaremos contra el rival más ordenado que se han visto en los últimos años. Juan Reynoso es un entrenador bastante inteligente (quizás el más inteligente de las últimas 3 finales), y su equipo ejecuta -normalmente- bien su libreto: defienden todos y son eficaces en las contras. No le va a importar ser ultra-defensivo en los 2 partidos si así lo necesita; le importa más el resultado. Melgar es un equipo que no para de correr. Tenemos que ganar en Lima. No esperemos que nos peguen para después pegar, puede ser muy tarde. Seamos sólidos adelante y atrás. Salgan a pegar desde el inicio. Jueguen el partido de sus vidas, desde el inicio. Volvamos a ser Cristal. Vamos Sporting Todavía.

1 thought on “Volvamos a ser Cristal

  1. Volvamos a ser Cristal. Sí, pero ¿qué Cristal?
    Roberto Mosquera no es santo de mi devoción pero francamente el equipo que armó el 2012 fue mucho más convincente que cualquiera de los equipos armados por Ahmed entre 2014-2015.
    Aquel año Cristal fue un campeón con total autoridad y un estilo mucho más definido. Terminó primero en el acumulado con casi 100 goles marcados y lógicamente campeón. Ojo que Ahmed nunca acabó primero en puntaje acumulado. En el 2014 quedamos terceros pero por nuestro absurdo sistema de campeonato estuvimos en la final. Y este año quedamos segundos. Curiosamente tanto el 2014 como 2015 el primero fue Melgar, nuestro rival de mañana.
    Si me pidieran ahorita regresar a algo, regresaría a ese Cristal 2012. Porsupuesto que en esta emergencia, solo me circunscribo al ámbito doméstico porque aquel Cristal tampoco resultó rival de fuste en lides internacionales.
    Ni aún en sus momentos más felices el equipo de Ahmed logró convencerme y por eso no me sentiría para nada seguro si Cristal saliera a jugar como en sus mejores momentos con el Turco porque aún ahí el equipo daba tremendas ventajas defensivas y pasaba no pocos sofocones tratando de mantener un resultado positivo. En todo caso, si tuviera que elegir algún buen momento con Ahmed, sería aquella corta etapa a fines del año pasado donde éramos un equipo con mayor sorpresa y desequilibrio por las bandas con Yotún y el Maxi, con un Calcaterra más prolijo así como con Ávila y Blanco más enchufados y letales. Por diversos motivos es imposible volver a ese equipo y menos al del 2012 así que ¿a qué Cristal volvemos? o mejor dicho ¿cómo volvemos? ¿podemos?

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