La Cancha: Sporting Cristal 2 – LDU 2
No importa cuantas veces lo piense, el paso del tiempo es un fenómeno que siempre me va a dejar sorprendido. Son 5 semanas exactas que estuve en Trujillo alentando a Sporting Cristal en el partido en que iba a ganar su estrella 17. 5 semanas. Poco más de un mes. Y hoy estoy acá, sentado, intentando contarte lo que fue ayer la presentación del equipo para una nueva temporada. En estos pocos días, la euforia dejó paso a la expectativa y quienes entonces mirábamos satisfechos una nueva olímpica, hoy estamos ávidos de que Sporting Cristal nos brinde nuevas y mejores alegrías.
Ayer la gente celeste, la de siempre, la que acompaña en cada partido, la que grita y aplaude y siente cada triunfo como suyo, la hinchada sin los turistas de toda la vida, se reencontró con su equipo para darle aquel saldo de aplausos que no alcanzó a brindarle en diciembre y para prometerse, hinchada y equipo, fiel correspondencia en este año que empieza. El equipo tiene ambiciones altas y la hinchada tiene el sueño de que esta camiseta que nos envuelve y que amamos empiece a transcurrir de forma cotidiana aquellas instancias finales de Copa que alguna vez pisamos. Eso es lo que fue esta Noche de la Raza Celeste, la celebración y renovación de unos votos de esfuerzo, amor, fidelidad y respeto. Un encuentro de amor entre Sporting Cristal y su pueblo.
Uno a uno, fueron presentados todos los miembros de este sueño. Empezando, claro está, con las chicas de la Raza Matadora que están disputando la temporada 2014-2015 y que buscan mejorar el subcampeonato logrado en la temporada pasada. Luego fue el turno del primer equipo de fútbol. ¿Los más aplaudidos? No es ningún misterio: Jorge Cazulo, Renzo Sheput y Carlos Lobatón. Pero, en general, todos se llevaron una generosa salva de aplausos destacando, personalmente, el reconocimiento que recibió Alex Araujo. Si viéramos el registro de la Noche de la Raza Celeste 2014 y comparáramos el recibimiento que recibió Araujo entonces con el de ayer, se notaría claramente cómo la hinchada celeste le reconoce el importante aporte que dio en las finales del campeonato.
¿La expectativa? En dos jugadores: Josepmir Ballón y César Pereyra.
Lo que vino luego, antes de la foto del equipo, fue una clase de historia cervecera. Historia celeste de la buena encarnada en un histórico de siempre como es Orlando de la Torre. Un genial back centro enteramente cervecero y que, por esas injusticia que tiene la vida, no ha sido debidamente homenajeado hasta ayer. «Chito» no sólo recibió el aplauso de la gente de Cristal sino también el homenaje en voz alta que se merece. Los libros de historia destacan su valor para el fútbol rimense y nacional. Chito de la Torre no sólo ha sido un gran defensa central protagonista de las páginas más triunfantes del fútbol peruano sino que también ha sido de aquellas personas que, con su carácter, impuso el respeto que hoy se tiene a la camiseta cervecera. Chito de la Torre no dudó en defender nuestra camiseta fuera del país y hasta con su propia integridad. Pero, más allá de la anécdota, el recuerdo de los 4 títulos que ganó bastan para que su imagen cuelgue en toda pared que se precie de ser cervecera.
Del partido hay que rescatar detalles. Daniel Ahmed, igual a lo que hizo el año pasado, presentó prácticamente dos equipos distintos en cada tiempo y es poco lo que se puede sacar en claro. Pero, más allá de eso, hay que rescatar las improntas que el equipo dejó en la retina de la hinchada. Empezando, claro está, con el golazo de chalaca que anotó Sergio Blanco. El Chapa, el goleador que dijo que no lo era, anotó un golazo con calidad y lo celebró con los brazos abiertos, esperando el abrazo de todos aquellos quienes nos rendimos ante su calidad.
El grito se repitió promediando el segundo tiempo. Carlo Urquiaga, como anunciando que este tiene que ser el año de su despegue, culminó una gran jugada cervecera. LDU se había hecho del partido desde mitad del primer tiempo y Cristal empezó, poco a poco, a hilvanar fútbol. Con Diego Manicero y Renzo Sheput manejando el fútbol en el medio, se dieron largos toques cerveceros, yo conté 17, que acabaron con el pase de Arroe a Urquiaga y el remate cruzado que fue gol y renovó el grito rimense.
Fue un rival de galones ganados. LDU tiene 4 estrellas sobre su escudo. 4 estrellas que equivalen a 1 Libertadores, 1 Sudamericana y 2 Recopas. Todas logradas en menos de 10 años. Es un rival de fuste el que Sporting Cristal eligió en su debút y no decepcionó.
¿Algo más?
Sí. Ayer se hizo un anuncio importantísimo que no quisiéramos que quede inadvertido: el programa «Un gol, una beca». Se anunció por la pantalla electrónica del Nacional y toda la gente en el estadio la pudo ver. ¿En qué consiste? En que este año 2015, cada vez que el primer equipo de Sporting Cristal haga un gol en torneos oficiales (Copa Libertadores, Torneo del Inca, Copa Movistar), un niño de bajos recursos y con talento ganará una beca para cursar estudios básicos en el colegio Innova Schools que es auspiciador del club. Ya hablaremos más en detenimiento de este programa, pero por el momento basta saber que existe – y que todos podremos colaborar con él – para hinchar el pecho de orgullo. No sólo por que nuestra camiseta es monarca en el Perú sino porque somos el modelo de institución positiva y constructiva que nuestra sociedad necesita.
Con todo eso, la conclusión de anoche es que la Noche de la Raza Celeste ha sido una oportunidad para que todos nos sintamos orgullosos de ser parte de la Raza Celeste, una familia diferente.
Por lo demás, siempre es bonito volver a verte, querido Sporting Cristal.
El inicio de cada año, es siempre el inicio de un nuevo anhelo. Para este año, en todo caso, tenemos dos: Hacer una muy buena Libertadores y, al final del año, subir nuevamente al podio como campeones del torneo nacional.
Para alcanzar ese propósito se han hecho incorporaciones sobre las que había gran expectativa por verlos en acción, así como deseábamos ver cómo iba a funcionar el equipo, sobre todo, cómo mejoraría en aquellos sectores que requerían de urgente atención
Es prematuro ahora lanzar apreciaciones sen ese sentido, porque ha sido un primer partido en el que principalmente, interesaba darle fútbol a los jugadores. No obstante, desde mi punto de vista se han visto cosas interesantes.
Creo que el aporte de Martínez en la zaga será importante porque se trata de un jugador fuerte, con coraje, que al parecer sabrá imponer respeto. Me quedan dudas sobre su velocidad, que no es un tema menor, pero que espero que haya sido consecuencia de la pretemporada.
A Estrada lo vi, sobre todo al principio, algo nervioso, pero luego mejoró. Creo que su aporte será igualmente importante. No puedo decir lo mismo de Rodas, que entró en el segundo tiempo. Para empezar, me parece que es muy pequeñito y varias veces dejó su zona descubierta. Ojalá me equivoque porque se dice que el titular allí sería Cossío que tiene serias deficiencias en cuanto a marca y ataque.
Ballón creo que hará muy buena dupla con Cazulo. A Pereyra habrá que esperarlo un poco. Lo veo hábil y que puede dar mucho más. En el segundo tiempo me gustó Manicero.
Habrá que ver que pasa en el segundo partido a jugarse en Quito y creo que luego ya viene el torneo oficial frente a Municipal.
Un tema final: para unos, más que para otros, se hace difícil aceptar la llegada de determinados jugadores al equipo, más todavía si, cuando ya se le anunciaba como incorporación, él mismo pretendió irse diciendo que lo estaban amenazando. A mí también me incomoda que alguien llegue pensando en su identificación con otro equipo. Sin embargo, si ya está, por lo menos no lo presionemos indebidamente. No pido que lo aplaudamos, pero tampoco le echemos la tribuna encima gratuitamente. Finalmente, si se siente tranquilo, algo o mucho -no lo sé- podrá aportar al equipo y es eso lo que realmente debe importarnos. El sábado lo vi con ciertas cualidades de desequilibrio que pueden sernos útiles, aunque también lo vi impaciente cuando, a pesar que estaba solo, no le pasaban la pelota. Luego entró más en el juego. No lo vi celebrar el gol, pero esto recién empieza.
Salud Cristal!