La Cancha: Inti Gas 3 – Sporting Cristal 3
El empate dejó un sabor amargo. Por que necesitabamos el triunfo y porque pudimos lograrlo.
Claro, también estuvimos cerca de perderlo y por eso quiza habrá alguno que crea que es momento de esbozar sonrisas.
Pero en Sporting Cristal no celebramos empates, pues. Eso y el no abandonar nos diferencia.
¿Entonces? ¿Nos queda sólo decir eso?
No. A la hora de hacer un análisis no sólo podemos quedarnos en ver el resultado sino que tenemos que ver con algo más de profundidad. Y eso nos lleva a no tener que escudarnos en las excusas relativas a la cancha sino en ver situaciones objetivas que subyacen debajo de este resultado.
Y, en primer lugar, tenemos que concluir que ha sido un partido durísimo jugado a escasos tres días de otro que jugamos con el cuchillo en los dientes y que ocasionó un desgaste importante en nuestros jugadores. El partido frente a la U lo jugamos como se deben jugar esos partidos, con fuerza y convicción, y ello ocasionó varias bajas por suspensiones o por cansancio. Avila, Cazulo, Abram (que es el titular en la defensa hoy por hoy) fueron puntales que no pudieron estar presentes en Ayacucho. Y si bien la idea es que el plantel pueda estar en la capacidad de suplir con suficiencia esas ausencias, lo cierto es que aún no se logra esa situación y, por lo mismo, pasan factura.
Pero, no sólo con las ausencias. El desgaste físico marcó una pauta ineludible. Contra Universitario en Lima eso no se notó pero en los últimos minutos en Ayacucho ya fue evidente. Y ante un rival que no hizo otra cosa que lanzarnos los pelotazos arriba, lo cierto es que el desgaste se sintió.
Y a pesar de todo eso, Cristal hizo partido.
Dos cosas me gustaron mucho, personalmente. En primer lugar, que se propuso durante varios minutos el juego de Sporting Cristal hasta el punto de llevar a Inti Gas a la desesperación. El equipo ayacuchano no esperó encontrarse con un Sporting Cristal que le saliera a cortar el juego tan adelante y que le impidiera las salidas. Este juego no se pudo mantener por factores anímicos (los dos goles en menos de 5 minutos que encajamos hacia el final del primer tiempo) o físicos. Pero se intentó plasmar y eso es bueno.
En segundo lugar, el replanteo del banco. Varias veces he reclamado la reacción de Daniel Ahmed en partidos como estos en los que el juego pide un mensaje del banco y este tardaba en llegar o no era acertado. Ayer considero que la reacción del banco fue tanto oportuna como acertada. Cristal no hizo cambios para tirarse atrás sino que hizo cambios que le garantizaran mejor juego: mayor posesión y mayor criterio. Y con ese juego pudo ganarlo. Pero no le alcanzó.
El empate no tiene feliz a nadie, pero a la luz de esto tampoco está para el drama. El partido de este miércoles es vital. De ganarse se cerraría una semana buena y este empate en Ayacucho podría terminar resultando valioso al final. Pero si no aseguramos los puntos en nuestra casa, estos empates – o incluso si fueran victorias – en el interior serían tan sólo anécdotas.
Nos vemos, entonces, el miércoles en el Gallardo.