La Cancha: UTC 1 – Sporting Cristal 1

En un partido que se jugó todo el segundo tiempo con nueve hombres es poco lo que se puede analizar del juego que intentó mostrar el equipo celeste e, irremediablemente, toda referencia se va a centrar en actuaciones individuales. Tanto de parte del peor Manuel Garay que recordemos como de los jugadores cerveceros que obtuvieron sendas tarjetas rojas en momentos innecesarios. Es cierto que Garay pudo haber perdido la ecuanimidad durante el partido pero también es cierto que los jugadores son profesionales y que la vieja excusa del “estaba caliente” no sirve. Esas excusas son geniales para torneos amateurs y aunque nuestro paupérrimo campeonato más parezca un torneo amateur, ni Yoshimar Yotún ni Luis Advíncula tienen justificación para actuar sin pensar ni evaluar consecuencias de sus acciones durante un partido.

Pero también hay que centrarse en la buena forma en que Cristal defendió su situación, en el planteamiento del técnico que no ordenó la táctica del “murciélago” pero tampoco dispuso jugar al ataque con irresponsabilidad. Cristal acusó bien el susto y mostró oficio para defenderse como exige el manual: con orden y manteniendo la pelota lejos de su arco la mayor parte del tiempo. Si hasta pudimos ganarlo.

Y esto es quizá lo que más frustra. Si el trámite del partido hubiera sido otro y Cristal habría soportado un partido en el que era avasallado por un local en superioridad numérica tal vez el empate fastidiaría menos. Nunca alegraría porque, como ya es harto sabido, esto es Sporting Cristal y en Sporting Cristal nadie celebra empates. Pero precisamente porque lo tuvimos en la mano y nos lo quitaron (una vez merced a un gol mal anulado) o no lo supimos asir (tres veces merced a igual número de oportunidades claras falladas por malas definiciones frente al arco), este empate sabe más amargo que lo normal.

Del rival hay que decir que mostró poco. Poca iniciativa y poca capacidad para aprovechar las ventajas que tuvo. Esto, que pareciera un dato menor, es lo que me preocupa. El campeonato Apertura tiene sólo 15 fechas. Son sólo 45 puntos que van a arrojar un campeón. Las diferencias que se empiecen a generar hoy van a costar remontarlas en poco tiempo. Ayer pudimos ganarlo y no lo hicimos. Perdimos 2 puntos en una plaza defendida por un equipo que mostró – hasta cuando tuvo 2 hombres más en el campo – ser inferior a nosotros. Un rival que insinúa que podría ceder puntos ante varios equipos incluyendo nuestros rivales con miras al título. Hay que ver los resultados que Aurich, Vallejo, Garcilaso Alianza o Universitario obtengan en sus visitas a Cajamarca. Sólo ahí sabremos con certeza si el empate de ayer fue valioso o fue el desperdicio de dos puntos en una carrera muy corta.

Esa es la sensación que me queda. Que el resultado de ayer, por más tintes de falsa epopeya que se le quiera dar, es un paso en falso con miras a nuestro objetivo de lograr el título del Apertura.

Por lo demás, mientras Cristal estuvo con 11, se notó dos temas claros. Las falencias defensivas en primer lugar que se mantienen y parecen que no se van a desterrar pronto. Por el otro, la idea de que cuando Cristal se echa a jugar puede hacer mucho. El tema es que se echa a jugar poco tiempo.

El segundo partido es este sábado a la 1:15 pm frente a FBC Melgar. Ojalá podamos tener la oportunidad de ver un partido regular que nos deje material de análisis.

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