La Cancha: Juan Aurich 1 – Sporting Cristal 0
La atención a este partido estaba puesta para ver si las goleadas en los dos últimos partidos evidenciaban una real mejoría en lo que ha sido el rendimiento de Sporting Cristal o si, más bien, seguíamos metidos en una “burbuja” creyendo que éramos los mejores por ganarles con amplia ventaja a equipos mediocrones.
Y aunque el resultado podría sugerir otra cosa, yo creo que Sporting Cristal si vio una mejoría.
¿Cómo así?
Pues yo había criticado mucho la debilidad defensiva del equipo y el hecho de que, con suma facilidad, nos anotaran goles que podían ser fácilmente evitados. Vamos, no te tengo que contar a qué me refiero que todos lo sabemos muy bien. Y, te soy sincero, en esa materia hoy el equipo ha estado muy bien. Yo lo atribuyo principalmente al gran momento que tiene Jesús Álvarez quien, luego de su nefasta actuación ante Inti Gas, ha asumido su papel de jefe de la defensa, a la que efectivamente acaudilla, y además le añade un ímpetu muy útil para lanzarse al ataque.
Pero no sólo eso, en general la línea defensiva es tremendamente superior a lo que se vio en los primeros 10 partidos del campeonato. Ayr marcó bien a Tejada y no se hizo muchos problemas, Advíncula en su banda anuló a Chiroque casi todo el partido y lo de Yotún ya lo conocemos porque viene mostrando una regularidad hace mucho tiempo.
Entonces, ¿por qué perdimos?
Pues por tres razones:
1. Pelota en salida. Si pierdes una pelota en salida, estas cometiendo un error garrafal. Cristal se recuperó de un córner que casi fue gol olímpico y, en su salida apresurada para aprovechar los espacios, lo perdió. Esas pelotas, que cogen al equipo saliendo, hacen que quien encuentre los espacios sea el rival. Y así pasó, Israel Kahn se encontró con que Yotún ya había salido y pudo entrar con tranquilidad por esa punta y definir al costado de Alex Araujo.
Es un gol en contra, claro, pero no es un gol de esos que nos hacían, en la que nuestros centrales quedaban en ficha y dabamos una imagen tristísima. Desde donde yo lo entiendo es un gol en contra producto de una circunstancia del juego, mala para nosotros, pero no de una responsabildad directa de la defensa.
2. La definición. La segunda razón es una que ya en los partidos anteriores se había sugerido. En el partido anterior yo había dicho que bien podía criticarse al equipo que hizo 4 goles por haber desperdiciado 13 pero que, en realidad, eso era un cuestión de situación. Me pareció, y me sigue pareciendo, que resulta mezquino criticar por errores ofensivos a un equipo que metió cuatro goles.
Claro, al ser una cuestión de situación, el problema vendría si en vez de meter 4 de 17, el equipo termina no metiendo ninguna de 5. Y eso es precisamente lo que pasó hoy. Cristal tuvo 5 clarísimas y en las 5 se perdió el gol no por atajada o por palo sino por pura falta de precisión de los jugadores. Ávila, Rengifo, Ross y Advíncula se perdieron oportunidades clarísimas de gol que podrían haber cambiado el partido.
Y es ahí donde nuevamente las miradas van al banco. Dejemos un tema en claro: los dos partidos pasados han hecho que el trabajo de Roberto Mosquera gane un mayor crédito y una mayor espalda para las críticas. Pero, vamos, si somos un equipo que jugamos al ataque deberíamos tener una mejor definición. Especialmente en estos partidos cerrados. Un par de goles hoy habrían sido más valiosos que una docena ante Cienciano.
Y además porque me niego rotundamente a caer en facilismo de decir que aquellos delanteros que la semana pasada eran parte de una máquina asesina hoy son jugadores limitados. Rengifo, Ávila y Ross forman una de las mejores delanteras de Sporting Cristal en mucho tiempo y eso hay que tenerlo presente. Es claro que los rendimientos no son homogéneos y en eso quizá pesa más lo que está dejando pasar Irven Ávila pero de ahí a decir que no sirven o no están para Cristal … hay un gran paso.
3. Los golpes y el replanteo. Cristal sufrió dos golpes anímicos en el partido y en ninguno de ellos pudo sobreponerse. El primero fue el gol en contra que llegó justo cuando a Aurich lo teníamos embotellado en su campo y con una clara ventaja en la posesión, el control y el juego a nuestro favor. Pero el gol nos golpeó y Cristal no lo acusó bien. Perdió su juego, empezó a rifar el balón, se desconcentró. Dejó que sea Aurich el que empiece a tener el balón y así no se logra nada.
Roberto Mosquera quizo replantear el partido e hizo una jugada interesante al intentar ser más incisivo adelante mediante el ingreso de un delantero de área más. Pero creo que se equivocó en los cambios. La salida de Ross no me pareció adecuada (a no ser que se haya debido a un tema físico) ya que más bien era Irven Ávila quien no aparecía metido en el partido. La salida de Neka por Rivas resultó ser lógica en una idea de lanzar el equipo al ataque y liberar ya sea a Advíncula o a Yotún. Pero, claro, la expulsión cambió todo.
La expulsión de Lobatón fue el segundo golpe anímico. Este golpe no sólo desbarató el replanteo del profesor Mosquera sino que, además, fue la segunda ocasión en la que el equipo no supo sobreponerse y terminó nuevamente jugando a cualquier cosa.
Luego de la expulsión, se extrañó a Neka en el mediocampo y eso generó una ansiedad que se tradujo en pelotazos ante un Aurich que optó por el contragolpe. A pesar de eso, un par de ocasiones más que se perdieron, mostraron que Cristal hubiera podido si tomaba las cosas con calma.
Dos cosas terminaron llamando la atención, el mantener a Irven en el campo a pesar que veía con un discreto nivel y el ingreso de Shoro. Lo de Shoro hoy no es cuestionable ya que se convirtió en el único suplente de área que tenemos en plantilla. Las lesiones de Bulos y de Franco hace que sean Shoro o Barros las dos únicas alternativas de recambio en ataque. Pero lo de José Shoro es realmente pobre. No por que no meta goles sino porque su colaboración al juego del equipo es pobre.
En fin.
Eso quiere decir, desde donde yo lo veo, que el equipo mejoró para este examen pero que, en realidad, aún le sigue faltando.
Ahora se viene el receso por los partidos de la selección y la Copa Inca. Luego se reanudará la segunda rueda del campeonato. Tenemos tres semanas para recuperar lesionados y afinar juego. Estamos a la mitad, ya habrá hora de hacer evaluaciones.