La Cancha: Sporting Cristal 3 – Real Garcilaso 0

La asistencia en el Estadio Nacional no fue todo lo que uno se imaginó luego de que terminó el partido en HuánucoLa mala decisión dirigencial al momento de establecer los precios de las entradas terminó jugando en contra tanto de la caja como del espectáculo. Sin embargo, se congregó un buen número de celestes que vinieron con mucha fe. En las horas previas había mucha fe.

Pero el partido no fue fácil, celeste. Real Garcilazo, más allá de lo que uno pudiera pensar de un equipo recién ascendido, demostró que no vino a tirarse atrás. A Sporting Cristal lo puso en aprietos y desnudó durante varios momentos los errores del once cervecero y lo hizo ver como un equipo ligerito y endeble.

Ahora, si hay algo que Sporting Cristal tiene en exceso es poder ofensivo. Ya a los dos minutos, en el primer ataque serio celeste, Junior Ross capitalizó el buen centro de Marcio Valverde y anotó la diferencia. Un gol de camarín que ayudó mucho porque permitió al equipo soportar con mejor pié todo lo que se vino. Y lo que se vino fue el vendaval cusqueño porque Garcilazo no sólo empezó a tocar y llegar sino que tomó la manija del partido aprovechando las ventajas defensivas que le dió Sporting Cristal.

Cristal pasó sus peores momento cuando perdió la posesión y el balón dejó de pasar tiempo en los pies de sus habilidosos. Volvió a dar la impresión de que a Cristal le fastidiaba tener la pelota y por eso buscaba sacársela de encima lo más rápido posible. Se optó por el pelotazo y se perdió precisión en los pases cortos y, sin posesión, lo único que se hizo fue regalarle el balón a Garcilazo. Y en Garcilazo no la rifaban, jugaban con criterio, con estrategia. Conscientes de la inseguridad que tal vez tendría Elexander Araujo, en su debút como titular del arco cervecero, no dudaron en probarlo cuantas veces pudieron. Si Garcilazo no empató el partido fue porque tuvimos la suerte de nuestro lado.

A mi me da la impresión, te diré, que Sporting Cristal se siente más cómodo cuando tiene que salir al contragolpe. La velocidad de su ataque y la lucidez de sus volantes para lanzar el pase rápido en ataque hace, tal vez, que inconscientemente termine regalando espacio para poder aplicar eso que hace tan bien: el contragolpe. Así, mientras Garcilazo nos atacaba, Cristal intentó un par de contragolpes. El primero casi fue gol pero el parante derecho le negó el gusto a Hernán Rengifo y el segundo pasó juntito al parante izquierdo cuando Ross la cruzó solito.

Pero si alguien se fue al descanso mereciendo mejor suerte, no fuimos nosotros.

El segundo tiempo, felizmente, trajo un cambio. No sólo de jugadores (salieron Irven Ávila y Nicolás Ayr, golpeados, por Juan Carlos Mariño y Jesús Alvarez) sino también de actitud. Mejoró mucho Oscar Vílchez y Mariño se ocupó de mantener el balón y evitar que lo dejemos tan rápidamente. Destaco sobre todo lo de Neka porque estuvo demasiado flojo en el primer tiempo y su rendimiento contrastó totalmente con lo que hizo Jorge Cazulo. En el primer tiempo, Cazulo hizo de todo pero tampoco puede tener todo el tiempo todo el peso del equipo en sus espaldas. En el segundo, cuando Neka mejoró, lo de Cazulo siguió siendo bueno pero se generó mayor equilibrio que favoreció que el uruguayo se proyecte constantemente.

Y con la pelota en poder de Cristal, fue poco lo que pudo hacer Garcilazo. Renzo Sheput, que no apareció mucho en el primer tiempo, tuvo intervenciones decisivas en el segundo tiempo. Primero para marcar el segundo gol de penal y luego para abrir juego y dar muy buenos servicios. Uno de ellos fue espectacular y dejó sólo a Mariño quien mejoró aún más esta jugada al descontar a Carranza desparramándolo en el campo y añadiendo el balón a placer frente al arco desguarnecido. Un tercer gol que marcó la diferencia entre la forma de jugar que tiene este Sporting Cristal y lo que frente a ello pueden hacer los rivales.

Con los tres goles marcados, Sporting Cristal siguió yendo con Sheput, con Mariño y sobre todo con Cazulo. Un genial pase del uruguayo dejó sólo a Rengifo quien este partido no pudo marcar y luego fue el mismo Cazulo quien se encontró de cara al arco en un par de veces.

Lo visto en este segundo tiempo quiere hacer olvidar lo que pasó en el primero y lo brillante de Cazulo quiere hacer olvidar que en el primer tiempo hubieron jugadores que no se terminaron de acomodar en la cancha. Roberto Mosquera lo reconoció en la conferencia. Reconoció que Cazulo y Sheput están en un nivel superlativo y también reconoció que en el primer tiempo se dividió mucho el balón y se cometieron errores que hay que corregir. Este Cristal juega bien y da gusto verlo atacar pero … no podemos dar tantas ventajas.

La promesa de más trabajo nos da algo de tranquilidad a ese respecto. Y la entrega de los jugadores nos da mucha satisfacción. Pero, sobre todo, lo que más alegría trae es la actitud de este equipo tan distinta a lo que se ha visto en los últimos años y tan cercana a lo que todos entendemos como la forma de jugar que siempre tuvo y debe tener Sporting Cristal.

Si esto sigue en ese sentido, va a ser muy difícil que nos paren. Por lo pronto, nos toca un partido complicado: San Martín. Pero estoy seguro que, a diferencia de años anteriores, la gente celeste va a encarar este partido con un poco más de seguridad.

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