La Cancha: Sporting Cristal 1 – Sport Boys 1
Mientras los chalacos, alharacosos como ellos solos, se iban celebrando el resultado; la hinchada de Cristal – en su totalidad – dejó en el San Martín un sabor de molestia. Este empate, a pesar de todo lo que se vio en la cancha, dejó un fuerte sabor a derrota y no generó sino caras de fastidio y preocupación. Todas aquellas personas a las que vi y con quienes me encontré en el estadio tenían ese rostro de tristeza, de que el tiempo va avanzando y al final de la tarde no avanzamos.
¿Cristal jugó mejor?
Sí. Cristal jugó mejor de lo que le hemos estado viendo. Pero, claro, eso no era muy dificil ni tampoco es mucho como para sentirnos satisfechos. Habrá el optimista que dirá que este rendimiento nos permite levantar esperanzas de que el rendimiento del equipo seguirá siendo ascendente y que con un poco más de trabajo, este proyecto va a empezar a levantar vuelo. Y tal vez razón no le falte del todo pero también es cierto que lo que se viene es mucho más dificil que este partido ante un limitado Boys. Y, entonces, cabe la posibilidad que los partidos y los resultados no nos den ese tiempo para esperar la curva ascendente ni el poco de trabajo adicional que estaría haciendo falta para que empecemos a obtener resultados.
Por lo pronto, si me preguntas, el partido empezó muy bien. Reynoso lanzó un 4-1-4-1 en el que se puso – definitivamente – lo mejor que se tiene. Tal vez pueda haber discrepancia en un nombre o dos pero debemos reconocer que se presentó un equipo en el que se paró al jugador correcto en cada posición. Para empezar sorprendió gratamente el regreso de Marcio Valverde en el lateral derecho y dio tranquilidad ver a Yotún por el lateral izquierdo. Rivera y Vílchez en el centro es la dupla inamovible en nuestra plantilla. Adelante Frezzotti asumió el peso de la recuperación y se vio constamente auxiliado por jugadores de la siguiente línea. Alva por izquierda, Espinoza en el interior, Lobatón (que fue quien más ayudó a Frezzotti) y Advíncula por derecha. Mucha dinámica al inicio en el que Lobatón bajaba a apoyar la recuperación, Espinoza se liberaba en tres cuartos (casi, casi un 10) y los dos puntas cambiando constantemente de lado. A eso hay que sumarle los relevos que hacían seguido tanto Valverde como Yotún. Adelante, sólo, González Vigil.
Cristal no demoró en desaparecer al Sport Boys. Se jugaron 20 minutos muy buenos basados, principalmente, en lo mucho que hizo Espinoza (que incluso pegó un tiro libre al palo). Todo intento de Boys fue rápidamente controlado y Cristal, que recuperaba rápido, encontraba en Loba y en Fito la cuota de futbol necesaria. La cancha se empezó a inclinar y, aunque faltaba la precisión en el último pase, daba la impresión de que la diferencia fuera cuestión de tiempo.
Hasta que Espinoza desapareció (o lo controlaron los rosados) y ahí, poco a poco, Cristal fue perdiendo peso. Ya no se jugaba el mismo fútbol sino que se empezaron a lanzar pelotazos para que Advíncula o Alva puedan generar. Los pelotazos mantuvieron a Boys apretado pero mostraban que Cristal ya había perdido las ideas en el medio que hicieron buena su presentación inicial.
Un detalle: la mejor oportunidad cervecera fue un avance de Yotún que hizo el relevo y se descolgó dejando a cuanto rosado encontraba en el camino. Su intento de remate fue trabado y el balón picado fue mandado al travesaño por Alva. Gol perdido y lamento general, pero a mi me queda lo siguiente: lo mejor que hizo Cristal fue cuando buscó encarar a través de sus jugadores habilidosos. Cuando se dedicó al pelotazo, no hizo nada.