La Cancha: Alianza Lima 0 – Sporting Cristal 0

Antes siquiera de que empiece este partido, la presión ya la teníamos nosotros. La victoria de Sport Boys nos dejaba en el puesto 15 y eso implicaba que si no lográbamos ganar a Alianza Lima íbamos a estar en zona de descenso directo. Estamos en zona de descenso directo.

Desde ese punto de vista, este partido fue amarguísimo y no parecer ser sino la continuación del amargo drama celeste. Un resultado que alienta la preocupación y, sobre todo, la indignación de esta hinchada.

Ahora, existe otra forma de ver las cosas que estoy seguro va a ser la que va a ser general en La Florida aunque a la hinchada no le suene sino a más de lo mismo: el equipo consolidó el juego ordenado que se le vió por ratos en el empate ante Boys, este punto sacado de la cancha del puntero va a pesar luego ya que nuestros rivales directos aún tienen pendiente ir a esa cancha y podríamos esperar que ellos no sumen ahí, etc.

Yo no te voy a decir qué posición debes tomar. Lo que es yo voy a optar por lo siguiente:

1. Con el dolor de mi corazón, aceptar que lo único por lo que estamos luchando es la permanencia. Entonces ya no me voy a amargar el alma con comentarios tipo: “nosotros deberíamos estar luchando el primer puesto” o “Deberíamos tener equipo como para luchar por el título”, etc. Ojo, no te estoy diciendo que pasemos esta realidad por agua tibia (creo yo que los responsables de esto ya están identificados y su salida -antes o después- es la única consecuencia válida) sino que ahora hay que dejarnos de nostalgias y empezar a trabajar desde nuestra realidad.

2. Mientras vea cosas que me permitan pensar que ese objetivo (la permanencia) es posible, no pienso caer en el fatalismo ni en el apanado. Creo que existen críticas más útiles en este momento que simplemente decir que estamos hasta el cien y que se vayan todos.

Claro, repito, esa es mi opción y siento que cada uno es libre de tener la suya propia.

Ahora, ¿quieres saber qué vi ayer en la cancha de Matute?

En primer lugar te cuento un detalle. En el partido de reservas jugó casi casi lo que bien hubiera podido ser un equipo titular cervecero y uno se asusta de sólo pensarlo. Estaban Pando, Wenceslao, Granda, Lojas, Quina, Chávarry. El equipo perdió 1 a 0 en un partido que fue bien parejo pero en el que mostramos ser totalmente inofensivos. A diferencia de las reservas de Alianza que, aunque dominados por momentos, siempre dejaron la impresión de controlar la situación y tener una forma de contraarrestar el juego cervecero. El empate hubiera sido posible de no ser por un error garrafal (de dos o tres de igual caracter que le ví) de Wenceslao Fernández en salida. Último hombre, recibió una pelota comprometida ante dos delanteros que lo acosaban y en el amago para iniciar el juego, regaló el balón. El gol fue inevitable.

Ahora, el primer equipo.

A mi la formación de Reynoso me pareció coherente. Coherente con lo que tenemos y con lo que buscaba. Yo vi en el primer tiempo un 4-2-2-2 que me pareció interesante. Lanzó a Erick al arco en lo que parece un patrón rotativo que está dándose con los dos arqueros (un partido Heredia y el otro Delgado). Atrás paró la línea de cuatro que debía parar. Los seleccionados Vílchez y Revoredo en el centro, Valverde  y Yotún por los laterales. La ausencia de Germán Rivera en esta formación se explicaba sólo en el hecho de que el técnico quiso usarlo como una opción para abrir más el partido.

En el medio estuvo el cambio ya que se pusieron  dos contenciones: Casas fue añadido a apoyar a Frezzotti en la labor. Adelante de ellos, algo más abiertos, estuvieron Espinoza y Alva y; como puntas, Advíncula y González Vigil. Durante el partido se veía contínuamente cómo tanto Alva como Advíncula se pegaban más a la línea e intentaban el desborde.

En el segundo tiempo, Reynoso cambió este esquema sacando a Casas y poniendo a Rivera. El cambio hizo que Germán cubra la banda y que Yotún, rápidamente cambiado por Ross, pueda irse más arriba. Se regresó al esquema 4-1-4-1 que se mostró el partido anterior con una línea de Advíncula, Espinoza, Ross y Alva adelante de Frezotti y con el Lobo sólo adelante. Luego ingresó el Chorri en reemplazo de González Vigil, dejando que sea Alva quien estuviera más adelante. Este cambio podría haber sido distinto, creo yo. Yo hubiera apostado por la salida de Alva

Todo eso en un planteamiento en el que Cristal apostó al contragolpe y la salida rápida.

Un tema adicional que sumó a todo esto fue que Alianza jugó realmente mal.

La defensa cervecera, que tiene una jerarquía de selección y no tardó en demostrarlo, mostró mucha seguridad y fueron muy pocas las ocasiones en que corrió aprietos. Yo ví los ataques aliancistas siendo conjurados sin pasar muchos apuros y eso es algo rescatable. Luego de muchos, muchos años, vamos teniendo opciones en defensa que – si se consolidan con la celeste – van a otorgar seguridad. Pero hay que ser claro y decir que en Alianza los negros no estuvieron diablos como a veces suelen estarlo. En el ataque del local hubo mucha duda, mucha imprecisión, pocas ideas y su juego era previsible. Si mezclas esas dos situaciones, ves que el mérito de Cristal – si bien es cierto – tampoco es tan grande.

Los problemas subsisten adelante ya que sólo asegurando el cero no vamos a aspirar a mucho. Una seguidilla de empates también puede costarnos perder el objetivo por el que estamos luchando ahora. Como te comenté antes, yo ví a Cristal apostar abiertamente por el contragolpe y la salida rápida y así llevamos algunas opciones de gol. Sin embargo, sigue siendo intermitente lo de Espinoza, sigue siendo sólo esfuerzo lo del Lobo y en el caso de Alva tiene el sino de que son sus desafortunadas definiciones (el cabezazo al palo que mandó en el primer tiempo y la definición que no hizo luego de apilar aliancistas en el segundo) lo que queda en el recuerdo del hincha, borrando lo poco o mucho que pudo haber realizado durante el partido.

Creo que los centros son la forma más utilizada por Cristal y son, también, la peor forma que tiene para atacar. Los mejores momentos en ataque los vi (al igual que con el partido ante Boys) cuando se intentó jugar al fútbol por el medio o cuando se hizo la diagonal, encarando, amagando, armando jugadas. Felizmente la ausencia de Lobatón no se sintió y eso también permite pensar que, más allá de estos problemas, vamos ganando algo de sistema en el mediocampo.

¿Algo más?

Si. Personalmente yo fui a Matute sin esperar un resultado. Como dije en el post anterior, mi intención iba por ver si el equipo de Reynoso podía mantener el rendimiento, empezar a tener una regularidad y no ser el equipo vaivén que fue en la primera rueda. Si me permites una confesión, era muy poco optimista y pensaba que lo más probable es que Alianza nos ganara. Mi idea entonces era no ilusionarme con el resultado sino ver el funcionamiento del equipo.

Yo no me voy a alegrar por un empate, menos aún por éste. No estoy alegre ni satisfecho pero bienvenido sea el punto. A mi lo que me gustó fue ver que el equipo está logrando esa regularidad y si bien sería muy generoso decir que jugó bien, lo cierto es que no jugó mal para nada. Eso que es poco, hay que reconocerlo porque nosotros ya conocemos que este mismo equipo puede jugar realmente mal.

Evidentemente eso no nos salva de la situación y los números nos están diciendo que mientras el equipo va ganando “regularidad” los demás van ganando puntos y nos seguimos relegando. Esperemos que este domingo contra Sullana podamos, por fin, avanzar algo en ataque sin perder lo avanzado en defensa.

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