La Cancha: Sporting Cristal 0 – Universitario 0

Tercer empate consecutivo con la U.

Repaso mentalmente el partido y la verdad, cervecero, tengo poco que decirte al respecto. Partido trabado, de mucho mediocampo y con pocas emociones. Con protagonismo compartido entre los dos equipos y sin dejar alegrías. Sin embargo, y gracias al cielo, nuestra situación es distinta a la de los otros. ¿Por qué lo digo? Porque diera la impresión de que tenemos una luz al final del túnel.

Julinho recibió el homenaje de la hinchada y de la dirigencia.

Así que ¿para qué te voy a hablar de los ataques de Cristal que se chocaron contra los centrales de la U?, del juego trabado en el mediocampo, de los momentos de dominio que se turnaron en ambos lados de la línea del centro. Eso ya lo viste, ya lo oíste y ya lo sabes. Más bien, te voy a contar algunas cositas que yo vi ayer y que grafican un poco porqué te digo que hay una luz en el fondo del túnel.

1. Que Reynoso es un trabajador de la estrategia es algo que ya todos sabemos. Lo que llama la atención es la forma distinta cómo vive el partido. Lejos del histrionísmo folclórico de Costas, por ejemplo, Juan vive el partido cuidando lo que fue su sudor de la semana. No sorprende entonces, sus llamadas de atención y sus molestias cuando el equipo falla pases o movimientos que, en teoría, son lo que han trabajado durante la semana. Reynoso se imagina un partido y trabaja pensando en él y quiere, espera, que su equipo plasme en la cancha lo que se ha trabajado.

El Extremo Celeste estuvo presente desde temprano

Y esa llamada de atención, lo noté, funciona como un catalizador de su equipo. Lejos de resignarse en la falta, he visto a los jugadores preocuparse de no recibir la molestia de Juan y de subsanar su error para no perder el favor de la mirada del técnico.

¿El resultado? Ayer se vio un equipo con una mayor disciplina táctica, con mucha mayor actitud para el despliegue y con una mucho mayor precisión en su juego. A diferencia de años anteriores, en Cristal los jugadores han pensado los pases. Y, lo que es mejor, en algunos momentos ya ni se pensaron sino que se hicieron y se hicieron bien. Eso me mostró algo de trabajo en cosas que hasta hace un par de semanas no teníamos: jugadas preparadas.

Claro, no te voy a mentir. No es que el partido fue un sólo de jugadas precisas y perfectas. Lo que he visto han sido momentos, ejemplos, muestras. Si esto se llega a concretar, vamos a volver a ver cosas bonitas.

Mientras tanto, tuvimos algunas mujeres bonitas bailando en la cancha.

2. Una muestra de esto que te cuento se dio en el primer tiempo. Granda, que jugaba en la punta derecha, había equivocado un pase y luego, al siguiente, paró mal la pelota, se tropezó con ella y pasó un susto por que justo vino corriendo Fano a buscar quitársela. Granda tuvo que hacer dos jugadas más para cuidar el balón y la jugada se perdió en otra cosa.

Reynoso, que había trabajado esas jugadas de cambio de sector largamente en estos días, se molestó y mandó un mensaje clarísimo: saltaron Marcio Valverde (por fin recuperado) y Jean Pierre Cáncar a calentar. No iban ni 20 minutos y el mensaje del banco era claro: si estas nervioso, si te olvidaste de lo trabajado, o tal vez no quieras hacerlo, la paciencia no va a ser infinita.

El mensaje fue rápidamente recibido. Granda se aplicó mejor e incluso en la siguiente jugada sirvió una pelota venenosa al área chica visitante que ningún delantero pudo añadir.

Habrá quien dirá que eso es presionar a los jugadores. Pero si te pones un momento a pensar, coincidirás conmigo en que ellos son – en teoría – jugadores profesionales. Es decir, viven de eso y supuestamente saben hacerlo bien. Ese es todo el motivo necesario para exigirles, creo yo, que sepan dar un buen pase y que puedan parar una pelota. A mi parecer, Reynoso tiene la intención de exigirles como profesionales que son y de dejar de lado la visión benévola y protectora a los jugadores, tratándolos como si recién estuvieran aprendiendo.

La fiesta en el San Martín

3. ¿Qué pasó con Chávarry? Más de uno esperaba verlo en el equipo o, por lo menos, en la banca. Quien estuvo por accidente, incluso, se debe haber sorprendido al ver a Diego con ropa de calle. En efecto, Chávarry no fue convocado para este partido y ni siquiera se le programó en reservas. Eso fue lo que pasó. Reynoso no contó con él.

¿Por qué?

Bueno, he escuchado muchas versiones. La más creíble señala que Reynoso se habría molestado porque Chávarry no le puso la seriedad necesaria a un entrenamiento. Lo descartó para la semana y lo mandó a trotar. ¿Por qué es más creíble? Te la pongo así: Chávarry es un jugadorazo pero hace ya bastante tiempo tenía poses de estrella y eso ya te lo he contado largamente durante el partido con Alianza Lima y el último partido contra Cobresol. Rivarola lo protegía porque lo veía como la estrella de la plantilla. El muchacho se creció aún más y al parecer las mañas y las poses las siguió aplicando. No me parece extraño entonces que el técnico haya aplicado un poco de disciplina y que por eso – sacrificando al jugador en favor del equipo – prescindió de contar con él en este partido.

Me imagino que lo de Espínola también pasa por algo similar. Aunque el paraguayo no andaba con poses de estrella, me imagino que tal vez habría habido una crítica al trabajo de Reynoso o a sus disposiciones.

4. Casas y Escalada, dos habituales de las formaciones de Cristal jugaron en reserva. A Yancarlo luego se le vio en la tribuna. Esta decisión llamó la atención y mucho, pero a mi me queda una impresión y es que, conociendo a Reynoso, el hecho de tenerlos jugando en la reserva lo entendería más como una intención clara del técnico de que se mantengan con ritmo futbolístico. ¿Se acuerdan de las rotaciones? Bueno, nuestra plantilla no alcanza para eso pero el tener a estos jugadores en actividad lo veo yo como “pon las botellas a helar que ahorita las vamos a necesitar“. No descarto el regreso de estos jugadores al primer equipo en cualquier momento y, de la misma manera, no descarto que mas de uno que estuvo en la cancha o en la banca en este partido lo veamos reforzando la reserva en las siguientes fechas.

Juan Reynoso, el técnico y sus decisiones. Protagonistas de estos días.

5. Reapareció Marcio Valverde y reapareció bien. Aún falto de fútbol y de actividad, es una alegría que haya podido recuperarse. Ahora sólo le falta explotar para volver a ser aquel jugador que brilló en Sullana y que todos querían contratar.

6. Que buen partido jugó Lobatón. Se notaba que se sentía mucho más cómodo jugando con un equipo que ponía todo. El mismo Loba encontró mejor respuesta de sus compañeros y por eso se lanzó a jugar. A pesar de ser un partido trabado en el mediocampo, Lobatón fue el que más peligro trajo con sus remates desde fuera.

Ni bien empezó el partido, Yotúm tuvo esta.

7. Señores, parémonos y démosle al Chorri un aplauso. ¡Qué despliegue de este jugador! La mejor muestra de lo mucho que gravitó en el equipo es lo mucho que se perdió cuando salio de la cancha para ser reemplazado por un ahora intrascendente Sánchez.

Y es que, si te pones a recordar un poco, cuando Reynoso tuvo que sacar a Palacios y a Lobatón – agotadísimos ambos – el equipo resintió su falta. La U se empezó a soltar un poco más y nos presionó a nuestra cancha.

8. Para terminar. ¿Se han dado cuenta que Advíncula ya no corre como loquito hasta el borde la cancha para sacar la pelota a cualquier lado? ¿Notaron que ahora en tres cuartos ya intentaba siempre la diagonal? Claro que es más difícil y le salieron pocas. ¿Qué dicen? ¿de pronto el jugador decidió jugar? o eso una orden desde el banco. Concluyan ustedes, yo se las dejo ahí picando.

Advíncula y la instrucción de un juego distinto. Por cierto, ¿ven la tribuna? Esa es occidente y está repleta. Que linda tribuna cervecera. Más de un jugador de la U preguntaba con qué habíamos pintado esos asientos que hasta parece que las personas estaban vivas. Pobrecillos.

El 0 a 0 es fastidioso por varias razones. Una vez más la U se marcha sin perder del San Martín y nosotros nos vamos alejando cada vez más de los puestos de adelante. Si te detienes a analizar eso como un titular de periódico, te vas molesto. Pero, amigo cervecero, si analizamos otras cosas como el juego del equipo y estos indicios que te menciono y que nos llevan a pensar que hay cosas nuevas en el Rímac, uno empieza a tener motivos para sonreir.

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