Extraño todo el revuelo de los últimos días, ¿verdad?

Primero sale el Director Gerente del club, que en teoría es el segundo hombre más fuerte sólo debajo de Cantuarias, a quejarse del arbitraje y a informar que la Conar y la ANAP han admitido la queja cervecera y han decidio mandar a Robert Rafael a la “congeladora” y que le han asegurado que este pito nunca más se va a presentar en partidos de Cristal.

Eso llamó la atención por varias aristas. ¿La más llamativa? Mucha severidad para una queja de la primera fecha del campeonato.

Rafael entrando a la cancha.

Rafael entrando a la cancha.

Hoy, como natural respuesta, salió Rafael a decir que él respeta la decisión de su gremio y que, hasta ahora, nadie le ha comunicado que lo estén mandando a la congeladora.

La verdad, amigo cervecero, Rafael pitó mal y su actuación perjudicó a Sporting Cristal. Eso es incontrovertible. Pero a mi me termina sorprendiendo más la reacción de Sporting Cristal.

Osea, aún tengo en la retina las imágenes de hace un par de años cuando Juan Carlos Oblitas declarando tan pausadamente como suele hacerlo y diciendo que en Cristal respetamos a los árbitros, que nunca nos quejamos, que entendemos y todo lo demás. Y es que en serio lo hacíamos. Osea, arbitrajes malos nos tocaban y siempre se decían dos o tres palabras pero nada más. Cristal no hacía problemas.

Y es que lo de los últimos días puede verse de una manera superficial: El árbitro perjudicó a Sporting Cristal y Sporting Cristal se queja y deja bien en claro su posición para que el siguiente no se quiera pasar de vivo. ¡Que bien por Sporting Cristal y su nueva posición de firmeza frente a los árbitros!

Pero … ¿es para tanto?

Disculpame pero, si bien el arbitraje de Rafael fue malo, no ha sido el más malo que hemos tenido. Es más, recuerdo peores. Inclusive el 2009 cuando el animal ese de Leandro Fleitas casi lo rompe a Aliberti, la dirigencia no dijo nada.

¿Por qué ahora tanta molestia?

A mi me parece que hay algo más. Algo distinto a la supuesta “nueva posición de firmeza de Sporting Cristal contra los árbitros que le perjudican“. Hay algo que subyace. Esta actitud no es espontánea.

Y es que, todo lo que rodeó a esta queja – que bien pudo hacerse como siempre lo hicimos, sin llamar a la prensa y sin hablar de congeladoras y demás cosas – me hace pensar que existe un real interés en resaltar la (poca o nula en mi punto de vista) responsabilidad de Rafael en la derrota cervecera de este domingo. Como si se quisiera dejar en claro que el culpable de este resultado es el árbitro y por eso … inclemencia con él.

Y ahí las cosas me dejan de parecer bien.

¿Cuál sería el sentido de hacer eso?

Pues, evidentemente, aflojar la presión al técnico y al equipo que ha formado que – tras cuatro malos partidos – está a un paso de estar completamente con roche.

La idea, entonces, sería sacar del foco a Rivarola y al equipo y mandar algún incauto a los leones. ¿A quien? Pues al pelotudo del árbitro que se comió dos penales.

¡Cortina de humo, señores!

La idea es que la hinchada nos vayamos contra Rafael y digamos “A Cristal le robaron el partido”, “el árbitro tiene la culpa”, “que bueno que no arbitre más a Cristal”, “menos mal que ahora sólo nos arbitrarán FIFAs” y todo lo demás. De tal forma, dejamos de pensar en que Espínola cerró el último partido jugando de delantero centro, que los laterales no solucionan, que el mediocampo no existe, que la defensa está fragil , que el equipo carece de precisión en los pases y que, para resumir, Cristal no juega a nada.

En fin.

La dirigencia utiliza un medio legítimo, creo yo, para intentar darle algo de aire y tranquilidad a su equipo pero … ¿qué pasa si Boys y Alianza nos ganan con todo y árbitros FIFA y Cristal sigue sin jugar a nada? ¿A quién le vamos a echar la culpa? ¿A quién mandamos a la congeladora?

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