La Cancha: Sporting Cristal 1- Arsenal F.C. 0

Un partido tan feo sólo puede servir para la estadística: Triunfo cervecero frente a un equipo argentino de primera división. Este no es el Estudiantes de La Plata a quien ganamos el 2009 pero en una época tan flaca como la actual, todo número sirve. Claro, hay que anotarlo, ayer Arsenal jugó con mayoría de suplentes.

Te voy a ser sincero, amigo celeste, el partido me confundió mucho. Lo único que he sacado en claro es el esfuerzo del técnico en intentar buscarle una ubicación a esta defensa. Los cambios de sistema durante el partido (pasó constantemente de jugar con tres al fondo a jugar con cuatro, rotando jugadores y posiciones) son clave de ese esfuerzo. Aunque, para serte sincero, no sé si haya conseguido algo. Hay que reconocer, eso sí, que esta defensa – que se mostró tan endeble ante América – se paró mejor. Vílchez estuvo más acertado e incluso Espínola se equivocó menos.

La vuelta de un Lobatón le dio al mediocampo algo más de solidez. Lo mismo con la dupla Casas – Espejo que, ante un equipo argentino de poco ataque, le dio a Rivarola motivo para experimentar más el ataque que la contención. Las pelotas, sin embargo, llegaron poco adelante y ni Ximénez ni Pando ni Escalada tuvieron ocasiones claras de gol. Pando, tal vez, haya sido el que más veces tuvo opciones pero sus cabezazos, bien dirigidos a mi ver, no encontraron destino de gol.

Tras el gol de Sporting Cristal – soberbio tiro libre de Carlos Lobatón – el partido entró en un remolino de violencia. Los argentinos se picaron y se empezó a ensuciar el partido. La defensa de Cristal mostró que no arrugó y controló bien los ataques de fútbol como los de patada. Igual, el partido ya no permitió ver nada claro. Empujones, faltas, algún que otro golpe y varias palabras hicieron que hubieran tres expulsados (dos argentinos y el celeste Torrejón).

Así, mientras la hinchada cervecera que llegó hasta la refrigeradora de Ate se llevaba banderas del local, Cristal sumó su primera victoria internacional en el año. Un partido que no sirve para dar seguridad con miras al campeonato pero si para dar algo de tranquilidad. La impresión que me deja es que Rivarola tiene claro los problemas del equipo (bueno, todos tenemos claros los problemas del equipo) y se le nota una intención constante de resolverlos. Esos cambios de sistema durante este partido de preparación me hacen pensar en que tal vez este técnico sea de aquellos que aventuran soluciones durante el partido cuando las cosas no salen bien. Algo que, lamentablemente, no tuvimos el año pasado.

Hay que seguir avanzando. El domingo viene Melgar.

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