La Cancha: Alianza Lima 3 – Sporting Cristal 1

¡Que pocas ganas que tengo de escribir sobre este partido!

En serio, celeste, ya cansa estar cada fecha repitiendo lo mismo una y otra y otra vez. Me imagino que a ti también te cansa estar leyendo una y otra vez la misma crítica. Sobre todo creo que ya todos estamos cansados de estar viendo, una y otra vez, la misma historia en cada partido que juegue Sporting Cristal.

Siento que la verdad es que todos sabíamos que este equipo no tiene muchos argumentos como para sacar adelante un partido de las características de éste que jugamos frente a Alianza Lima. Que nuestra esperanza de un resultado positivo pasaba más por lo que se puede hacer en un clásico y porque Alianza siga con ese juego tan errático que ha mostrado en sus últimos partidos. Creo que deben ser muy pocos hinchas los que realmente sentían que teníamos argumentos o una clara superioridad a este rival.

Y esto pasa por responsabilidad de los niveles de la institución. No estamos seguros que los jugadores que tenemos puedan rendir de forma regular y brindarnos una buena presentación y tampoco estamos seguros de que Rivera pueda encontrarle la vuelta a un partido que se pintaba complicado.

Y así como hay que recordar la insufrible inoperancia de Martínez, la confusión de toda la defensa, la forma como desaparece Yotúm cuando lo regresan al puesto donde se lució el año pasado, la lentitud y torpeza de Pérez, el hecho de que Lobatón y Ximénez (aún lesionados) no tengan el nivel que se les conoce, que el Chorri ya no resuelve las cosas y la falta de recursos de Casas; también debemos recordar que nuevamente Cristal jugó a nada. Que Rivera planteó mal el partido escogiendo mal a los jugadores que lanzó a la cancha. Que sus cambios no trajeron ningún tipo de efecto en el funcionamiento del equipo y que deja, cada vez más clara, la sensación de que no tenemos estrategia para jugar.

Entonces, si yo me pongo a hablar de la buena definición de Pando y de las buenas atajadas de Erick, vas a sentir que te estoy mintiendo. Por que no es cierto que este Cristal juegue bien. Yo no lo veo así.

Siento que somos un equipo tan frágil como un barco de papel y que un equipo como este Alianza Lima, que no ha jugado un buen partido tampoco, nos puede ganar con poco. Y hasta nos hubiera podido humillar de no haber sido por Erick que evitó otros tantos goles.

Siento que este equipo 2010 juega aún peor que el equipo 2009. Que los jugadores corren en la cancha pero no tienen la menor idea de qué hacer, de cómo atacar, de cómo defender, de cómo no estorbarse a ellos mismos, de cómo no marcarse a ellos mismos, de cómo abrir defensas cerradas, de cómo aprovechar espacios abiertos.

Vistas así las cosas, era dificil comentar hoy otra cosa que no sea una derrota.

Me preguntas ¿qué se puede hacer?

Mi respuesta va por un sólo lado: para empezar, dejarnos de mentiras.

Que no vengan los directivos o el técnico a decirnos que este año no es malo porque promocionamos juveniles. Ayer en la cancha no había ningún juvenil promocionado este año. Que no venga el Chorri a decirme que jugamos el mejor fútbol porque él sabe que no es cierto y aunque su condición de líder le impida ir en contra de su propio equipo, tampoco tiene que venir a querer dorarnos la píldora.

Dejémonos de mentiras y llamemos las cosas por su nombre.

Rivera aceptó jugar este año con un equipo lleno de jugadores de bajo nivel. El aceptó ese reto y se planteó dos objetivos: uno posible y uno deseable. El posible era clasificar a la sudamericana y el deseable era campeonar. El deseable ya ha sido totalmente descartado y el posible está a un paso de tornarse en imposible.

Aparte de eso, la tarea de Rivera era consolidar un equipo e iniciar un proyecto. El equipo no se ha consolidado y no veo cómo pueda seguir este proyecto que es, hoy por hoy, tan cuestionado.

Salvo Advíncula, que dio más de lo que se esperaba, Pando, que viene mostrándose interesante, Cueto, que aún no termina de asentarse, y Delgado, que dio lo que se esperaba de él, los refuerzos y las renovaciones han dado menos de lo que se conocía y se esperaba.

Esto, dejemos de mentirnos, va a directo a ser un fracaso. Así, con todas sus letras.

¿Cómo vamos a encajar esto?

¿Qué vas a decirle a la gente, Víctor? ¿Vas a querer agarrarnos de tontos y decirnos que te sientes conforme con lo que has hecho este año?

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