La Cancha: Sporting Cristal 0 – Universidad César Vallejo 1

¡Que inofensivo es este Sporting Cristal!

El partido se hubiera podido jugar durante tres días seguidos y estoy seguro que el equipo vestido de celeste no habría podido marcar un gol.

Es cierto que el gol tempranero – dudoso penal de Fernández a Aponte – cambió el desarrollo del partido. A partir de ahí, Vallejo se decidió a defender su diferencia y contragolpear y Cristal se vio – aún más – obligado a salir y buscar el partido.

Candelo la manda a un lado, Erick se tira al otro.

Y al inicio lo buscó bien, ¿eh? El ataque fue incesante y tanto Palacios, Lobatón, Yotúm, Ísmodes y Ximénez buscaron con todo aunque con poca fortuna. Yo, personalmente, noté que no se ponían de acuerdo. Habían muchas ansias y más de una vez se confundieron entre ellos mismos. Así, la pelota que venía perfilada para Ximénez terminaba siendo pateada mal por Palacios o Yotúm, por ejemplo, por que el ímpetu del último descolocó al primero. Cristal era muchas ganas y pocas ideas.

Es esta falta de ideas la que se fue apoderando del equipo que terminó el partido lanzando centros sin ton ni son.

Y es acá dónde creo que la responsabilidad de otro partido desperdiciado es principalmente de Rivera.

Claro, me dirán, Rivera no es el que no puede sacar un buen centro. Rivera no es quien marra el pasa o remata despacio. Pero hay una cosa que a mi me parece esencial: a fin de cuentas Vallejo terminó planteando el mismo partido que siete días antes planteó Cienciano. Y lo indignante es que Cristal terminó mostrando las mismas falencias que siete días antes ante Cienciano.

En un partido idéntico, Cristal no mostró nuevas ideas ni estrategias ni soluciones ni opciones. Cristal jugó básicamente a lo mismo y eso me lleva a plantear una pregunta. Profe, ¿en la semana se trabajó como enfrentarse a situaciones así? ¿O simplemente se pensó que con el regreso de Lobatón y Palacios el ataque se iba a arreglar sólo? Porque fácil esa fue la idea y la semana la pasamos tratando de hacer más fuerte una defensa endeble. Pero … si no fue así y efectivamente se trabajaron opciones de ataque, de presionar defensas cerradas, de variantes ofensivas, ¿por qué el equipo terminó jugando a lo mismo?

¿Y qué es lo mismo? Te lo grafico de esta manera, Cervecero: Ximénez mide un metro setenta y cinco, aprox. Estaba como único punta y estaba rodeado de tres centrales que lo superaban en estatura. Además se enfrentaba a un arquero que no sólo era más alto que Ximénez sino que siempre ha sido reconocido por que sabe salir a los cortes. El Chino Ximénez, entonces, tenía todas las de perder en las jugadas aéreas. Y a pesar de eso tenía cuatro (sí, cuatro) jugadores que sólo le mandaban centros. Valverde e Ísmodes por derecha y Yotúm con Advíncula por izquierda se dedicaron a sacar centro tras centro. ¿Es eso una idea clara de ataque? ¿Dónde estuvo la guía desde el banco para que el equipo no desperdicie el tiempo?

¿Por qué Cristal no tuvo un sólo remate claro al arco?

¿Decir que Vallejo “se cerró atrás” es la explicación de todo? ¿Qué equipo no viene al San Martín a cerrarse atrás? Lo hacen todos e igual ganamos. Entonces no me digas que el partido se perdió por que los trujillanos se cerraron atrás. El partido se perdió por que Cristal no supo jamás cómo atacar. Tuvo la pelota los 90 minutos y no supo armar una sola jugada de ataque. ¿Es esto responsabilidad sólo de los jugadores? Ten en cuenta, Cervecero, que Cristal puso lo mejor de su plantilla. Estuvieron Valverde, Yotúm, Ísmodes, Palacios, Lobatón, Ximénez, Sánchez. ¿Faltó alguien?

¿Y entonces?

Disculpame, Chino, pero aunque te indignes con el árbitro – que es otro tema – yo sigo creyendo que la responsabilidad es tuya. Que nuevamente te equivocaste durante el partido y que no tuviste la reacción necesaria para que tu equipo no pierda el tiempo en jugadas intrascendentes y empiece a aprovechar los puntos débiles de los trujillanos.

Por eso digo que tú equipo podría seguir jugando durante horas y días e igual – a punta de centro lanzado a cualquier lado – no habría anotado jamás.

Y esto fastidia por que es el segundo partido consecutivo que sucede. La primera vez, vaya y pase. Se confía en que te diste cuenta y que en la semana corregirás. Pero ¿dos semanas la misma cantaleta? Por favor.

Es cierto que el penal de Vallejo es dudoso. Es cierto que lesionaron malamente a Valverde y que Vallejo debió quedarse con 10, es cierto que el árbitro no nos cobró un par de jugadas que hubieran podido ser penal. Es cierto que nos inclinó la cancha. Pero basarse en eso como única explicación es engañarnos. Volver a decir que esto es así por que nuestra plantilla es corta es engañarnos. La verdad es que este Cristal tuyo – con el que llevas casi medio año – no juega a nada, que sus virtudes son como la luz de un flash: dura un instante y luego todo es oscuridad. Por que no se puede perder de vista que de los últimos diez partidos sólo ganamos cuatro y que en siete de ellos la impresión no ha sido buena. Que de los cuatro últimos partidos consecutivos que jugamos en Lima sólo hemos conseguido cuatro puntos. Que se siente que este equipo, lejos de alcanzar un rendimiento, está cayéndose y que de los cinco partidos que se vienen, cuatro son de terror (Melgar en Arequipa, la U, León en Huánuco y San Martín).

Y además por que a estas alturas ya no viene a caso discutir el bajo nivel que tienen, por ejemplo, Fernández y Reyes. Eso ya lo sabemos y esta claro. La pregunta no viene a ser si esos jugadores tienen nivel como para quedarse en Sporting Cristal. Es claro que no lo tienen. La pregunta viene a ser ¿por qué el técnico sigue apostando por un sistema de juego en el que tiene que tomar en cuenta necesariamente a esos jugadores?

Ojo. Acá nadie está pidiendo cambios. Tú estas en este carro y así debe seguir siendo. Tú eres el profesional y tú debes saber qué haces pero la verdad es que … estamos regalando los puntos. Mientras sigues apostando por un sistema que no sirve para los jugadores que tienes (si no tienes laterales … ¿por qué insistir en jugar con laterales?) Cristal va perdiendo puntos que podrían ganarse (ningunos de los rivales que nos ganan demuestran ser superiores) y tú equipo va resignando las posibilidades por las que debería luchar.

Habrá cosas que replantearse, tal vez.

La bronca por este partido va a pasar. La confianza por tú equipo va a renacer. Pero ten en cuenta que esta hinchada no está para que se desprecien sus ilusiones. Todos creemos que trabajo hay, lo que nos preguntamos es si ese trabajo está siendo dirigido por el rumbo correcto. Los últimos resultados nos hacen dudar mucho de ello.