La Cancha: Sport Boys 1 – Sporting Cristal 2

Cualquier otro resultado habría sido un castigo para Sporting Cristal.

El Chino Rivera había mandado  un mediocampo novedoso para este partido. Delgado en el arco, Fernández por izquierda, Lojas y Pérez como centrales, y Jean Pierre Cáncar por derecha. Tordoya y Carranza se iban a encargar de la contención mientras que Palacios y Valverde iban adelante. Ximénez y Villareal completaron el equipo.

Varias reflexiones. Ante lo corto del equipo, Pérez tuvo que regresar a la defensa y dio un mejor partido. Por algún extraño sortilegio, Pérez jugando de central es todo lo que no es jugando en la contención. Se complica menos, marca mejor, comete menos faltas y resuelve con más facilidad. Tordoya estuvo demasiado peleado con el balón. Aunque recibió el beneficio de la duda, la verdad es que no resolvió nada y fueron más las oportunidades en las que se complicó.

(foto:peru.com)

(foto:peru.com)

Lamentablemente, el problema está adelante dónde seguimos siendo un equipo de fútbol lento y totalmente predecible y sin explosión. Y ojo, que al frente tuvimos un equipo demasiado ligerito. Boys podrá ser todo lo que quieras, jugando de local y con su gente, pero el equipo que se presentó hoy para enfrentar a Cristal fue un equipo demasiado ligerito y que, en condiciones normales, no debió significar complicación alguna.

Sin embargo, nos complicó y sufrimos demasiado para poder ganar este partido.

A pesar de ello, este triunfo tiene un buen sabor. Sabor a tranquilidad por venir luego de una semana demasiado complicada. Sabor a tranquilidad tras contar con un equipo con demasiados jugadores lesionados. Sabor a tranquilidad por que una derrota – aparte de inmerecida – nos habría arrastrado a una situación demasiado incómoda en la interna.

El primer gol vino rápido y fue producto de dos intervenciones. Primera, la jugadaza del Chino Ximénez que recibió el balón de un saque lateral y, tras acomodarse con la cabeza, dio una limpia vuelta y remató. La segunda fue el deficiente bloqueo que hizo de ese remate el arquero rosado. Deficiente por que el balón quedó suelto en el área y Tarek Carranza aprovechó que la defensa era de palo. Corrió hacia el balón y provocó un rebote que hizo las veces de centro. La pelota quedó para que Villareal añada de cabeza sin ningún problema.

El gol dio la impresión que se iniciaba un partido manejable pero Cristal no tuvo la forma de resolver. Cáncar salió lesionado al poco rato y dejó el lugar a Reyes que entró bien. Lo preocupante es que, fuera de esa, no pudimos crear otra situación clara. Y el gol del Boys no hizo sino complicarnos.

Fue un gol totalmente válido, debemos decir. El problema fue que la defensa de Cristal asumió que el juego se había detenido por la posición adelantada de Carty cuando el árbitro no había pitado nada. El otro problema fue que Reátegui, tras señalar la posición adelantada de Carty, volvió a levantar la bandera cuando Gárate – que arrancó totalmente habilitado – iba al arco. Eso distrajo a toda la defensa celeste que se había quedado parada y al mismo Loco que desprotegió su arco y salio a recoger el balón ya pensando en cobrar el offside que nadie pitó.

El empate fue el premio para el Boys que celebró como si hubieran ascendido de nuevo.

El segundo tiempo fue realmente trabado y aburrido. Boys se cansó rápido y a pesar de eso, Cristal no podía generar fútbol. Sólo hubo tres jugadas importantes. Un remate de Advíncula, que entró bien por Valverde, pasó cerca del segundo palo del arquero porteño; un penal contra el mismo moreno que Pacheco increiblemente cobró para afuera y que encima significó amarilla para el celeste; y el gol.

Si Cristal ganó fue por que tenía más resto físico que el local y por eso los últimos veinte minutos los jugó en su campo. En cualquier otra situación, esto habría ofrecido seguridad. Pero este Cristal no ofrece seguridad. Siempre existía el miedo de un error que nos termine de costar el partido.

Advíncula corrió y sacó un muy buen centro. Era el minuto 88′ del partido y Ximénez – que mete más sacrificio que nadie – se elevó y desvió el balón hacia el fondo del arco rosado. El grito volvió a su garganta y mientras el Extremo dejaba de guardar sus banderas y se ponía a alentar, el Chino Rivera gritaba el gol con toda la tensión que tenía acumulada.

Ximénez celebra el gol de la victoria (foto:peru.com)

Ximénez celebra el gol de la victoria (foto:peru.com)

Los minutos restantes fueron quemados rápidamente y Cristal se llevó a La Florida un triunfo que deja más en lo moral y anímico que en lo futbolístico.

¿Algo más?

Si. Reyes y Fernández se mostraron mejor que en otros partidos. Es cierto también que Boys no nos puso a prueba, pero debemos reconocer cuando uno ve un juego correcto. Al Chorri hay que seguir aplaudiéndole el corazón por que no sólo intentó sino que también se multiplicó para defender cuando no había cómo. Carranza tuvo un buen partido. Si bien empezó algo nervioso (entendible considerando que este fue debut) se terminó asentando y mostró que tiene caña para ser el reemplazante de Lobatón.

Otra cosa. Más lesionados. En este partido, a parte de Cáncar que tiene un esguince, quedaron golpeados Reyes y Lojas. Es más, Lojas jugó golpeado gran parte del segundo tiempo. Esto no hace sino preocupar.

Pero lo más rescatable es que en este partido volvimos a ver la actitud que estuvo ausente ante San Martín. Ya sabemos que con actitud no siempre se ganan los partidos pero, definitivamente, es lo único que no nos debe faltar. Nunca.

Este resultado deja esa tranquilidad. La necesaria para entrenar tranquilos y esperar el partido ante Huancayo con ilusión. Ilusión de que podemos mantener el paso e ir mejorando. Quizá volvamos pronto a tener un juego para ilusionarnos a fin de año.

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