Balance del 2009- Parte I

I. ¿Por qué hablamos de “fracaso”?

En esta oportunidad tengo la posibilidad de iniciar esta crónica con una afirmación que, gracias a su contundencia, no requiere mayor demostración: “La campaña 2009 fue, para todos los que estamos relacionados con Sporting Cristal un completo fracaso”.

La idea que motiva iniciar esta crónica es tratar de entender por qué las cosas nos fueron tan mal pero, antes de empezar a analizar todos los elementos que tenemos para poder entender la situación creo que es necesario aclarar un poco por qué la hinchada de Sporting Cristal (con la que estamos más cerca y a la que nos debemos) considera que este 2009 es un fracaso.

Y para ello considero que existen algunas razones:

1. Este año se esperaba un título.

El decir que “Sporting Cristal es un grande y, como tal, siempre espera ganar el campeonato” es una frase que por cliché queda chica respecto a lo que la hinchada esperaba este 2009. En efecto, se esperaba el título pero no sólo por que Sporting Cristal sea un grande ya que a ello hay que añadir un elemento que viene de dos años atrás: la campaña del 2007.

Cristal 2007

Cristal 2007

El 2007, Sporting Cristal jugó la baja durante gran parte del campeonato y, aunque mostró una elevación en su juego durante toda la segunda parte del campeonato clausura de ese año, recién pudo salvarse definitivamente en la última fecha del torneo. La hinchada se unió y apoyó en masa a un equipo que se esforzó y logró lo que en algún momento de esa campaña parecía una hazaña inalcanzable.

Una hinchada como la del Sporting Cristal, acostumbrada a ser testigo de las páginas más gloriosas del fútbol peruano, esperó – como no podría ser de otra manera – que luego de ese fracaso se logre el título. Era el “resarcimiento natural” que la gente esperaba. Sin embargo, este no se logró por que durante el campeonato pasado nos enfrentamos a equipos que mostraron un mejor funcionamiento como Universitario y San Martín, que a la postre fueron los campeones.

Así y todo, Sporting Cristal logró el tercer puesto en ese campeonato y eso, en algo, lavó la afrentaque la hinchada recibió el año anterior. Si bien no se lograba el objetivo que se esperaba, por lo menos se volvió a tener un Sporting Cristal que peleaba arriba. El malestar de la hinchada no fue mayor por que, tal como se dijo en algún momento ese año, el equipo que se armó estaba aún “ligerito” y no se le podía exigir – en ese momento – mucho más.

Cristal 2008

Cristal 2008

Pero para el 2009 ya no habían excusas. Sólo había una opción para que la hinchada terminara de olvidar todo lo malo que significó el 2007. Sólo había una forma en que este equipo pueda pagar la deuda que tenía con la hichada, sí, pero también con su historia y su calidad de equipo grande. El 2009 sólo podía salvarse campeonando y eso lo teníamos bien claro todos.

Sin embargo, no sólo no se campeonó sino que se quedó en el décimo lugar de dieciséis equipos participantes. Más abajo de la mitad de la tabla.

2. No se le pudo ganar a los grandes.

A diferencia de equipos chicos con aspiraciones como San Martín, Aurich o Cienciano, Sporting Cristal se enfrenta a una exigencia adicional cada año y son los clásicos. Los clásicos son un tema aparte y si bien el equipo que campeona puede no darle mucha importancia al resultado de esos partidos, durante el torneo cada uno de estos tiene una importancia esencial. Entonces, a Cristal no le urge sólo campeonar sino que también debe mostrar una superioridad frente a Universitario y Alianza Lima.

Hurtado nunca pudo contra Galván.

Hurtado nunca pudo contra Galván.

Si bien han habido campeonatos en los que no hemos podido ganar a estos equipos, este año la exigencia de la hinchada también pasaba necesariamente por superar exitosamente los enfrentamientos con estos equipos.

González Vigil nos acaba de voltear un partido.

González Vigil nos acaba de voltear un partido.

Sin embargo este año no hemos podido ganarle ni a Universitario, ni a Alianza Lima (por más de que estos últimos nos empataron un partido en que fuimos ampliamente superiores) y, si eso fuera poco, tampoco pudimos con la Universidad San Martín ni con Cienciano del Cusco. En pocas palabras: nos pasamos un año entero sin poder ganarle a los equipos a los que había que ganarles.

3. La directiva, el plantel y el comando técnico se enfrentaron abiertamente con la hinchada.

Durante el año la armonía entre el equipo y la hinchada estuvo fracturada la mayor parte del tiempo. Desde la contratación de Flavio Maestri se notó una suerte de rompimiento. Pero lo que generó el ambiente de tensión total no fueron sólo los malos resultados sino el abierto desprecio a la hinchada por parte de los jugadores y el comando técnico.

Prado fue el que más declaró contra la hinchada.

Prado fue el que más declaró contra la hinchada.

Durante el año no fueron raras las declaraciones – algunas directas y otras “sembradas” por la prensa amarilla – en las que algún jugador menospreciaba el grito que venía de la tribuna o realizaban infelices comparaciones con hinchadas rivales. Ello generó un clima poco agradable que tuvo su climax cuando unos cuantos sujetosintentaron “ajustar” al técnico y a los jugadores.

4. No se identificó un patrón de juego y hubo una flagrante falta de actitud.

No se encuentran explicaciones.

No se encuentran explicaciones.

No fueron pocos los partidos en los que Sporting Cristal jugó a nada y se dejó avasallar por escuadras que no eran superiores y que simplemente mostraban orden. Esto, sumado a la falta de actitud que se vió en otros encuentros desencantaron a la hinchada y le restaron confianza al plantel sobretodo considerando que Sporting Cristal es un cuadro en cuya historia siempre se privilegiaron dos cosas: orden y habilidad. Ver un Cristal que no jugaba a nada y con jugadores a los que aparentemente no les importaba mayormente esa situación fue algo que motivó el rechazo de la tribuna. Y, externamente, esa imagen de equipo débil hizo que los rivales se enfrentaran a nosotros con una actitud vencedora que muchas veces hizo la diferencia para que pudieran doblegarnos.

5. La hinchada no estuvo unida.

La falta de armonía entre la hinchada, por un lado, y el plantel y el comando técnico por el otro, desestabilizó el rendimiento del equipo. Eso sumado a los enfrentamientos internos de las barras organizadas mostró que las cosas en la tribuna tampoco anduvieron bien encaminadas.

Si estas son las razones por las que todos consideramos que esta campaña fue un fracaso, la pregunta más importante que tenemos que hacernos es ¿qué pasó para que sucedan estas cosas? Y esa quizá es la labor más ardua que tenemos que realizar.

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