La Cancha: FBC Melgar 1 – Sporting Cristal 0
Si uno quisiera encerrar en un sólo motivo la razón por la que Sporting Cristal perdió este partido, no la encontraría.
Y es que no existe un motivo detonante, una jugada desafortunada, una situación desgraciada ni un jugador de rendimiento especialmente bajo o lamentable.
Lo lamentable es que Sporting Cristal ha jugado en el mismo nivel que ha mostrado últimamente. Es el mismo equipo débil en defensa, sin firmeza en el mediocampo, sin ideas ni efectividad en el ataque, que hemos estado viendo en los últimos diez partidos. En tanto a juego, Sporting Cristal muestra una regularidad. Mediocre, pero regularidad a fin de cuentas. Sin embargo, eso no es para alegrarse.
Lo que pasó fue que Cristal jugó como siempre y eso no le alcanzó. Que FBC Melgar, sin llegar a ser un gran equipo, simplemente fue más que Cristal. Y lo fue desde el inicio, con sus limitaciones se mostró mejor parado en la cancha y se impuso a punta de superioridad. El único gol que convirtió no se debió a una jugada maestra de ellos ni a un error garrafal nuestro. Fue un gol de esos que se meten dentro de cualquier partido por que, en el fútbol, siempre se meten goles. Podríamos decir que la responsabilidad del gol es de Prado que nunca encontró a Ysrael Zúñiga quien siempre entró por esa banda con total libertad. Podríamos decir que la culpa es de González que no cubrió su sitio. O de Villalta que estaba totalmente desubicado. O de Reyes que no hizo mucho para impedir que Arizmendi la empujara al gol. O incluso de Heredia que tapó muchas pero no tapó esa.
Sin embargo, la única explicación válida es que el gol llegó por que tenía que llegar. Por que Melgar era más equipo y jugaba mejor que Cristal. Por que ni las corridas del Chorri ni los desbordes de Hurtado alcanzan para superar la total mediocridad de este equipo que hoy se viste de celeste.
Es cierto que pudimos ganar. Que la expulsión de Lobatón – que esta vez tampoco venía haciendo mucho – es más que discutible. Que el gol que le anularon a Hurtado no era posición adelantada. Pero eso no hubiera quitado el hecho de que Melgar siempre fue más equipo y que la sonrisa de la suerte no hace bueno a un equipo limitado.
Inclusive ver a Juan Carlos Oblitas nos da esa impresión. El Ciego transmite una pérdida total de fe en este equipo. Como que ya no espera nada de este plantel que él mismo armó. Como que repetir que «en la liguilla puede pasar cualquier cosa y Cristal podría inclusive remontar los 15 puntos que lo separan del primer lugar» es sólo cumplir con la norma de «no tirar la toalla» pero que ni él cree en eso. Cómo que lo único que lo indigna son los fallos del árbitro pero no la pasmante mediocridad de su equipo. Un equipo que defiende mal y que no tiene ideas adelante. Un equipo aburrido.
Esta semana recibimos a Aurich en casa. Aurich es segundo y viene jugando bien. Pero el San Martín es el San Martín. Y si ese equipo no puede hacer respetar la casa, tendremos que estar nosotros para apoyarlo.
A mediados de agosto del 2009, lo único que despierta las sonrisas del hincha celeste son las promesas de que el 2010 será diferente.
ps como veran otro partido de desazon,el equipo necesita d eun nuevo aire y si la directiva no va ha poner orden tenemos q hacer algo por ellos…