La Cancha: Universidad San Martín de Porres 0 – Sporting Cristal 1.
En los últimos minutos del partido de hoy, mientras nuestro equipo era dominado por un impotente equipo albo, los tres mil hinchas cerveceros que nos acercamos al Estadio Nacional ya no podíamos seguir reclamando. Tan sólo nos quedaba alentar. Alentar el esfuerzo de los muchachos en la cancha por que, si bien hoy el equipo mostró el partido más bajo de lo que va jugado del campeonato y fue superado futbolísticamente por el rival de turno, nuestros jugadores le pusieron en huevos lo que faltó en fútbol.
La noche empezó de inmejorable manera. Antes de que se cumpla el primer minuto Sheput continuaba la primera jugada de ataque celeste (totalmente celeste – camiseta, pantalones y medias – en esta oportunidad) dejando al goleador Miguel Ximénez totalmente sólo frente a Butrón. Tras superar en velocidad a sus marcadores, dominar el balón, gambetear al portero dejándolo desparramado y tocar suavemente al fondo del arco, Ximénez se fue a gritar su décimo tercer gol en lo que va del apertura. La calidad y el olfato del goleador nos ponían adelante en el marcador y el agradecimiento al uruguayo se hizo palpable en el Nacional.
Oblitas había adelantado en la semana que la presión de este partido la tenía la Universidad San Martín. Y la actitud del equipo demostraba esa idea. Cristal esperó a la San Martín y durante los primeros minutos presionaba la salida del equipo blanco. Pero poco a poco este equipo fue encontrando espacios, Cristal retrocedió mucho, la contención se diluyó – un bajo partido de Razzotti y de Delgado, hay que decirlo – y la precisión se volvió a perder. Sporting Cristal no recuperaba pelotas y las pocas que conseguíamos eran desperdiciadas rápidamente tras pases errados de Palacios, Sánchez, Sheput, Hernández o Razzotti. Resultado: Heredia figura. Ya en el primer tiempo nuestro muy buen arquero desvió algunos remates muy venenosos y, si no fuera por Ximénez y su gol determinante, su elección como el mejor jugador de este partido estaría libre de toda competencia.
El segundo tiempo fue más de lo mismo. Ximénez se tuvo que retirar golpeado dando paso a un nuevamente improductivo Cominges. Los ingresos posteriores de Tejada y Espejo no lograron revertir la situación. San Martín nos dominó todo el partido. Cristal sólo podía inquietar cuando salía de contragolpe y encontraba algunos espacios en la zona posterior del local, las pocas veces que intentamos salir jugando nos ahogamos rápidamente ante la presión de los blancos. El partido se jugaba para un sólo lado y los nervios en la hinchada se empezaron a sentir. Para colmo de males tuvimos el arbitraje de un muy mal Buckley que se equivocó para ambos lados y dejó impunes alevosas faltas (e incluso agresiones) de los universitarios y, por el contrario, cobró hasta lo inexistente contra Cristal.
Es en este escenario, donde el fútbol escasea, en el que hay que meter huevos. Y los jugadores de Cristal los metieron. Si no se podía jugando bien al fútbol pues por lo menos se iba a poder con sacrificio y pundonor. Los once jugadores defendieron y apoyaron en la recuperación con todo. A algunos jugadores se les podrá anotar el mal juego que mostraron hoy pero a ninguno se le podrá reclamar falta de actitud. Los ataques incesantes de San Martín encontraron siempre a una muralla de hombres vestidos de celeste que no les dejaron concretar. Es esa actitud la que hizo que la hinchada deje de señalar errores y se dedique a alentar. El grito se hizo constante y cuando Buckley decretó el final del partido se celebró con euforia.
No se celebró por que haya sido una buena demostración de fútbol del equipo celeste, por el contrario, nos pasaron por encima. Se celebró un triunfo logrado en base a actitud, esa misma que algunos años parecía estar lejos del Rímac y que hoy regresó y se está volviendo una marca del equipo. Lo bueno es que nadie se engaña, todos tienen claro que Cristal jugó mal y que eso requiere los correctivos necesarios ya que no siempre basta con actitud, pero es buena tenerla cuando hace falta. Eso sí.
Mención aparte merece la presencia de las barras organizadas que, aunque la dimensión del Nacional las haga ver pequeñas, se acercaron en buen número y su aliento, a diferencia de otras oportunidades donde es débil y errático, se sintió todo el partido. Como que esa actitud que destacamos en el equipo también estuvo presente en la tribuna. El hincha cervecero que fue a ver a su Cristal hoy salió con la garganta irritada y en el estadio resonaba aún el grito con que se alentó los últimos minutos y que suena a dulce profecía: «Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones y a la copa otra vez».
Alineaciones:
Universidad San Martín: Butrón, Céspedes, Contreras, Huamán, Muente, Salas, Pérez, Quinteros, García, Hinostroza, Ovelar (Sánchez 49′).
DT: Víctor Rivera.
Sporting Cristal: Heredia, Fernández, Villalta, Ramos, Hernández, Razzotti, Delgado, Sheput (Tejada 61′), Sánchez (Espejo 68′), Palacios y Ximénez (Cominges 46′).
DT: Juan Carlos Oblitas.
Gol: Ximénez (1′)
Amarillas: Razzotti (67′).
Árbitro: George Buckley (mal)
Estadio Nacional de Lima
Imagen: Perú.com
E sufrido más de 90 minutos al ver a mi equipo tirado en su campo. La unica alegria que tuve no me duro ni 5 minutos por que luego se vino con todo la San Martin. Casi al final de el partido estuve a punto de gritar un gol, que se quedo en nada, deberiamos de aprender a definir. El Chorri tambien estuvo solo y no la encajo. Bueno de todos modos, como dice el gordo del 2, el futbol se gana con goles. Y eso fue lo que paso ayer. 😀 Vamos a esperar a el Galves y luego nos vamos para Chiclayo. Y el 18 con todo ante la U.