¿Qué significa ser ídolo en Sporting Cristal?
Recuerdo que cuando era adolescente y veía al Cristal arrollador del año 1994, escuchaba a la barra celeste pedirle a la dirigencia jugadores que sean hinchas de Sporting Cristal. Y era entendible. Entre las muchas cosas que los rivales buscaban para criticarnos estaba el hecho de que nuestros jugadores provenían de otros clubes o eran hinchas de otros clubes.
En ese entonces Cristal era un equipo por el que habían pasado grandes jugadores pero habían pocos que tenían una total, exclusiva y excluyente identificacion con el club. Una identificación que permita que su hinchada los reconozca como ídolos. En efecto, los grandes jugadores que vistieron la camiseta de Sporting Cristal o estaban identificados con otro club o no tenían mucha repercusión para el hincha común y corriente. Me explico: el Flaco Quesada, quizá el jugador más emblemático del club, no tiene su nombre presente en los cánticos ni en las banderas. Tampoco lo tiene Julio César Uribe quien fuera el mejor exponente salido de las divisiones menores de Cristal, el «Diamante». Podemos dar otros ejemplos como Ramón Mifflin, Alberto Gallardo, Orlando La Torre y Eloy Campos, por nombrar sólo los primeros que vienen a la memoria.
Fueron las campañas de los años 90 las que nos dieron un grupo de jugadores queridos y admirados por todos. Principalmente Balerio, Garay, Palacios, Julinho, Soto y Maestri. De todos ellos sólo queda en el equipo Roberto Palacios y, salvo Maestri que no supo valorar el valor del aprecio de una hinchada que lo idolatró y prefirió ser un jugador descartable en clubes que nunca lo miraron con cariño, los demás fueron tratados mal por el club.
Balerio y Garay, quizá los jugadores con mayor personalidad e identificación que hayamos visto en los últimos veinte años, se fueron del club por la puerta falsa con acusaciones de desestibilizar el grupo y mientras la prensa, ante el silencio de la dirigencia, aventuraba que su salida era la solución a los problemas futbolísticos de Sporting Cristal. Julinho se fue lesionado y el club le debió siempre el homenaje que merecía. Finalmente Jorge Soto y Luis Alberto Bonnet, dos jugadores que le han dado a Sporting Cristal las cosas más importantes que puede tener un equipo de fútbol: «campeonatos», también salieron del club por la puerta falsa gracias a la declaración de un personaje que, a pesar de su investidura, es totalmente desconocido para el hincha de a pie.
¿Qué significa ser ídolo en Sporting Cristal? ¿Tiene ello algún valor para la dirigencia?
Si bien la decisión de la directiva puede no ser discutible, sí lo es la forma cómo Sporting Cristal manejó la salida de ambos jugadores. El anuncio de la salida de dos referentes debió hacerse con mayor respeto; sin que el Presidente del club señale, haciendo escarnio de los mismos, que «a cierta edad las capacidades del jugador ya no son las mismas» ignorando totalmente que esos dos jugadores tuvieron sus mejores años en Sporting Cristal y que merecían no que la directiva diga que «les agradece sus servicios» sino una despedida sin menospreciarlos, decorosa y en la que puedan ellos hablar y recibir el cariño de su gente.
La mezquindad de las personalidades simples tal vez quiera juzgar a los jugadores en base a lo que se vio en el último año pero, más allá de la última campaña, no se puede olvidar que ambos jugadores han sido elementos principales de las páginas más gloriosas de la institución. ¿Alguien se imagina el campeonato del 2002 o el de 1996 sin Jorge Soto? ¿Alguien se imagina la campaña de la Libertadores de 1997 sin los goles de Bonnet? ¿Acaso se ignora que ambos jugadores son los únicos, junto con Palacios, que tienen un canto especial de la barra?
En «El Cristal con que te miro» no consideramos que Sporting Cristal deba mantener en su plantilla jugadores que por alguna razón no rindan deportivamente pero sí creemos necesario y esencial que se manejen las formas de la mejor manera posible para evitar resentimientos en general. Con mucha más razón cuando se trata de jugadores que escribieron la historia del equipo. No se debe olvidar que el mensaje inicial de los fundadores del club: Ricardo Bentín, Esther Grande y Blas Loredo (importante personaje que la misma mezquindad que criticamos se ha encargado de ignorar) no era tener un simple club de fútbol. La idea era ser un club de fútbol diferente y ejemplar donde el trato al trabajador y al jugador se dé de la mejor manera posible. Que el jugador se sienta en Cristal como en su casa. Con estas actitudes reiterativas de la dirigencia ¿los jugadores sentirán a Cristal como su casa?
Una carta abierta enviada a la dirigencia y que reproducimos rescata ese razonamiento. ¿Que idea va a tener un jugador juvenil de su club si ve que a los referentes, aquellos jugadores en los que los juveniles se fijaron y quisieron emular, son retirados negándoles totalmente el agradecimiento que se merecen? ¿No será esa actitud la que hace que los jugadores tengan muchos ambajes en declarar cariño a la institución y, por el contrario, ningún reparo en declararse afines a otras y menos aún en gritarnos goles en la cara y besar otras camisetas?
Hoy el club ha dado de baja a dos de sus elementos más representativos. Argumenta que lo hace por que tiene una «política de renovación con juveniles». Sin embargo las contradicciones no cesan: el club ha contratado a un jugador de 30 años identificado con un rival y a quien el técnico no pidió y actualmente se vocea el regreso de Flavio Maestri, de 34 años. Aparentemente aquella «política» no existe y la directiva simplemente sigue deambulando por que no tiene la menor idea de cómo hacer las cosas. Ya no hablamos de un criterio deportivo sino del más simple y elemental «don de gentes» que nos obliga a mostrarnos agradecidos a quienes hicieron algo importante para nuestra alegría.
Ni los jugadores que se fueron, ni aquellos que se irán merecen que se les trate de esa manera. Sporting Cristal merece una directiva que respete su identidad, respete su historia, respete a su hinchada y respete a quienes hicieron de la institución lo que es hoy día. Sporting Cristal merece menos personas como las que integran la directiva de François Mujica y más personas como Jorge Soto y Luis Alberto Bonnet.
No se precisa ser vidente para saber desde ya a quienes se recordará al momento de repasar los años mas gloriosos que hemos tenido.
Muchas Gracias, Jorge y Luis Alberto.
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