Irven Avila, El resurgir inesperado

Sporting Cristal atraviesa un momento futbolístico complicado. El reciente cambio en la dirección técnica del equipo ha dado un nuevo inicio con miras a recuperar la pésima campaña de este año 2017 donde tanto el rendimiento colectivo e individual ha ido de mayor a menor. Hay sin embargo un caso diferente. Un caso que nos demuestra que en el fútbol las cosas nunca están dichas a pesar de que las circunstancias y antecedentes se confabulen para vaticinar un futuro poco auspicioso. Este caso es el de Irven Ávila. El jugador que nos supo deslumbrar con sus goles y cambio de ritmo asesino entre el 2012 y 2015 parecía haberse ido para no volver más pero volvió a inicios de año y no sabíamos que esperar.

Luego de un periplo poco fructífero y hasta casi forzado por la Liga Deportiva Universitaria de Quito la segunda mitad del 2016, Ávila regreso a Sporting Cristal cuando no estaba planificado y no se contaba con esa carga futbolística y presupuestal. Sin ritmo, fuera de forma y aparentemente con poca concentración, sus primeros partidos fueron reflejo directo del antecedente que todos teníamos claro.

Ávila es un jugador polifuncional que claramente se siente mejor cuando mas cerca al área está. Su capacidad para estar presente en jugadas de peligro en el área siendo útil también fuera de ella le daba en el papel una ventaja por sobre sus compañeros en la habilidad, pero no en el presente futbolístico a inicios de temporada. Tuvo pocas oportunidades para empezar y cada vez su rendimiento parecía ser menor. La paciencia de hincha se colmaba y aunque muchos entendemos que su identificación con el club le da un pequeño crédito extra, el rendimiento no estaba y el tiempo se iba agotando. Esto genero especulaciones incluso de una posible partida al rival de La Victoria, sin embargo y gracias a Dios, no se dio.

Es entonces que el fútbol, tan impredecible y apasionante, hace que José del Solar (por distintas circunstancias como las lesiones y bajo rendimiento de Ifrán y Blackburn) termine inclinándose a jugar con Irven como el delantero centro titular en su esquema de juego. Es cierto, no fue una inclusión aplaudida, mucho menos auspiciosa para el hincha. Sin embargo, la respuesta se fue dando poco a poco y a punta de goles, asistencias y pundonor Ávila se ha convertido en el delantero centro titular de Sporting Cristal. 9 goles en 19 partidos en la temporada (6 en los últimos 6 encuentros), 10 asistencias ademas del ingreso al top 10 de goleadores historicos del club le avalan y dan con justicia el puesto, incluso ahora ya con Pablo Zegarra al mando del equipo.

Esto es sin duda una de las pocas historias felices a destacar este año. Un año en el que las noticias han sido más de tristezas que alegrías. El resurgir de Ávila es claro ejemplo de que superar momentos difíciles, sin importar las circunstancias, es y debe ser siempre posible en base al esfuerzo, determinación y constancia. Es Ávila después de todo, el único jugador del plantel que ha mostrado una mejora constante de juego y goles a pesar de que el resto del plantel en general ha desmejorado notoriamente. Eso es fruto del trabajo silencioso y determinado. Por el bien suyo y de Sporting Cristal ojalá siga así. Que nos calle la boca y nos haga quedar mal a los que dudamos de él. Total, al final incluso los más escépticos seremos felices cuando nos termine demostrando que estuvimos equivocados. Salud Ávila, Salud Cholito. Que los goles sigan llegando y las alegrías se multipliquen y el romance con la hinchada se renueve. Sporting Cristal lo necesita, ¡Que así sea!