Las del Estribo: Febrero 2017, amor y odio.

Al parecer, la historia de estos años de Sporting Cristal estará marcada por esa variable relación de amor y odio de sus hinchas hacia la institución, el club, los dirigentes, los técnicos y ciertos jugadores. Algunos dirán: «No, es que yo me opongo a que fulano juegue (o dirija o lo que sea) porque fulano es malo, porque está identificado con el equipo rival, porque no merece vestir la celeste». Pero, estimado, estimada, tengo una mala noticia que darte: Si ya fue presentado, contratado y ya tiene puesta la camiseta, no hay mucho más que hacer, ya es del club, ya está ahí. Si le va bien a él, le irá bien a ese equipo al que tanto quieres.

En este punto podría colocar una larga lista de nombres que empezaría con Ahmed y terminaría con Revoredo, sin excluir a cada uno de los dirigentes. Pero para qué, si ya la conocemos de memoria. En esa nómina, se encuentran muchas personas que, equivocadas o no, con sus limitaciones o sus virtudes, con sus altos y sus bajos, han hecho todo lo posible por hacer de Sporting Cristal una institución mejor y que, a cambio, han recibido insultos y ofensas innecesarias, excesivas.

Los podemos criticar, claro, podemos tener razón, claro. Pero todo tiene una forma y un momento. Es un poco contradictorio, por ejemplo, decirle desde la tribuna barbaridad y media al arquero titular del equipo cuando faltan tres meses para que acabe la temporada y no hay muchas más opciones a las que acudir. Quizás aún algunos creemos (como ciertos hinchas de ciertos equipos que no voy a mencionar) que “ajustando” al jugador este reacciona, que así este juega mejor. ¿De verdad creen que en el fútbol moderno eso funciona? Los jugadores, al fin y al cabo, son seres humanos, unos mentalmente más fuertes que otros, unos más hábiles que otros, unos más inteligentes que otros. El miedo y la ofensa no son un buen camino si se quiere motivar sus virtudes.

Lo mismo pasa con los técnicos. Soso, por ejemplo, es un entrenador que, lo puedo decir ahora con total tranquilidad, en ningún momento de su paso por Cristal me llegó a convencer. Desde el primer partido con Huancayo hasta el último con Melgar, nunca entendí su propuesta, no me quedó claro si él sabía a qué quería que el equipo jugara. A pesar de esto, ¡vaya si quería que le vaya bien! Vaya que sí, cada vez que iba al estadio o veía algún partido por TV, tenía la esperanza de ver jugar mejor al equipo. Le tocaron circunstancias difíciles, es cierto, jugadores claves lesionados o en bajo nivel. Y, a pesar de estas, logró salir campeón. No jugando como nos hubiese gustado ver jugar a Cristal, pero siendo consciente de las limitaciones y de los momentos por los que pasábamos.

Momentos. Finalmente el fútbol está hecho de estos y de saber aprovecharlos. No es Playstation, no es el PES (que intenta imitarlos con las flechitas de colores al lado de cada jugador), es la vida real y en ella suelen pasar cosas. Finalmente es cómo manejar esas situaciones, dentro de un trabajo serio y planificado, lo que ayuda a conseguir los objetivos. Y, al parecer, este año las circunstancias nos son favorables. El equipo se ha reforzado en casi todos esos puntos flacos que antes tenía. El arco al fin parece estar bien resguardado, Lobatón ya no es la única posibilidad de generar buen fútbol y puede jugar más tranquilo, sin tanta responsabilidad, Costa (un jugador inicialmente resistido por la hinchada por su pasado aliancista al que ahora es casi inevitable tenerle cariño) anda en un nivel superlativo. Jugamos bien sin que debuten varios titulares y sin el famoso 9, tenemos variantes. Al fin parece estarse plasmando esa idea de juego que tanto tiempo costó ejecutar, el famoso estilo que los técnicos anteriores lograron esbozar pero que nunca alcanzaron del todo. Y esto se da, irónicamente, con uno de los técnicos más resistidos del fútbol local en el banquillo.

Y digo parece porque esto recién empieza, porque siempre es mejor ir paso a paso que adelantarse a toda esa vida que queda por delante hasta el final de la temporada. Todavía falta jugar los partidos de Copa Libertadores y estos son otra historia. Mientras, disfrutemos de lo que tenemos. Apoyemos a estos jugadores por las alegrías que nos pueden dar, apoyemos si pasan por un mal momento, si las cosas no salen bien. Apoyemos, esa es nuestra misión, las críticas llegarán después de cada partido, en frío, pensando que en la próxima fecha nos puede ir mejor. Eso es lo que se puede esperar cuando hay un trabajo serio detrás y no se apela solo al mito y a la camiseta.

No nos boicoteemos, no hagamos el ridículo, como otros.

1 thought on “Las del Estribo: Febrero 2017, amor y odio.

  1. No creo que nadie sufra mas que el hincha, especialmente cuando no se le da razones convincentes, el hincha es el que siente todo lo que suceda con el equipo y tambien cuando la dirigencia es indiferente y pone oidos sordos a las quejas del mismo, todos queremos ver un equipo que si fuera posible gane todo lo que juegue, logico es que esto no pueda ser, pero se han visto cosas que acaba con la paciencia, claro no explotamos como «los otros» pero hay resentimiento porque el hincha esta ahi siempre y ve o veia (ojala esto empieze a cambiar) como los rivales nos maniataban y lo que es peor no habia reaccion ninguna.
    Al menos yo lo tengo bien claro, este equipo empieza a jugar futbol del que queremos y si todos siguen poniendo de su parte vendran buenos tiempos, ahora falta por ver cuantos de estos jugadores van a demostrar que este es EL CRISTAL QUE QUEREMOS MIRAR y si esto sucede no se necesitara de ninguna propaganda para que toda la hinchada colme nuestro recinto como debe de ser, SALUD CRISTAL Y VAMOS POR EL BI, (aunque esto recien comenzo)

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