El Análisis: ¿Sporting Cristal versión 2.0?

Traté de encontrar alguna opinión favorable, pero no tuve suerte. Ni el hincha más positivo, ni el más cercano, destacan algo del partido del último viernes. Todo lo contrario: están decepcionados y hasta traicionados por la forma. Y sí, ganamos; pero al hincha de Sporting Cristal le importa ganar siendo más que el rival de turno. Ganar atacando poco, en una situación donde claramente cedemos el balón, y terminamos defendiendo, no es un triunfo que se celebre; es un triunfo del que no queremos recordar. En la retina tenemos triunfos con buen juego, como el que hicimos en Matute. En la retina, también, tenemos derrotas donde, por varios momentos del partido, fuimos superiores a un rival internacional. Curioso: nos queda el recuerdo del buen juego, a pesar de la eliminación (ojalá podamos volver a llevar el buen juego al triunfo internacional). La USMP tuvo más chances y más posesión que nosotros, eso es indiscutible. En repetidos momentos del partido, veíamos a sus centrales parados en mitad de cancha, mientras que nuestros volantes hacían línea con nuestros defensas. Muchos pelotazos de Abram, Revoredo y Cazulo para buscar a delanteros con menos de 1.71 metros de altura. Poco, muy poco, juego asociado entre defensas, medios y delanteros. Sporting Cristal, el último viernes, no fue un bloque organizado para atacar: poca participación de Ballón y Calcaterra, junto con al nulo ataque de laterales, recordaremos más este partido por replegarnos y salir condicionados por el triunfo (luego del merecido empate) a jugar el fútbol que se planteó a inicios de años, y el cuál hemos sabido ejecutar. Fue un triunfo, contextualizando, decepcionante.

«Estos dos últimos partidos hemos salido a jugar haciendo lo que peor sabemos: defender», le leí a alguien bastante acertado. Y sí: le dimos la posesión a Vallejo y San Martín, para apostar a la velocidad de los delanteros, explotada por la precisión de Lobatón. Y a mi me parece una locura pensar que, de un momento a otro, Mariano Soso cambie su versión, traicionando a sus jugadores, comando técnico, y al hincha; para decir : «muchachos, olvidemos lo que hemos trabajado y lo que he promulgado como dogma desde que llegué; y empecemos a darle la pelota al rival para matarlo de contra. Así nos ha ido bien de visita, y seguro nos irá bien de local. Desde ahora en adelante vamos a priorizar el resultado sobre la forma. Ganemos de la manera más fácil».  Me parece una locura y, discúlpenme, yo no lo creo.

El fútbol, en un resumen bastante acertado, tiene dos momentos: saber qué hacer con la pelota, y saber qué hacer sin la pelota. Hay quienes inclinan su propuesta por una o por otra, y existen muchas formas para hacer cada una de ellas; pero al final te vas a ver enfrentado a esas dos situaciones: tener que atacar o tener que defender para conseguir el resultado. ¿Cuál ha sido el gran problema de Sporting Cristal en el 2016? Coincidirás conmigo que, aparte de la poca efectividad frente al arco, el sistema defensivo es -a pesar de que tenemos de las defensas con menos goles en contra del campeonato- algo que aun está en deuda, a pesar que esto venga de años atrás. Y aclaro: un sistema defensivo se debe medir no sólo por la cantidad de goles que te generan, sino también por la cantidad de ocasiones y el ratio entre ocasiones generadas versus ocasiones concretadas. Y a Sporting Cristal, cuando le llegan, es bastante probable que le hagan gol. Pero tengo una idea que me da vueltas desde el partido con UCV, y acá te pido que no quieras dejar de leer esto, o mucho menos pienses que he perdido la objetividad.

Quiero que compartas mi idea de encontrar algo positivo en esta situación, puede ser un «longshot», pero la necesidad de encontrar un aspecto positivo hace que trate de encontrar una explicación, que espero no termine siendo un disparate. Partamos que este es un torneo largo, y que el objetivo es llegar bien (defendiendo y atacando) a las semifinales. Faltan más de 20 fechas para llegar a las semifinales (los 4 primeros puestos acabada las liguillas). Sabemos que nos enfrentamos a las dificultades de los partidos de local, a la poca efectividad defensiva y ofensiva. Sabemos que somos un equipo que nos cuesta mucho saber jugar sin posesión de pelota. ¿Qué tal si Mariano Soso quiere dedicarle y «sacrificar» partidos dedicados a jugar sin posesión y a mejorar el sistema defensivo?, ¿qué tal si por su cabeza pasa llegar a diciembre siendo un equipo con dos versiones, para terminar siendo un equipo más preparado? ¿Qué tal si está preparando un Sporting Cristal 2.0?, ¿que tal si está preparando a un Sporting Cristal que sepa que hacer sin posesión? Quizás, y repito, esta hipótesis termine siendo un disparate, y pasó algo que nos llevó a olvidar el buen fútbol que supimos hacer. O quizás son las ganas de encontrarle un aspecto positivo a la irregularidad y al bajo nivel de juego que hemos mostrado últimamente.  Ojalá esto no sea un pecado de bondad. El tiempo nos dará la respuesta. Esperemos y alentemos, entonces.