Palabra Justa: Así sí, Josepmir
Dicen que la grandeza de los entrenadores no se encuentra en que el equipo refleje su estilo, sino en cual es su estilo. No se trata de convencer a sus jugadores, se trata de qué los convence. Hay algunos, por suerte una minoría, que convencen a sus jugadores de que el fútbol es una batalla, una guerra. Los convencen de que el rival les está quitando el pan de cada día para su familia y que hay que ir a matar. Hasta gesto de guerra ponen, una barbaridad. En cambio hay otros, felizmente mayoría, que no distorsionan la nobleza del jugador de fútbol y los hacen ejercer su profesión, jugar fútbol.
¿A dónde quiero llegar con esto? A hacer hincapié en el “porqué” del partido de Josepmir Ballón en Chiclayo. En el papel, leer un triángulo en el medio con nombres “Calcaterra – Ballón – Cazulo” es sinónimo de defender. Eso también afecta al grupo. Es decir, viene este argentino que solo ha dirigido un equipo peruano diciendo que tendremos más probabilidades de ganar si somos siempre ofensivos y ¡pone ese triángulo al medio! “Este me habla huevadas. Me está mintiendo” se podría empezar a decir. Pero todo lo contrario, Soso convence no sólo a Ballón, sino también al equipo, de que Josepmir de interior no tiene una función defensiva.
Y así lo fue. Regalándonos un gol, una asistencia y paredes precisas en la zona de definición, Josepmir fue figura. ¿Nos estaba mintiendo el argentino? Pues no, la idea no se negocia, se ajusta.
“¿Es tan difícil poner a los jugadores donde mejor rinden?” Por supuesto que sí. Si fuera fácil, todos podrían ser directores técnicos y esa profesión no tendría importancia alguna. Además me parece que es la primera vez que veo a Ballón jugando de interior en este esquema. En el 2015 Ballón jugó de interior pero con dos delanteros centro, lo que lo obligaba a generar amplitud antes que interferir en la zona de definición. Con este 4-3-3 Ballón estuvo más centralizado y con mayor libertad para elegir dónde moverse de acuerdo a los espacios que dejaba el rival. Y lo hizo bien. ¿Pero será suficiente para sentar a Carlos Lobatón?
Este partido no significa que Ballón va jugar todos los partidos en este nivel. Pero sí le da al técnico una opción más para no cambiar su esquema, ya que además de Calcaterra y Lobatón y antes del partido en Chiclayo, Sporting Cristal no tenía un volante mixto suplente. Ballón sorprendió y ahora se sabe que puede jugar, con tranquilidad, de interior.
Lo positivo de todo esto es la competencia entre los pesos pesados del equipo para ganarse un puesto. Es decir, Cazulo, Ballón y Lobatón tendrán que luchar por dos puestos en la volante celeste, ya que el tercero es fijo y ese es Horacio Calcaterra.