La Cancha: Sporting Cristal 3 – Alianza Atlético 0

Fue la primera jugada de ataque que se armó con éxito. Una pared exquisita que terminó con la pelota en la línea, lista para que Santiago Silva – tantas veces, Santiago – la añada y pueda dar el primer grito de gol rimense producto de una jugada. Hasta entonces todos los goles cerveceros en partidos oficiales de este año habían sido de pelota parada. Todos. El resto del tiempo se veía lo que tanto hemos comentado: la dificultad de poder trasladar el dominio en peligro.

El partido de hoy, por lo pronto, no estuvo ajeno a ese problema. Durante gran parte del partido Cristal mostró esa deficiencia: acierto hasta los metros finales, desacierto en estos. Se ensayaban explicaciones diversas para entender cómo es que Cristal avanzaba bien y luego se diluía. Ese penúltimo toque era una incógnita. A veces se le ejecutaba mal, otras simplemente se decidía por la opción inadecuada, también debemos contar aquellas que la defensa rival cortaba con acierto. Mil y un circunstancias que hacían que todo lo que Cristal hacía bien hasta el metro 80, se pierda en los últimos 20.

La siguiente jugada exitosa de ataque también terminó en gol. Si en la primera se asociaron nombres con experiencia como Horacio Calcaterra, Jair Céspedes y Santiago Silva, en la segunda se asociaron muchachos que encabezan el recambio generacional de la Celeste. Josué Estrada, Alexis Rojas y Alexander Succar iniciaron y terminaron una buena jugada. Un gol que se celebra y que invita a ilusionarse.

Igual, el partido de Cristal fue flojo. Si bien se tuvo el dominio de las acciones en casi todo el partido y Alianza Atlético – que es un buen equipo – ajustó por momentos aunque sin llegar a generar zozobra, el ritmo no ha sido el esperado. Cristal jugó despacio haciendo un gran contraste con el vértigo que se mostró la semana pasada ante Peñarol. Las situaciones son distintas, claro, pero también es entendible que ante la seguidilla de partidos se prefiera no fundir el motor desde el inicio.

A pesar de eso, se rompió la sequía y volvieron los triunfos de goleada al Alberto Gallardo. Motivo más que suficiente para empezar a sonreír, para esperar con fe el partido clásico de este sábado ante Alianza Lima y para confirmar lo que veníamos diciendo hace semanas: Este es el camino, hay que seguir en él.