El Análisis: Ahmed y su «Falso 9»
Sporting Cristal ha cambiado, y mucho. La intención y el objetivo se mantienen: salir siempre a ganar, pero sus formas ya no son las mismas. Ya no somos el equipo que ataca por bandas y explota el uno contra uno de nuestros extremos contra los laterales rivales; ya no somos el equipo en el que nuestros laterales llegaban siempre a la última línea. ¿Las razones? i) ya no tenemos a los mejores extremos del Perú de los últimos años: ni Maxi ni Ross, y, ii) ya no están los laterales que parecen “wings”: Yotún se fue y Chávez se perdió. Y ya no somos el equipo que presiona mucho en salida, principalmente por el alto promedio de edad. Se intentó a inicios de año, pero no se pudo. Esta vez Daniel Ahmed reaccionó temprano: aprendió y no cometió el error de apostar por un planteamiento que no le daban resultados, como los primeros 8 meses del 2014. Decidió hacer un equipo más compacto, con laterales más marcadores, con 3 volantes que, por nombre te aseguran un kilometraje muy alto, además de mucha marca y posesión; dos puntas que hacen una gran presión sobre los centrales rivales y que tienen movimientos de penetración y coordinación muy efectivos. Cualquiera de estas 5 posiciones, ocupadas por casi 8 jugadores, pueden decidir un partido en cualquier momento, a pesar de que veamos cada vez menos a nuestros laterales en la última foto. Pero hay una carta que se está mostrando de manera muy interesante: el «falso 9». Esta posición está siendo ocupada principalmente por Carlos Lobatón, Renzo Sheput y en menor medida (cuando estos dos últimos no están) por Irven Ávila.
¿Qué es el falso 9? Hace casi 60 años, el DT de la mejor Hungría de todos los tiempos, decidió colocar a Nándor Hidegkuti –un delantero poco conocido en ese entonces- detrás del gran Ferenc Puskas y Sandor Kocsis, flotando detrás de los “6” rivales y delante de los defensas centrales. ¿La razón? Que los centrales tomaran a los puntas, que los volantes rivales tomen a los volantes creativos propios (interiores) y que el “falso 9” quede flotando libre, sin referencia de marca. Plan perfecto. Con esa creativa estrategia, la “Hungría de Oro” consiguió el oro olímpico en el ‘52 y perdió la final mundial contra la gran Alemania en el ’54. El “falso 9” tiene la libertad de flotar por donde quiera, pero siempre tendrá una particularidad: a diferencia del «10 clásico», está obligado a llegar libre al centro del área para terminar con el arco al frente (llegar es mejor que estar). Otra ventaja se da si es que el central sale a tomar al «falso 9», dicha posición libre puede ser ocupada por el punta o por un volante interior haciendo diagonales veloces y coordinadas. Concluyendo entonces que el «falso 9» tiene dos principales funciones: goleador y asistidor. La posición fue archivada, y desempolvada hasta casi 20 años después, cuando el gran revolucionario del fútbol, Rinus Michels, decidió colocar a Johan Cruyff, quizás el mejor falso 9 de la historia antes de Lionel Messi, detrás de Hugo Sotil y Carles Rexach en Barcelona, y detrás de Rob Resenbrick y Johnny Rep en el ’74 cuando nació el Fútbol Total (Totaalvoetbal) en Holanda. Después Cruyff fue entrenador, y tuvo a Michael Laudrup como su mejor “falso 9”. Al mismo momento, y desde una posición más retrasada, observaba el “5” blaugrana: un joven Josep Guardiola y, Pep entendía que esa posición era la necesaria para revolucionar y ganar absolutamente todo. Pasaron casi dos décadas para que Guardiola nos vuelva a mostrar la gran utilidad del “falso 9”. Mayo del 2009, Estadio Santiago Bernabéu, Madrid, España: Lionel Messi empezaba como “wing” y a los 10 minutos el DT catalán hace una seña a Messi para que se posicione detrás de los volantes centrales Diarrá-Gago y por delante de la pareja de centrales Cannavaro-Metzelder, y abre a Eto’o y Henry a las bandas. A Messi se le explicó dicho movimiento la noche anterior, y a Xavi e Iniesta justo antes de iniciar el partido: “ven a Lio flotando y le dan el balón. Lio, tomas el balón y vas directo donde Casillas. No paras hasta marcarle”. Resultado: festín culé y 2-6 para la máxima derrota del Real Madrid en el Bernabéu. Veíamos el inicio del apogeo del mejor equipo de la historia. Conquistó el mundo jugando buen fútbol. Les dejo el video y la explicación de lo ocurrido: https://www.youtube.com/watch?v=uu4JhJOyN8I. Disfruten.
Volviendo a nuestro querido Sporting, Daniel Ahmed ha colocado a Carlos Lobatón, seguro el jugador más inteligente del campeonato de los últimos 20 años (otrora Gustavo Grondona), a jugar en dicha posición. Lo han hecho también jugadores muy inteligentes, como Renzo Sheput e Irven Ávila, y por delante dos puntas semi-abiertos: Sergio Blanco, César Pereyra o el mismo Ávila. ¿Consecuencia? Centrales perdiendo referencia y dos goles casi idénticos contra Municipal y Vallejo: los puntas abriendo a los centrales y el “falso 9” penetrando el espacio dejado entre ellos. Expongo los dos últimos ejemplos ya que son los más próximos, pero los invito a ver los goles de Sporting Cristal en los últimos 10 partidos. No es coincidencia que Carlos Lobatón sea el mayor finalizador de jugadas y además el goleador del equipo, jugando como “falso 9”.
¿Qué preocupa? Cuando un equipo juegue con 3 centrales y el líbero rival bloquee la zona de vida del “falso 9”, como ocurrió contra Municipal; ahí será momento de buscar amplitud con Beto o Ávila, ante las lesiones de Gonzáles y Arroé. Aplaudo a Daniel Ahmed por la corrección rápida y adaptación al nuevo plantel que se le presentó. Por supuesto que hay muchas cosas que corregir: empezando a que el plantel debe armarse de acuerdo a una idea y no al revés (perpetuando así un mismo «estilo», y no cambiarlo a meses de empezado), pasando por construir una defensa que no le hagan goles de principiantes, y terminando por conseguir laterales desequilibrantes; pero hoy reconocemos estos 14 partidos invictos y el juego “sólido”, aunque ciertamente aburrido, de Sporting Cristal. No sé y no creo que alcance para pelear Libertadores, esperemos corrección por la dirigencia en dichos aspectos. Ahora toca el Juan Aurich de Roberto Mosquera, un gran estratega; partido muy complicado. Tengamos más recursos. Vamos por más. Vamos Sporting Todavía.
Bienvenido de vuelta! Excelente análisis. Vamos SC toda la vida!
SIN FALSO NUEVE Y CON MIXTOS DISFRAZADOS DE DIEZ
Pensando en el falso nueve y viendo los goles de Lobaton recordé otros goles celestes similares; por ejemplo, los goles del «Chorrillano» Palacios. Recordé también que fue Weber quien puso al «Camello» Soto de un «nueve más retrasado». Recordé los goles de Sheput en la época de Mosquera, llegando de atrás, sin marca y rematando. Sheput era vital para Mosquera, y salvó varios partidos de Cristal, hasta que se lesionó. Así como Mosquera, logró que los jugadores Avila, Ross y Sheput mostraran lo mejor de su fútbol, en el caso de Ahmed le ha dado una posición y una confianza que han realzado al talento de Lobaton. Mérito de Ahmed que adelantó a Lobaton creyendo en su talento y Lobatón retribuyó esa confianza con toda la magia que poseía y mostraba de a pocos por jugar de mixto o contención.
Cuando a Lobaton le preguntaron cómo se animaba a realizar esas jugadas o remates impensados, él respondió que lo hacía por la confianza que le da el grupo. Eso indica que si Lobatón intenta rematar de 40 metros o hacer un olímpico y la falla, nadie le va reclamar, porque saben que Lobaton le pega bien y es inteligente para dar un pase o buscar un remate. Mérito de Lobaton haberse ganado ese liderazgo en el grupo y en la hinchada. De la Haza y Sheput han reconocido que con Lobaton en el campo el equipo siente que tiene más oportunidad para ganar. La genialidad pesa en el ánimo un equipo.
En el caso del falso nueve, pienso en el partido con Moyobamba en que no hubo un falso nueve, y tampoco un diez. Eran tres volantes mixtos, dos extremos y un centro delantero. Cristal recuperaba y abría a los extremos o buscaba el pase en callejón al medio. Sin falso nueve Cristal goleó en Moyobamba. Pienso entonces en la efectividad de Sporting Cristal: Efectivo para concretar y efectivo para aguantar al rival. Ojo, aguantar al rival más que defender bien.
Y entonces pienso que Cristal es más pausado e inteligente con Lobaton o Sheput, pero es más dinámico y más ofensivo sin Lobatón y sin Sheput (o sin un diez de esas características) porque juega con tres arriba, y busca recuperar y pasar largo al delantero mejor posicionado. Mención aparte merece Sheput, un tipo que le ha agregado, con gran esfuerzo, el despliegue que requiere el equipo de Ahmed y se convirtió en la alternativa ante la ausencia de Lobaton. Ambos coinciden en su calidad para tocar el balón, ser inteligentes y pegarle como los dioses. Lástima por Urquiaga quien, para mi, debió ser el sucesor natural de Sheput o Lobaton al medio. Y aún espero que Manicero sea opción porque es muy hábil y veloz. Quizás veo a Manicero más acorde a un esquema como el Garcilaso de Soso, haciendo de Sarmiento. Ojalá se recupere pronto para la seguidilla, porque ese es un falso nueve que puede ser vital para el título.
Con Mosquera, Cristal jugaba bonito. Con Vivas, Cristal fue intenso. Con Ahmed, Cristal es agresivo: Agresivo para luchar cada pelota, para recuperar, agresivo para atacar. Y eso me gusta del Cristal de Ahmed. En cuanto a las estadísticas, hoy leí que el Cristal campeón de Chemo del Solar el 2005 estuvo 21 fechas invicto. Chemo nos dejó un título y ese record. Tengo confianza que Ahmed deje más que eso.
Se viene una seguidilla importante rumbo a la estrella 18. Agradecido y gratamente sorprendido de su regreso por estas páginas, Doctor Portocarrero. Un gusto y un placer leerlo.
Saludos y ¡Fuerza Cristal!
A mí dame siempre un 9, un ariete que incomode a la defensa rival, con importante juego aéreo, que aguante una pelota y que sepa apoyarse con sus compañeros. Sporting Cristal no debe renunciar al típico 9 de área -que no lauchero- tipo Bonnet, Maestri o Mendoza de lo contrario las presencias de Succar o Rebagliati en menores carecerían de sentido.
Que el falso 9 siga siendo una opción pero que no se vuelva una constante.
Solo diré que el falso nueve es una opción que puede y debe usarse como una jugada táctica, es decir en determinados momentos o circunstancias de un partido y preferentemente con mas de un jugador, y no como una cuestión estratégica, porque al volverse permanente , ese falso nueve será referenciado y se perdería el factor sorpresa que es la esencia de esa táctica.
Todo suena muy bonito, a mi que no me cuenten el cuento de Ahmed, el sigue escudandose en los referentes ya sea Lobaton y en su turno Sheput; el no ha inventado la polvora, ese falso nueve ya se habia usado antes y el lo hace como una tabla de salvacion a su incapacidad tecnica, yo no le encuentro el merito, Ahmed sigue siendo el mismo y todo lo que pase o pueda pasar sera merito de los jugadores REFERENTES nada mas.
Como dice chalaco tambien me inclino por un nueve, de esos como lo fue Bonnet o el cagon Maestri y el falso nueve como tactica en uno que otro partido