Las del Estribo – Tercera fecha de la Copa Libertadores 2015
Por: Ernesto Arrascue
Estamos acostumbrados a perder. Es lo usual en el fútbol peruano. Ahí están las selecciones nacionales para demostrarlo. Ahí está la mayoría de clubes peruanos que no me dejan mentir. Alianza Lima recibió cuatro contra el recién ascendido Huracán. Juan Aurich se comió tres en México. Ahí están los resultados de la Copa Libertadores pasada. Cuando un club peruano sale de visita lo usual, digamos, lo natural, es que pierda. Por eso muy pocos pensaban que Sporting Cristal podía regresar de Argentina con los tres puntos. Los más optimistas hablaban de uno. Un empate era lo mejor que nos podía ocurrir. Hasta las casas de apuesta le daban a nuestro querido Sporting Cristal una altísima cuota en caso de ganar. Todo se veía cuesta arriba.
¿Qué fue lo que pasó entonces? ¿Suerte? ¿Encontramos un gol y nos defendimos luego con uñas y dientes? ¿Los jugadores pusieron garra y coraje y sacaron adelante el partido a punta de huevos? No, nada de eso. Sporting Cristal ganó bien, jugando un partido de igual a igual contra el campeón argentino. Un equipo que es, sin lugar a dudas, mejor que el nuestro. Pero al que se le planteó un esquema de juego efectivo, en el que los jugadores estuvieron aplicados y, en la mayoría de los casos, brillantes. No nos encontramos con un triunfo, lo conseguimos gracias al trabajo serio que se viene realizando en nuestro club desde hace más de un año. Gracias a un comando técnico trabajador, a jugadores que están convencidos de un proyecto único en el fútbol peruano, a esa búsqueda de un estilo de la que tanto se ha venido hablando y que muchos, que no tienen la menor idea de lo que hablan, han criticado.
Por eso este equipo empieza a tener una manera de jugar reconocible. Por eso puede ser que no gane, como ocurrió en las dos fechas previas de la Copa Libertadores, pero se nota una intención de jugar a algo, una idea que, como toda idea, necesita ser ejecutada una y otra vez hasta que logre su mejor versión. En el camino habrá tropiezos, seguro, pero mientras se mantengan los conceptos, mientras se corrijan los errores (la defensa, por ejemplo, nuestro eterno punto débil estuvo impecable el martes pasado), cada vez estaremos más cerca de ser ese equipo que todos queremos ver. Ese equipo con jugadores que ejecuten tan bien esta idea como lo hicieron en la cancha de Racing Club: Josepmir Ballón, Jorge Cazulo, Carlos Lobatón, Irven Ávila, Sergio Blanco y Horacio Calcaterra. Ese equipo que juegue de visitante con la misma confianza con la que lo hace de local, en la cancha más difícil, contra el rival más complicado.
Ojo. Racing Club sigue siendo un mejor equipo que nosotros, pero eso no lo hace imbatible. Lo demostramos hace unos días. En Lima será más peligroso aún. Vienen heridos, consideran, injustamente, que el resultado fue injusto con ellos. Y vendrán acá a cobrársela, a demostrar que lo que pasó en su cancha fue un tropezón. Vienen, encabezados por Diego Milito, a poner las cosas en orden. No será nada fácil volverles a ganar.
Pero ya demostramos que podemos. Este grupo nos demostró una vez más que el camino elegido es el correcto. Este grupo nos quiere quitar la costumbre de perder. Esta vez será en nuestra cancha y contarán con todo nuestro apoyo. No les fallemos.