El Cristal que quiero ver: Luiz Da Silva y una lección por aprender.
Por: Jorge Rodríguez
Desde que se me dio la oportunidad de escribir para Ustedes no he dejado de hablar acerca de los muchachos que pudieran brillar en nuestro firmamento celeste. Uno de ellos era Luiz Da Silva o “Beto”, como se hace llamar. Atrás quedaron las crónicas sobre su presencia en la Copa Federación, el seleccionado Sub-17 y su participación en el Mundial de Clubes pero es bueno hacer memoria para evaluar su debut en el Torneo Profesional.
Beto llegó al club de la mano de su padre, Luisinho, ex jugador brasileño que alternó en provincias en nuestro balompié. De hecho no fue un jugador brillante, pero los conocimientos y disciplina que eran de su dominio, los trasladó a sus hijos. Él los llevó a entrenar desde muy pequeños, jugando en el Gremio y el Inter de Brasil y en el Perú, los pasea por la U y USPM hasta llegar al Sporting Cristal en el año 2011.
Beto es categoría 96, nació el 30 de Diciembre de 1996, casi 97, alto, definidor, inteligente dentro del área, muy solo fuera de ella. Los 18 metros son su hábitat natural. Define con ambas piernas y de cabeza. Como buen delantero formado en Brasil, no tiene apego a la marca, si mas bien a la búsqueda de espacios, no luce rápido pero sabe dominar y trasladar el balón en tramos largos, si le pegan marca y lo hacen jugar de espaldas, estará perdido. Si lo tiran hacia la media cancha, podrá llegar al área rival sólo si la defensa está en línea con él o si es de un contragolpe. Beto pide mucho el balón, pero lo suelta muy poco si decide enfrentar la marca, cosa que busca hacer siempre sin apoyarse.
Beto jugó sus primeros partidos por la categoría 96 el año 2011. Hizo varios goles en el que fue el peor año de esa categoría. Jugaba de punta o hacia la derecha, pero se cruzaba mucho con sus compañeros ocasionales en ataque. El año 2012, Beto jugó ya por la 95. Algunos muchachos comentan que no pueden jugar con él por lo individualista en un equipo donde la solidaridad era marca registrada. Sin embargo, ese año termina siendo el goleador absoluto en la Copa. Hizo goles por la 96, por la 95 y por la sub 18, con la que campeonó. Es convocado a la selección Sub 17, donde el entrenador lo colocó de media punta, con lo que en ese Sudamericano no se pudo ver al Beto letal en el área. A pesar de ello, Beto se dio el gusto de anotar un gol por Perú en aquel torneo.
A finales del año pasado y cumplidos 16 años, Beto firmó contrato profesional con el club por los próximos tres años.
Hasta fines de abril de este año, no había tenido oportunidad de jugar con sus compañeros de la categoría 96. Cuando se esperaba que jugase, fue llamado a integrar el equipo de reserva con el que marcó un gol contra la UCV en Trujillo. De regreso a Lima y durante la preparación para el Mundial de Clubes de Madrid, marcó un triplete en la victoria frente al Andres Campeón jugando de nuevo en su categoría, la 96.
Viajó a España, donde marcó 4 de los 5 goles que anotó el equipo en toda su gira: 2 al Rayo Vallecano y 2 al Real Madrid. Al retorno al Perú, Beto es llamado porRoberto Mosquera al Primer Equipo…
Pero, ¿esta trayectoria pesa más que, digamos, los 9 goles que lleva anotados Leandro Guadalupe en el Torneo de Reservas?
Muchos se preguntan: ¿tenía el roce y el nivel para debutar en un clásico?
Hay muchas preguntas sin respuesta, muchas de las cuales tratan de explicar las razones que llevaron a Mosquera, con la conformidad de la dirigencia, a hacer debutar a un muchacho de 16 años en un partido tan importante como dificil.
Entonces es bueno recordar que Uribe, Palacios, Zegarra, el Mudo Rodriguez, el mismo Mosquera inclusive, todos debutaron entre los 16 y 17 años. ¿Qué hubo de diferente en estos casos? No lo hicieron ante un grande, sino que los fueron llevando de a pocos. Frente a Alianza debía de cumplirse con la obligación de la Bolsa de Minutos…¿y porqué no pensaron en eso antes? Frente a Cienciano por ejemplo, tanto en Lima como en el Cuzco. ¿Porqué hacerlo ante el rival que se jacta de tener la mejor cantera? ¿Qué se quería demostrar? ¿Porqué hacerlo el día que se iba Reyna? ¿Qué querían hacer?
Beto puede haber jugado en España, en Reserva, en las peores canchas que a veces nos muestran las imágenes de provincias, pero ¿estaba preparado para recibir la presión de Ibañez? ¿estaba preparado para recibir un golpe de Serrano? Quienes vemos Copa Federación y seguimos a los muchachos, sabemos que Beto desaparece ante la primera patada, eso debe trabajarse. Obviamente en un entrenamiento no se va con el mismo rigor, menos aún si saben que es la nueva joya del Club. Pero se debe trabajar con él en partidos que no comprometan su integridad y con mayor razón aún: ¡que no comprometan los tres puntos para el Club!
Otras interrogantes apuntan a Guadalupe. ¿Por qué mejor no jugó mejor Beto por la reserva y hacían debutar a “Gua Gua” en el primer equipo? Pregunta válida tomando en consideración que Fernández iba a jugar por la reserva y podría haber sido un mejor soporte para su ambientación. Muchos pedían a Guadalupe en el primer equipo y se sorprendieron de ver a Beto quien, con dos semanas de entrenamiento en la Profesional, ya iniciaba acciones frente a Alianza. ¿Quién merecía una oportunidad?
Ver jugar a Beto trae reminiscencias de lo que fue el juego del otrora ídolo Flavio Maestri (Comentario aparte, Maestri termina siendo enemigo del club. Sus comentarios durante el último compromiso demuestran que su odio es mas grande que él, tan grande como su propio ego, siendo él tan pequeño como el club del cual demuestra hoy ser hincha). En fin, marketeramente hablando, Beto podría llegar a convertirse en el Mesías que redima a aquella figura perdida en algún lugar de La Victoria. Pero creo que aún no era el momento de lanzarlo. El mismo Mosquera lo sabe y así lo dijo.
Creo que no es momento de esconderlo y protegerlo. Si Da Silva ya salió al ruedo pues debe empiezar a defenderse solo. Un águila no regresa por los aguiluchos que salieron del nido. Solo así se va a hacer hombre. Debemos esperar que se le sigan dando posibilidades y espermos que él, que no tiene culpa en nada de todo esto que se teje a su alrededor, este a la altura de las circunstancias. Confío en su capacidad. Esperemos que estos años en el Club le hayan servido para ser parte de la Raza que necesitamos…Raza Celeste.
Hasta mas vernos