La Cancha: FBC Melgar 1 – Sporting Cristal 2
Una muestra clara y palpable del gran respaldo que ha conseguido Roberto Mosquera con los frutos de su trabajo que se han hecho evidentes en los últimos ocho partidos, se pudo apreciar hoy cuando se dió a conocer la alineación titular con que Sporting Cristal enfrentaría a FBC Melgar. Se sabía que teníamos jugadores suspendidos y jugadores lesionados. Se sabía que había la necesidad de hacer ingresar a muchachos sub 20. Se sabía que este partido en Arequipa iba a dar el descanso para varios jugadores que alternan seguido en el equipo titular. Pero igual, por lo menos yo, esperaba que al darse a conocer la alineación más de uno manifestara su disconformidad.
Pero no. No digo que nadie lo hizo, digo que no me enteré y eso puede deberse o a que estuve muy distraído (que no suele pasar cuando se refiere a Sporting Cristal) o que esas voces fueron, de verdad, muy pocas.
Este hecho refleja, desde donde yo lo veo, que la hinchada le ha tomado más confianza al trabajo de Roberto Mosquera y que además existe una mayor confianza por lo que pueden hacer los jugadores.
Y es que si bien Sporting Cristal sólo repetia 2 jugadores con relación al equipo titular que salió el domingo a enfrentar a Unión Comercio (Erick Delgado y Nicolás Ayr), tampoco es que el equipo que salió al gramado de la UNSA haya sido un equipo discreto. Presencias como la de Juan Carlos Mariño demostraron que, a pesar que no se diga, Sporting Cristal también tiene variantes dentro de su plantel y, entre ellas, jugadores con una gran capacidad. Por lo pronto, te adelantaré, Mariño fue el jugador del partido y tuvo 90 minutos de lucidez y lujos.
Si hay un adjetivo que debo darle al equipo que se paró hoy de celeste en Arequipa dire: equilibrado. Justamente aquello que tanto tiempo nos tardamos en conseguir. Hoy vimos a un Cristal que defendió con solvencia y que intentó atacar con ideas y rapidez. Al frente teníamos a uno de los equipos con mejor rendimiento de local y eso motivó una mayor aplicación en el orden defensivo. No sé tú pero a pesar de las ausencias, yo no ví que Melgar estuviera muy cómodo o encontrase muchos espacios para atacar a Sporting Cristal.
La nota que diferenció a este partido fue la excesiva violencia de los arequipeños. Cristal es un equipo que busca practicar un futbol de pase y velocidad y eso, ante un equipo que prioriza fuerza y que desde antes del partido venía con el rótulo del “equipo que más pega en el campeonato”, nos dió un partido accidentado que George Buckley no supo manejar. El defensa Angel Ojeda del Melgar, por ejemplo, jugó gratis desde el primer tiempo luego que se dedicara a patear a José Shoro y a Edinson Chávez sin siquiera sonrojarse. Claro, de eso los programas deportivos no van a hablar hoy ni los periódicos mañana.
Contra esa violencia, Cristal presentó nuevamente eficacia. Sacrificio y eficacia. Como Shoro que, en lo que sería su segunda mejor actuación desde que el año pasado le anotó 2 veces a la U, ganó una pelota y la defendió en la esquina. El tiro libre que él ganó fue convertido en gol tras buen cabezazo de José Granda, un muchacho que debutó hace 3 años y cuya situación en el club no está del todo segura. Igual, fue él quien nos dió la primera alegría. Cristal empezaba a ganar y lo hacía con merecimientos por ser eficaz ante un Melgar que quería doblegarnos a punta de pelotazos y de golpearnos las canilleras.
La salida de Shoro, tras una mala caída y un golpe que Buckley no sancionó, deja una preocupación. Más allá de lo mucho o poco que pudo contribuir a la campaña, lo cierto es que Shoro es jugador del club y por eso preocupa su lesión. Ya en marzo había sido operado de la rodilla y parece que es la misma rodilla la que ahora se le agravó. Ojalá no sea nada grave.
Para el segundo tiempo, Roberto Mosquera decidió, creo yo, dejar de lado la cautela y lanzó a la cancha a Cazulo y a Irven. Un rato después se les uniría Ross y con ello el equipo se mantuvo equilibrado pero ganó un poco más de fútbol. Sin desesperarse, sin desordenarse, se manejaba el partido con tranquilidad y de no ser por el golazo que le salió a Melgar, posiblemente no se habrían dado sorpresas. Pero los golazos aparecen cuando uno menos los espera y hoy en Arequipa se vio uno. Buen remate de fuera del área, desviado por un defensa, que dejó a Erick sin nada que hacer.
Pero si Erick no tuvo qué hacer en el gol, Sporting Cristal sí tenía qué hacer en el partido. Apelando a los jugadores que saben, siguió buscandolo. Ya habíamos superado el momento aciago, justo luego del gol de empate, en el que Melgar se fue con todo y nos encontró totalmente distraídos y con la defensa abierta y sin marca. Melgar marró dos ocasiones consecutivas de gol que bien pudieron terminar volteando el partido. Luego de esos dos sustos, el equipo se recompuso, recuperó la marca, la tranquilidad y volvió a lo suyo.
Irven que avanza por derecha, cede a Mariño en la media luna, Mariño que de un toque habilita a Ross, Ross que entra y con una finta descoloca a defensa y arquero, Irven que aprovecha la distracción de su marca que lo deja, se coloca frente al arco, Ross la cede con huacha para el medio e Irven que la empuja. Jugadón de estos tres celestes de buen pie y el gol de la victoria que revienta en la UNSA, en Arequipa y en todo el país. Cristal hoy es fiesta y alegría, señores. ¿Quieres ser feliz? Enfúndate una camiseta celeste y ven a celebrar con nosotros.
Hoy recuerdo cómo el 2008 en Matute, Fleitas se bajó a Aliberti y lo sacó del partido sin que nadie diga nada. Recuerdo cómo ese jugador nos metió un gol en escandalosa posición adelantada el 2009 y nadie dijo nada. Recuerdo el partido de este año cuando Fernández nos anotó un gol en posición adelantada y nadie hizo escándalo. Recuerdo a Céliz hace tres días entrandole mal y sacando del partido a Advíncula y sin que el árbitro sancione falta y sin que nadie haga escándalo. Son cosas del fútbol, se dijo en su momento. Y, bueno pues, cosas del fútbol suceden. Como ese gol mal anulado a FBC Melgar que era el empate 2 a 2. Gol legítimo, sí pues, y mal anulado también. Pero, son “cosas del fútbol”, ¿no? Y como todas las veces anteriores, nadie tendría que decir nada. ¿o sí?
El triunfo de hoy es para aplaudirlo tanto o más que el de la semana pasada en Trujillo. No sólo porque se gana ahí luego de 7 años (leíste bien: 7 años). Sino también porque lo hizo un equipo cervecero novedoso y que demostró que la idea de juego y la actitud ganadora no son patrimonio de los 11 que juegan con regularidad. Fue un partido trabajado y luchado, bien ganado por estos muchachos que defendieron bien la camiseta y, hay que reconocerlo, bien planteado desde el banco. Mosquera paró un equipo que respondía a sus necesidades y que buscaba la cautela. Luego del resultado positivo, sin desequilibrar el equipo, le añadió experiencia y fúbol.
Como siempre, aún hay cosas que mejorar y que corregir. Pero con lo que se viene viendo hasta ahora, hay confianza de que se podrá hacerlo. Lo que no se puede controlar es el grito en el pecho de cada hincha cervecero, el grito que todos queremos soltar por los años de ilusión contenida. Aún falta mucho para poder soltar ese grito pero mientras tanto, hay que invertir esas ganas en aplaudir a estos muchachos y a este plantel. Hay que aplaudirlos y alentarlos y prometerles que este domingo, en el Gallardo, todos estaremos juntos.
Porque estuvimos juntos en las malas y ahora nos toca vivir las buenas.