La Net: Sporting Cristal 2 – Alianza Lima 3
Si alguien iba a llevar la fiesta al voley, ese iba a ser Sporting Cristal.
El sábado en la noche se jugó uno de los partidos más esperados de la Liga Nacional Superior de Voley entre los equipos que ocupaban el tercer y cuarto lugar, Sporting Cristal y Alianza Lima, que son además dos instituciones deportivas de renombre en nuestro país.
Y Cristal vino con todo. No sólo con el buen rendimiento de sus chicas en los últimos partidos sino también con una gran cantidad de su hinchada que ocupó la curva norte del coliseo Manuel Bonilla y trajo alegría, aliento y color a este partido.
El encuentro fue intenso y comenzó con buen pié para Sporting Cristal que, apoyado por el aliento de su hinchada, se puso rápidamente en ventaja y terminó ganando el primer set 25 a 21. Todo apuntaba a una nueva victoria rimense pero en el segundo set se vio un fenómeno que se repetiría a lo largo de la noche y que fue lo que, a la postre, terminó costándonos el partido. El equipo entró sumamente desconcentrado, las jugadoras regalaron puntos y no hubo reacción en la banca. Alianza sacó una alarmante ventaja y no tuvo problemas en cerrar a su favor el que debe ser el peor set que ha jugado este sexteto celeste en todo el campeonato. 25 a 14.
Los que creyeron ver el inicio de una caída celeste se tuvieron que sorprender por que en el tercer set, coincidiendo con el regreso de nuestro equipo al lado de la cancha donde estaba su hinchada, Cristal volvió a mostrarse como un equipo sólido. No faltaron los errores tanto en recepción como en saque pero aún así, se logró cerrar el set 26 a 24, evitando la remontada de Alianza. El equipo rival no demostró en ningún momento una superioridad sobre el nuestro pero lo que sí se vio fue un excesivo nerviosismo en nuestras chicas al momento de tener que cerrar los parciales. A medida que Cristal se iba acercando a los puntos finales, iba regalando puntos más a menudo.
En el cuarto set, se volvió a repetir la historia y vimos un equipo desconcentrado y repitiendo muchos errores en recepción. Felizmente Alianza no llegó a sacar la ventaja que sacó en el segundo set y Cristal empezó a remontar e incluso estuvo a un paso de empatar el set a 22 puntos. Pero el mismo nerviosismo de siempre hizo que se vuelvan a repetir errores y nos tiró para abajo. Alianza pudo hacer los puntos necesarios y cerró 25 a 21. Este partido tenía que definirse en cinco sets.
El quinto set fue inexplicable. Rápidamente Cristal llegó con ventaja y se puso 8 a 2 para el cambio de cancha. Cristal incrementó su diferencia hasta ponerse 12 a 6. Le restaban sólo tres puntos y Alianza, casi entregado, tenía que sumar 9. Y en ese momento, con todo puesto para la victoria, Cristal no se encontró a sí mismo. El set terminó 13 a 15 y perdimos un partido que lo teníamos en el bolsillo gracias a errores repetitivos, a un inexplicable nerviosismo y a una evidente falta de manejo desde el banco. En los momentos en que el rival empezaba a remontar, y justo cuando se requería una acción del técnico que sacara a nuestras muchachas del marasmo en que estaban cayendo, la mano del entrenador no se vio.
Las explicaciones de esta derrota van por muchos lados. Hay que apuntar el desigual rendimiento de algunas muchachas y la falta de respuesta del banco, contraponiéndolas con la experiencia de las jugadoras del rival que, a pesar de ser favoritas, tuvieron que luchar mucho para poder vencer a la celeste. La experiencia del técnico aliancista terminó pesando en el balance final. Y un tema adicional que se debe tener presente es que este tipo de partidos, por el rival, son partidos que uno no puede tomarlos como para hacer experimentos o para foguear muchachas que no han tenido mucho roce. Estos clásicos hay que ganarlos siempre y como sea. Esa responsabilidad es parte del peso que implica llevar la celeste y tener en el pecho este escudo. Esa lección no debe olvidarse nunca.
Hubiera sido una noche perfecta, Cristal llevó alegría y un verdadero clima de clásico a un deporte que hasta ahora no conocía la pasión en las tribunas. La victoria habría sido la corona perfecta para un esfuerzo no sólo del equipo sino de la institución y de su hinchada que va entendiendo que a la celeste se la alienta siempre.
Lo importante, en todo caso, es la confirmación de que Sporting Cristal – todo Sporting Cristal – ya llegó a este deporte y nuestra gloriosa historia no va a hacer sino replicarse en éste como en todos los campos donde competimos.