La Net: Sporting Cristal 3 – Regatas Lima 0
La tercera victoria cervecera en la LNSV se dio ante un Regatas Lima que, por nombre, parecía ser un rival complicado pero terminó siendo un sexteto muy débil que cayó sin atenuantes.
Las celestes empezaron con un primer set que fue toda una masacre. Llegó a ponerse con un marcador a favor de 19 a 8. En los últimos puntos aflojamos un poco pero terminamos imponiéndonos con un cotundente 25 a 17. El segundo set fue algo más luchado aunque debemos decir que Regatas avanzaba más gracias a errores no forzados nuestros que a luces en su propia performance. Terminó 25 a 19.
La tónica del partido continuó igual y el tercer set fue rápidamente ganado por otro 25 a 17. Sin muchos problemas, Sporting Cristal obtiene su tercera victoria en cinco partidos.
Sin embargo, la nota baja de este encuentro no estuvo en la cancha sino en la tribuna. Poco a poco se está haciendo costumbre la presencia de un pequeño grupo de barristas del Sporting Cristal. Usualmente son grupos pequeños pero hoy, tal vez porque es sábado, se presentó un grupo algo más nutrido que otras oportunidades aunque, igual, no llegaron a las dos decenas. Los hinchas se apostaron en el mismo lugar de siempre cuando ya había empezado el partido y empezaron a desplegar su bandera, sus tirantes, y el bombo que habían traído.
Esto motivó la reacción de las dos personas encargadas de seguridad del recinto, una de las cuales se llega a considerar el dueño del coliseo y pone trabas incluso a los fotográfos a quienes prohibe tomar fotos por que, según arguye él mismo, el flash fastidia al juego. La liga debería tener presente ese tema porque la presencia de público que recibe el voley aún es reducido y, poniendo trabas a la prensa, lo único que van a lograr es que venga menos gente aún.
En fin. El tema fue que la seguridad exigió que se saque el bombo. Según se entendió despues, ello se debe a que el sonido del bombo, en un coliseo cerrado, ocasiona vibraciones hasta en la superficie de juego y eso afecta al juego. Eso y que el sonido posiblemente no permitiría oir el silbato del árbitro. Solucionado el tema del bombo, empezó el tema de las banderas ya que se negaron a que los hinchas puedan desplegar sus banderas sin que lleguemos a entender en qué perjudica eso al voley. Y lo peor es que esa decisión se ve injusta y discriminatoria ya que, en el partido preliminar, había un orondo banner del club Divino Maestro respecto del cual la seguridad no presentó ningun reparo. ¿O el tema es que no hayan banderas de Sporting Cristal?
¿O el tema es que, como está de moda en Miraflores, se utiliza el prejuicio y se opta por pensar en que un muchacho, a pesar que ha asistido a otros partidos anteriormente sin generar ningún problema, sólo por llevar una bandera de Cristal y un polo celeste es un sujeto indeseable? Hoy, al igual que las fechas anteriores no hubo ningún problema. Es cierto que el voley es de una afición más familiar y que es inusual la presencia de barras. Pero lo cierto es que el folklore de las barras no hace daño y que no podemos iniciar un camino pensando que todos los hinchas son vandalos violentos. Y, si así fuera, ¿no corresponde a la organización garantizar la seguridad cuando sea necesario y no antes? Claro, es más fácil incordiar a los hinchas llevandose por delante cualquier presunción de inocencia e ignorando que lo hubo hoy como antes ha sido puro aliento y ni el más mínimo incidente.
En fin.
Triunfo para Cristal. Derrota para la organización de la LNSV.