Balance 2011 – Parte IV. Menores y Reserva.
Si no has leído las anteriores puedes darle una chequeada acá: Parte I, Parte II, Parte III.
4. Menores y reserva.
Si eres de los que creen que los problemas de Sporting Cristal se limitan al primer equipo, te sugeriría que pienses de nuevo. Y te pongo una pregunta para que empecemos. ¿Te acuerdas del último jugador canterano de primer nivel que hemos sacado? Puedo estar equivocándome pero la memoria me manda hasta Alberto Rodríguez que es titular en la selección y juega en el extranjero. Luego de él hubieron algunos que quisieron brillar pero que no tuvieron lo que se necesita para terminar redondeando una buena carrera en el fútbol. ¿Qué pasó entonces con las divisiones menores de Cristal?
La situación global de las divisiones menores se puedan ilustrar con el dato que dio hoy RPP en esta noticia. Sporting Cristal no ha logrado el título en ninguna de las seis categorías de menores que han participado en los campeonatos de este año. Ninguna. En la categoría 93 (chicos de 18 años) quedamos segundos a 12 puntos de Universitario. En la 94 quedamos también segundos a dos puntos del Esther Grande de Bentín. En la 95, igual segundos a 4 del Esther Grande. En la 96 sextos a 15 puntos del Esther Grande. En la 97, segundos a 4 puntos de la San Martín. En la 98, también segundos a 2 de la San Martín otra vez. Hemos subcampeonado en cinco de seis. Claro, en el acumulado (que suma todos los números de las cuatro categorías en que se jugaron campeonatos) Cristal está primero. Eso refleja la regularidad en las distintas categorías cerveceras, a diferencia de otros equipos que lograban el título en una categoría pero quedaban muy rezagados en otra.
Ahora bien, el tema de menores es un tema especial en el que, creo yo, no importa tanto los títulos que se puedan lograr sino la formación efectiva que estas dándole a los muchachos. Y es ahí donde tenemos que enfocar la situación.
Dos temas han sido los que este año han trascendido en el tema menores. El primero basado en varias voces soterradas que hablaban de un manejo, digamos, extraño en las formaciones de los equipos que participaban. Voces que terminaron con noticias de que los técnicos de menores no iban a continuar el próximo año aunque también he escuchado versiones que hablan que esto no estaría siendo tanto así. El segundo tema es el de la identidad y es que cada vez se hace más evidente el hecho de que muy pocos de los muchachos que juegan en las divisiones menores de Cristal sienten un real vínculo afectivo con la institución. E incluso tampoco de respeto ahí donde en La Florida se llegan a celebrar estruendosamente los triunfos de instituciones rivales. Aparentemente en menores estamos fallando en inculcar ese cariño a la institución que es tan importante. Sobre todo si consideras que esos muchachos son, en teoría, nuestro principal patrimonio.
Entonces no sorprende cuando la principal estrella del equipo rival y revelación del campeonato resultó siendo un niño que hizo menores en Cristal. ¿Qué pasó? Que a la primera que pudo se fue al equipo con el que de verdad siente una conexión emocional. Una inversión (por que es una inversión de tiempo y recursos) en vano. Una inversión nuestra que termina sirviendo para que el rival pueda tener, aunque sea, agua potable. Eso hace que a la larga terminemos teniendo en las divisiones más cercanas a la profesional muchachos que no sólo no quieren esta camiseta sino que ni siquiera la respetan, por un lado, y que carecen de las estrellas de sus categorías que no tardaron en irse a jugar por el equipo del que son hinchas, por otro.
Puede que en cuestión de números y resultados estemos bien o regular pero en cuanto a formación me parece que estamos en debe.
Y si no me crees, eso se ve en la reserva.
La reserva, en teoría, es el equipo en el que los muchachos llamados a darnos triunfos deportivos en el futuro próximo se tienen que terminar de pulir. El problema es que, con Ghirlanda, no se vio nada y con Asca menos aún. La reserva, lejos de mostrarse como un equipo lleno de muchachos que compiten por trazarse un camino al equipo de primera, parecía más bien un grupo que sólo buscaba cumplir con el partido de la previa y nada más. Más aún cuando Reynoso, que utilizó algunos muchachos en el intermedio, terminó utilizando la Reserva como el equipo a dónde mandar a los jugadores que no pensaba utilizar. Entonces empezamos a tener jugadores del primer equipo que alternaban en la Reserva en vez de tener reservistas que alternaran en el primer equipo.
El mundo al revés.
Y sus números fueron tan terribles como los del primer equipo. De 30 partidos jugados, ganaron 11, empataron 4 y perdieron la mitad: 15. Anotaron 39 goles y recibieron 35. Hizo 37 puntos y quedó muy atrás del primero, Alianza Lima, que hizo 63. 26 puntos de diferencia. Un universo.
No sorprende, entonces, que la directiva haya querido apostar por un cambio integral en la organización de menores.