Balance 2011: Parte V. La Dirigencia
Si no has leído las anteriores puedes darle una chequeada acá: Parte I, Parte II, Parte III, Parte IV.
5. La Dirigencia
Faltaba la dirigencia.
Por motivos laborales no pude hacerlo pero quería hacer un post recordando el 21 de diciembre del 2010 justo un año despues. ¿Se acuerdan qué pasó en ese día? Bueno ese día fue la presentación de Guillermo Rivarola como DT de Sporting Cristal y se hizo un evento. Se cursaron invitaciones, se trajeron seguridad, modelos, catering y chelas. Se invitaron históricos jugadores e históricos dirigentes. Se presentó Felipe Cantuarias como nuevo presidente de Sporting Cristal y se prometió el inicio de un camino novedoso y distinto. Una nueva era en la vida de Sporting Cristal. Y un año despues acá estamos lamentando un pésimo año y con expectativas de un año mejor aunque, también es válido decirlo, tras la alegría inicial ya se van presentando en la hinchadas las primeras dudas sobre si el camino recién iniciado termine siendo el adecuado.
Ahora bien, lo cierto es que este año fue movidísimo a nivel de dirigentes.
1. Oblitas.
El año 2011 empezó en diciembre del 2010. Especialmente con la entrevista que Oblitas brindó a “El Portal Celeste”. Extensa entrevista en donde hablo mucho y de todo. La frase principal: “Esta temporada la responsabilidad sí será íntegramente mía“. Oblitas intentó responder a todo se presentó como el artífice de las movidas que este año nos tendrían que haber llevado arriba. Sin embargo, cuando uno ve con perspectiva, para esas alturas Oblitas ya había definido contrataciones sin que nadie tenga claro aún qué fue lo que las motivó y eligió como técnico al que más barato cobraba. Es evidente que desde ahí ya las cosas no pintaban bien. Nada nuevo, entonces.
Sin embargo, si algo quedó fijo en la mente de Oblitas parece ser el hecho de que lo único que respaldaba su cuestionado paso por el frente de Sporting Cristal era la posibilidad de que, en verdad, Cristal mejore a niveles deportivos. Que es, a fin de cuentas, lo que él maneja. Y eso se pudo ver cuando, tras el papelón que hicimos en la primera fecha del campeonato, Oblitas salió con todo a defender a Rivarola armando una cortina de humo con el tema del arbitraje.
2. Cantuarias
Pero más que eso, tal vez la noticia que fue marcando un cambio en el derrotero dirigencial fue la noticia del relevo en la presidencia. La salida de Francois Mujica, respetable señor de una gestión de malos resultados y que se graficó cuando reconoció en una entrevista que “no sabía nada de fútbol” y que “de niño era hincha de Alianza Lima”. A su lado entró Felipe Cantuarias con un discurso mucho más proactivo y, se notaba a leguas, dándole un mayor vigor a la institución. A pesar que muchos afirman con total seguridad que los afectos futbolísticos de Cantuarias no están en el Rímac, lo cierto es que él llegó y empezó a hablar de la palabra que había estado rondando el club hace mucho tiempo: “Identidad” y fue coherente con eso. Cantuarias intentó mostrarse como el primer hincha cervecero y sus primeros esfuerzos demostraban que querían acercarse al hincha y respetar su posición.
Cantuarias, hay que decirlo, es un gerente. Es una persona pragmática y a la que le gusta que las cosas funcionen bien. Y es esa impresión la que deja al ver lo que está empezando a hacer: diagramar una idea e implementarla para que funcione y no tener el menor reparo en modificar, cambiar o eliminar aquellas estructuras que no están siendo eficientes.
3. El Enfrentamiento.
Nadie lo dijo de frente pero lo que marcó el año fue la pulseada que existió entre Felipe Cantuarias encabezando una onda que podríamos llamar “reformista” y Juan Carlos Oblitas en una de “conservadurismo”. Mientras Felipe quería implementar muchas cosas y realizar varios cambios, Juan Carlos defendía la forma cómo se venían haciendo las cosas. La lucha fue sorda y larga. Y terminó ganando Cantuarias. La salida de Oblitas, sin embargo, no fue ni rápida ni fácil. Los constantes desencuentros iban minando la relación interna e incluso muchas cosas terminaron manejándose en el mismo directorio de Backus.
Creo yo que el primer round fue el regreso de José Antonio Osterling a Sporting Cristal. Osterling había salido del club el 2010 visiblemente peleado con Juan Carlos Oblitas. Muchos vimos en eso un claro tope a la autoridad de Oblitas dentro del club, una institución en la que hasta hacía meses toda decisión pasaba necesariamente por la aprobación del Ciego. El momento más dificil, sin duda, fue la época de la salida de Rivarola. Si bien es cierto que este técnico no salió por temas deportivos, era innegable que eso marcaba no sólo el corte de su proceso sino la pérdida de sustento de la opción que Oblitas había traído al club. La caída de Rivarola era la caída de Oblitas. Y Felipe Cantuarias entendía que mucho de lo que él quería hacer en Sporting Cristal pasaba necesariamente por la salida de Oblitas de las posiciones dirigenciales. Sus autoridades chocaban y parece que no quedaba claro quien tomaba la última decisión. Al inició pareció que Cantuarias ganó la pulseada, se anticipó la salida de Oblitas pero al no producirse esa salida, todos pensaron que a la larga fue el Ciego quien lograba mantenerse. A la larga terminó saliendo aunque no se llegó a saber exactamente si de verdad salía o sólo se quedaba en la sombra y hasta se habló de su retorno. Pero cuando empezamos a ver en el club gente como Francisco Lombardi, supimos quién había ganado la pulseada.
Hoy ya no queda dudas y todos sabemos que Felipe Cantuarias es la principal voz dentro del club y que, tras lograr imponer su opción, ha iniciado varias modificaciones que, esperemos, tengan buen resultado.
4. La mesa.
Mucho se ha dicho sobre lo de los puntos en mesa. Yo puse mi posición bien clara desde el inicio: (i) No se debería poner en las bases la posibilidad de ganar puntos en mesa. Pero los clubes lo pusieron. (ii) Si las bases establecen algo hay que cumplirlo. (iii) Cristal reclamó con fundamento pidiendo el cumplimiento de las bases. A mi me alegra que el próximo año ya no se ganen puntos en mesa pero eso no quiere decir que este año yo hubiera estado dentro de los que dijeron que las reglas no estaban para cumplirse. Claro, los hinchas del equipo que hace su vida reventando los balones a la tribuna quisieron ver el defecto en los que cumplíamos las normas y pedíamos que el resto las cumpla y no en sus propias vergüenzas. En fin.
Pero esto fue un tema de la dirigencia que empezó cuando Oblitas aún estaba en el club y que luego continuó el Chino Benavides. En virtud de estos fundados reclamos, Cristal obtuvo 4 puntos. A pesar de lo que dicen quienes no nos quieren, esos puntos no terminaron haciendo diferencia en los resultados finales del club. Cristal no llegó a pelear nada con esos puntos y tampoco se salvó de perder la categoría con los mismos. Pero queda la satisfacción de ser un club serio y coherente, que cumple las normas y exige que el resto lo cumpla.
5. El Chino Benavides.
La salida de Oblitas de la gerencia general fue seguida por la presencia de Carlos Benavides. El Chino marcó un estilo distinto de conducción con una mayor presencia en el club y, presumo, una menor autonomía para que sea el Gerente Deportivo quien tome las decisiones. Al Chino se le vió más en el estadio y en La Florida y parece que estuvo en más sintonía con lo que quería el Presidente. Tanto así que una de sus primeras iniciativas fue, precisamente, de índole popular: los precios de las entradas.
6. El Balance.
Con todo esto yo identificaría dos momentos a nivel dirigencial en este 2011. El primero marcado por las decisiones que Juan Carlos Oblitas tomó y que van desde la contratación de Rivarola, Escalada y Espínola hasta la contratación de Rivera y sus seis refuerzos. No es peculiar que el último acto que realizó Oblitas fue traer a Revoredo, último refuerzo de Reynoso. De ahí se fue a la segunda vicepresidencia aunque confiado en que la situación deportiva iba a ser favorable y eso iba a pesar para marcar su retorno al club. Definitivamente todas estas decisiones no llevaron al objetivo deseado. Por el contrario, con perspectiva se resalta más su carácter de improvisación y de responder a terceras intenciones más que de ser decisiones pensadas profesionalmente para lograr el éxito en Sporting Cristal. El paso de Juan Carlos Oblitas terminó siendo malo, por decir lo menos.
El segundo momento se empieza a dar con el ingreso del Chino Benavides. Esta dirigencia que intenta recuperar el ritmo y que, ante la imposibilidad de hacerlo, decide dar un golpe de timón tras la salida de Reynoso. Aún es poco lo que han hecho como para poder analizarlos y calificarlos pero sí hay que reconocer por lo menos que existe una forma distinta de tomar decisiones, aparentemente más profesional e influenciada por lo que trae Felipe Cantuarias. Él sería el elemento que marca la diferencia ya que, en realidad, tampoco es que haya tantas diferencias en cuanto a nombres.