La Cancha: León de Huánuco 1 – Sporting Cristal 1

Tiene una sensación distinta el caminar por una ciudad extraña con tu camiseta celeste. La gente sabe que viniste no por las bondades del lugar sino porque estas siguiendo algo tuyo. Que eres uno de esos fanáticos que viajan a acompañar al equipo y que lo tuyo es en serio. Y, ¿cómo querías que no me tome en serio la posibilidad de viajar? Osea, el equipo venía mal, requería la unión de todos, y encima no iba a haber forma de ver el partido porque las noticias que, en teoría, importan al resto iban a estar en otros lados. Si quería ser coherente con lo que tengo dentro del pecho, tenía que viajar. Y viajé.

Señores, lo dejo todo. Voy a ver a Cristal.

Y no me arrepiento de haber ido porque encontré lo que pensé que iba a encontrar. Yo tenía la certeza de que en este partido, si se quedaba Reynoso, nos iban a dar otro marcador de escándalo. Pero los cambios de entresemana, tal como lo comenté en “La Previa“, me permitían abrigar esperanzas de ver un equipo distinto y esa esperanza daba pie a otra mayor: que el drama de Cristal se iba a acabar esta semana en Huánuco.  Y se acabó.

Por lo pronto la idea de Melgar fue clara y plausible. Con poco tiempo como para querer revolucionar al equipo, hizo lo que el manual ordena que se haga y lo hizo bien. Consciente de que León en su cancha no era un equipo como para faltarle el respeto, y menos en la situación en la que nos encontrábamos, el DT interino mandó un equipo simple: 4-4-2 con dos líneas muy claras en defensa. Erick regresó al arco. Rivas estuvo en la derecha, Revoredo y Lojas al centro y Vílchez en la izquierda. Esa línea defensiva buscó mantenerse en todo el partido y los mejores momentos en defensa fueron cuando la línea se mantuvo. En el segundo tiempo se perdió un poco de orden pero en el primer tiempo puedo decir que su función fue casi impecable. Salvo, claro está, el error en el gol de León.

La segunda línea también estaba claramente dibujada aunque, evidentemente, tenía más licencias para desarmarse. Loba pegado a la línea derecha, Casas y Frezzotti al medio y Yotún pegado a la izquierda. Lo de Yotún fue interesante porque justo con él se daban los relevos. Así, por momentos Yotún subía a la delantera y su puesto era cubierto por Advíncula o por Alva.

Huanuqueño cabezón me malogró la foto. Pero aún así, ahí se ven las dos líneas de que te hablo

Simple, sin tantas cosas, el fútbol de Cristal se mostró ordenado y poco a poco fue encontrando el camino al ataque. León, evidentemente, salió a querer encontrar el descuido de la línea defensiva pero sus pelotazos fueron bien conjurados y en esa labor destacó Revoredo. Fallaba mucho en salida y esas recuperaciones rápidas permitían que Cristal se lance al ataque pero ahí estaba el contraste. Todo lo bueno que tenía Cristal en defensa se diluía en ataque. Desde el vamos, con Alva y Advíncula, sabíamos que era poco lo que se podía ofrecer arriba y la idea no hizo sino confirmarse. Varias veces Alva, varias veces Advíncula y unas pocas Yotún, Cristal perdió muchas oportunidades que, con un poco más de suerte o de claridad al momento de elegir la jugada, podían haber asegurado una diferencia.

Pero no lo hizo así y, por el contrario, cuando se moría el primer tiempo, en la segunda llegada clara que tuvo, León aprovechó un error de los centrales y anotó. Si  me preguntas, mucho premio para un equipo local que mostró muy poco. Pero, tal como lo dije en el mismo momento del partido, a Cristal le pasaba factura no el error defensivo sino más bien la nula efectividad arriba.

Ya a esas alturas sabíamos que los resultados en otras canchas nos beneficiaban y que incluso con la derrota salvábamos la categoría. Pero yo esperaba cambios, una reacción, una rebeldía, una negación a aceptar un logro merced de los resultados de otros. Si Cristal iba a lograr su objetivo debía ser por su propio esfuerzo. Y creo que Melgar algo así pensó porque sacó al Loquito Casas, que puede tener muchos cuestionamientos pero es uno de los jugadores que más corazón le ponen, y dispuso que entre Fito. Loba pasó a ayudar en la contención a Frezzotti, aunque ya sabemos que desde ese puesto Loba tiene también mucha libertad para subir, y Fito se fue a la derecha. El cambio, lamentablemente, no se sintió.

El Chorri ni bien entró, se metió un pique que casi se me sale del cuadro.

Lo que si se sintió fueron las ganas del equipo rimense de lograr el empate y lo logró pronto. Un lateral y Walter Vílchez que la añade. No extrañaba que, a esas alturas, si algo bueno iba a llegar para Cristal tenía que venir desde la defensa. Luego de ese gol, León cayó en el desorden y buscó mucho. Cristal mantuvo la línea y cuidó su punto con uñas y dientes. Las emociones continuaron pues León tuvo un tiro en el palo y un gol bien anulado tras carga a Erick y Cristal tuvo una jugada en la que Flores sacó de la línea una oportunidad del Chorri.

Pero no había más. El partido terminó con el empate y Cristal logró el punto que lo puso fuera de todo riesgo de la baja. El objetivo mínimo se cumplió y ahora tenemos el camino libre para poder planear con tranquilidad el 2012 pero, antes de eso, creo que lo principal es seguir en la brega de identificar las acciones que tanto daño nos han hecho en los últimos años y establecer la férrea intención de no repetirlas. Ni el equipo, ni la institución ni la hinchada se merecen otro año como este.

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