Y vamos Chorrillano.

Yo soy Chorrillanista. Siempre lo he sido.

(foto:depor.pe)

Y es que pertenezco a la generación que empezó a ver fútbol a inicios de los 90 y creció viendo al Chorri hacer todo lo que hizo. Y te diré que siempre supe que estaba ante un jugador diferente, desde que vi al flaquito de los bigotes meter el único gol de Perú a la Argentina en las eliminatorias de 1993. Y debo reconocer que el Chorri es quien ha sacado de mi garganta verdaderos gritos de emoción. Desde aquella vez que, colocando el balón de cabeza por encima del arquero Gil, nos llevó a empezar el festejo del año 94 hasta, por ejemplo, cuando empujó otra vez de cabeza un balón frente a Andújar y marcó el transitorio empate con Estudiantes de La Plata en el último partido que jugamos como locales en Copa Libertadores y que terminó con triunfo celeste.

No me pidas que haga un ranking o que clasifique los goles del  Chorri.

Y tampoco me pidas que lo recuerde sólo por sus goles. El Chorri nos dió más que goles. El Chorri nos dio algo que muy pocos nos dieron y fue cariño y lealtad a la camiseta. Ante un periodismo que se moría de ganas de relacionarlo con Alianza Lima, el Chorri siempre repitió una y otra vez que su corazón era, es y será celeste como el tuyo o el mio. Ahora se celebran 20 años desde que debutó en primera con esta camiseta celeste que no se sacaría nunca y tampoco se la sacará porque, por más que deje de jugar, nosotros siempre lo vamos a recordar con ella. Ya sea con el 8 en la espalda con la que cosechó sus primeras glorias o con la 10 que le pertenece por derecho.

No hay lugar para mezquindades. Seguramente los mayores recordarán otros jugadores que sudaron esta camiseta y dieron tanto o más espectáculo que el Chorri. Tal vez los menores lo conocieron en estos últimos años y no lleguen a comprender todo lo que el Chorri es. La verdad es que en estos 20 años fue el Chorri quien enalteció el juego que practica Sporting Cristal, quien mejor lo entendió y quien mejor lo mostró. En todo ese tiempo no hubo nadie como él en calidad y en cariño a esta institución.

(foto:serperuano.com)

Y así, por amor a esta camiseta, luego de llevar su carrera por diversos países, regresó el año 2007 para poner el hombro en el momento dificil y así, por amor a esta camiseta, sigue trotando en esta dificil realidad quizá por que a pesar que todos le dicen que se retire, sabe que si él se va, el equipo va a perder lo poco de fuerza y mística que aún tiene y porque siente que, todavía, puede hacer un esfuerzo adicional para darle gloria a esta gente y a esta camiseta.

Yo soy Chorrillanista. Siempre lo he sido.

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