La Cancha: Universidad San Martín 0 – Sporting Cristal 0

El equipo salió caminando despacio, todos juntos, demostrando que a pesar del polo blanco y la camiseta celeste, el luto aún está presente en Sporting Cristal. En los jugadores no hubieron gritos ni saltos ni carreras, sólo un paso lento hasta el centro del campo en medio de un aplauso total. La celeste venía cubierta por un polo blanco con la imagen de Gianfranco y todo el equipo se acercó al palco del estadio para saludar a la familia Espejo que – dándole una lección a todos aquellos que prefirieron no venir al San Martín justo ahora que más se les necesitaba – se reunió con la otra familia de Gianfranco, la suya, la nuestra: la familia cervecera.

Sale Sporting Cristal, caminando. La tribuna … vergonzosamente vacía.

Genera siempre un nudo en la garganta el voltear y presenciar el dolor. Cuando, de espaldas a la tribuna, ví al equipo mirar a la tribuna y saludar con palmas me sorprendí porque ese gesto no lo vi nunca. Osea, he visto jugadores saludar a sus familiares en la tribuna pero nunca vi todo el equipo saludar a un mismo punto. Inmediatamente pensé en que la familia de Gianfranco estaría ahí y volteé. Efectivamente ahí estaban y el nudo se me hizo. Admiré el temple de esa familia que, en este momento tan doloroso, vinieron a recibir el apoyo de todos. En un trance parecido yo tal vez no hubiera salido de mi casa, ellos vinieron a acompañarnos. Pensé que ese es el gesto que él hubiera querido que existiese. Bajé la cámara y aplaudí. Aplaudí la fuerza de esa familia y pedí por que puedan encontrar pronto el consuelo.

La familia de Gianfranco. ¡Fuerza!

El minuto de silencio, por lo demás, fue realmente sentido. Como raras veces en un estadio de fútbol se respetó totalmente. Como te dije al inicio, este episodio nos ha tocado a todos y ese dolor, ese respeto, se sintió fuerte en el San Martín. En los últimos diez años, no debió haber un homenaje postumo tan fuerte como el que se vivió hoy en la cancha. Cristal, todos, estamos de duelo.

El polo con la imagen de Gianfranco

Y si algo tengo que reprochar es precisamente a ese hincha que sabe estar en las buenas pero que no supo estar en esta mala. Nos auto-llamamos la hinchada que nunca abandona y usualmente tenemos razón en hacerlo. Pero hoy no estuvimos a la altura. El partido era, es, lo de menos. Gianfranco no merecía tan ralo marco ni tampoco la mezquindad de aquellos que, acostumbrados a venir, decidieron no hacerlo hoy. Eso es ser incoherente, inconsecuente con lo que uno dice, uno siente y uno es. La grandeza de un colectivo se ve en días como hoy y, da lástima pensarlo, tal parece que ahora no sólo como equipo no estamos a la altura del momento sino que también como hinchada estamos empezando a descuidar.

Él no se merecía esta tribuna vacía. Ahí fallamos todos.

¿Del partido?

¿Qué te voy a contar del partido?

Muchas ganas y mucha entrega de parte de varios jugadores por lograr, cuando menos, que en este partido – precisamente en este – no nos vayamos perdiendo. Me gustó lo que le vi a Rivera y a Frezzotti, no me gustó para nada lo que le ví a Cruz, a Ximénez ni a Pando. No advertí un esquema de juego claro que reflejara una idea contundente de parte de Reynoso. Por el contrario, por etapas vi un Cristal sumamente frágil que, a pesar de estar jugando un partido trabado, tedioso y aburrido, siempre estuvo más cerca de encajar uno que de meterlo.

Partido trabado y aburrido.

Fria tarde de domingo. Poco que celebrar y mucho para pensar.

¿Algo más?

La camiseta de Gianfranco enmarcada y entregada a la familia. Hoy recibió la ovación del Extremo.

Sí. He confirmado este dato todo lo posible pero puede ser que se me escape algo. Desde que se reabrió el San Martín en 1995 esta es la primera vez que Sporting Cristal es visitante en su propio estadio. Esto debió causar, en teoría, que toda la hinchada se vaya al gallinero pero no fue así. El único cambio visible, a parte de las butacas reservadas por San Martín en el palco, fue que Sporting Cristal cambió de banca. Dejó la banca sur donde siempre se coloca y se fue a la banca norte (pegada a la popular) por primera vez en 16 años.

Cristal en la banca visitante.

A todo esto, un buen amigo me dijo al final: {modo sarcasmo on} “un empate de visita no es tan mal resultado” {modo sarcasmo off}.

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