La Cancha: CNI 1 Sporting Cristal 0
Yo no sabía si la cara de fastidio de Víctor Rivera era por el desempeño del árbitro, por la lluvia que a esas horas debió haberlo empapado completo o por que no llega a entender a qué juega Cristal.
Y es que, claro, bien podemos decir que con un diluvio como el que cayó ayer en Iquitos difícilmente se puede jugar al fútbol y, además, con un señor como Gambetta que arbitra pensando a quién más puede expulsar no se puede hacer un trabajo serio.
Y puede que tengamos razón.
Pero el hincha ya está cansado de excusas y contratiempos.
Lo más triste es que esta derrota en Iquitos ya ni siquiera indigna. Ya se toma como consecuencia lógica y eso fastidia. Tal pareciera que, por fin, nos estamos acostumbrando a perder. Y hay que rebelarse ¿no? Por lo menos para la foto.
La vedette del encuentro era el colombiano Bonilla. No lució mucho y tuvo unas de cal y otras de arena. Quitó muy buenas pelotas pero no llegó justamente en el pase del gol charapa y eso nos terminó costando. Aunque, hay que decirlo, mostró cosas interesantes como el ataque por arriba y un potente remate de tiro libre que, bien afinado, puede sernos muy beneficioso. Sobretodo a nosotros que nos faltan ideas para anotar.
Eso es, por enésima vez, lo que pasó. El partido lo terminamos controlando en líneas generales. Cristal tuvo el balón buen tiempo pero siempre deja la impresión de que no tiene la menor idea de qué hacer con él. Lobatón se cansó de rematar al arco y que ni uno sólo de esos remates le saliera preciso. La falta de fútbol, dirán algunos, la lluvia y la cancha dirán otros.
La impresión es que llenamos el mediocampo de gente muy habilidosa que corren de un lado para otro pero nadie define, nadie resuelve. Todos joden pero nadie desenreda el partido. Y con ese juego lo único que logramos es que el Chino Ximénez salga del área para sumarse a la correteadera y perdamos la única carta seria de gol que tenemos.
Es que el mediocampo de Cristal parece un equipo de fulbito. Y por eso, creo yo, es que estamos en media tabla.
Y seguimos cayendo.