La Cancha: José Gálvez 2 – Sporting Cristal 1
¿Cuál es la clave para ganar en el fútbol?
Seguramente las respuestas son de lo más variadas y van desde la óptima preparación física de los jugadores hasta un ingenioso y aplicado dibujo táctico en la cancha.
Pero a mi entender, el punto esencial para el fútbol son los pases. Si concretas tus pases, puedes tener opciones para ganar el partido. Si, por el contrario, pierdes o desperdicias los pases … tus opciones se reducen a no ser que seas alemán o italiano.
¿Cómo entonces podemos esperar que Sporting Cristal logre ganar los partidos que domina si – a pesar de su dominio – falla la mayoría de sus pases?
Heredia saca el balón a cualquier lado y, lejos de ser un pase, su saque resulta un regalo del balón al otro equipo. Villalta y González – González mejor que Villalta – pueden quitar un balón limpiamente pero no lo entregan con limpieza. Ni que decir que Prado y Reyes que ni siquiera cumplen en marcar su banda y hace mucho que no conectan un buen centro. Lobatón – que es el mejor pasador del equipo – esta fallando constantemente. Sheput, Palacios y Sánchez estan en las mismas. Fallan en los pases cortos y fallan, sobre todo, en los centros y en los cambios de frente – que el equipo realiza constatemente -.
Asi no se puede llegar a ningún lado.
Un equipo que no efectiviza su buen juego dificilmente va a ganar a no ser que se enfrente a equipos deplorables como esos chiquitos a los que les zampamos 5 goles.
Ayer nos enfrentamos a un José Gálvez que terminó puntero pero que, hombre a hombre, no tiene una mejor plantilla que nosotros. Los tuvimos metidos en su cancha casi todo el partido. Tenían un hombre menos. ¿Cuál fue entonces la diferencia para que ese equipo se imponga sobre Sporting Cristal?
Respuesta: Sus pases. Fallaron menos en la entrega y la recepción que Cristal y por eso ganaron. Gálvez sólo tuvo dos remates al arco y los dos fueron buenos pases que fueron conectados satisfactoriamente. ¿Cristal? Conectó un buen centro del Chorri y luego perdió todo regalándole las pelotas a Gálvez. Chorri falló en los pases largos, Sheput falló en los pases largos, Aliberti falló en parar un balón, Hurtado falla siete por cada acción correcta que logra. ¿Así cómo?
¿Y la culpa de esto la tiene el técnico?
No necesariamente. Oblitas no juega. Él tiene responsabilidad por que él armó este equipo y en 11 fechas el equipo ha demostrado ser muy corto y no tener variantes. No hay reemplazo para los laterales, no hay reemplazo para los delanteros, no hay reemplazo para el mediocampo y, ahora que Villalta fue expulsado, tampoco va a haber variante para él.
Oblitas también es culpable de no sentar a jugadores que no tienen el nivel de presentarse como titulares de Cristal – como Prado que incluso tiene la desfachatez de aceptar la banda de capitán – y armas un esquema en base a los jugadores que le sirven.
Oblitas es responsable de no dar mensajes coherentes al plantel y a la hinchada mediante la contratación de jugadores que no juegan (Cáncar – menos mal que no juega -, los hermanos Ojeda, César Casas, Flavio Maestri, etc, etc, etc.)
Pero Oblitas no entra en la cancha, Oblitas no es el jugador que está jugando en un nivel mucho menor del que le valió para llegar al Rímac. Oblitas no falla el pase y mucho menos se equivoca al recibirlos. El técnico importa pero no juega y lo que falla en Cristal es el juego.
¿De qué serviría que se vaya Oblitas? ¿Acaso por que se vaya Oblitas, Prado va a aprender a sacar un centro? ¿Acaso por que se vaya Oblitas, Aliberti va a aprender a parar un balón?
No perdíamos tres partidos seguidos desde el 2007. Y en este campeonato que va parece que basta ser un equipo con pretensiones para pelear arriba para ganarnos. Estamos décimos y los equipos que nos superaron en la cancha nos superan en la tabla. Nos vamos quedando atrás y no se nota un desarrollo. Si en los últimos partidos el técnico modificó su esquema y su estilo de juego – aplicó correctivos – los jugadores parecen no acusar el golpe ni asumir la responsabilidad.
Por el contrario, se enfrentan a la hinchada, la menosprecian, se dan el lujo de no hablar, se dan por ofendidos. Y seguramente, luego de estos tres partidos que nos regalaron esperarán que el sábado ante Melgar los aplaudamos como si fueran los mejores, como si estuvieran defendiendo de la mejor manera una camiseta que no merece los papelones que la están haciendo pasar.
Estoy seguro, sí, que la hinchada se hará presente en el San Martín. Como siempre. Y aplaudirá a Cristal, a la institución que amamos, a la camiseta que queremos, pero no a los jugadores que no se matan con ella. Que creen que vestirla es un «derecho» que les corresponde y no un «merecimiento» que deben ganarse a pulso.
Por ahora, sólo queda esperar. Esperar que los jugadores profesionales que forman la plantilla cervecera asuman que lo que estan haciendo no es suficiente. Que la principal responsabilidad es de ellos y que ya estuvo bueno. ¡Basta! de una vez.
Bueno nose que esperan los directivos en botar a ese incapas que solo hace perder partidos importantes…que venga Bianchi;y que haga otra contrataciones mas que hace falta.