La Cancha: Sporting Cristal 0 – Cienciano 2

La tarde pintaba para otra cosa. Era predecible la avalancha de hinchas cerveceros que se congregaron en el Estadio San Martín a pesar del aumento de las entradas. La hinchada rimense responde bien en cada partido y por eso, por la gente, por el ambiente, por los antecedentes, Cristal debió aprovechar la fiesta y demostrar que está para cosas grandes.

Y en un inicio pareció que iba a ser así. Cristal salió a matar a Cienciano y se veía ganoso, ágil, con ganas y con posibilidades. Se crearon situaciones frente al arco visitante. Hurtado, Aliberti y Sánchez insinuaron y en las bandas se daba un buen relevo por parte de Reyes y Prado. Hasta que, aparentemente, en algún momento el equipo pareció entender que a este Cienciano podía matarlo facilmente y que la cuestión era no desesperarse.

Y no sólo no se desesperó sino que se dejó estar. Cristal se apagó enceguecido por una ligera superioridad que aún no había dado frutos. Y ahí perdimos el partido. De pronto Palacios desapareció, Sánchez dejó de ser preciso, Aliberti pateaba a la tribuna y Hurtado se enredaba sólo y marraba frente al arco ocasiones inmejorables. El partido no volvió a ser el mismo.

El segundo tiempo fue una lágrima. Cristal nunca encontró el partido, de ser el equipo que atacaba terminó siendo el atacado. Cienciano empezó a cuidar la pelota y a rotarla despacio, con seguridad. Nos ganaba atacando, nos ganaba defendiendo, nos ganaba en las divididas y nos ganaba en el contragolpe. Y Cristal no reaccionó nunca. El Chorri se tiró a la banda izquierda y desapareció. Lobatón no acertó una, Aliberti empezó a desesperar a la tribuna y Sánchez no dio un sólo pase bueno. La labor empezó a superar a Pérez y Reyes y Prado no sabían cómo detener los avances rojos.

Era el momento en que se esperaba una respuesta del banco … que nunca llegó. Los cambios fueron más de lo mismo y no el replanteamiento que uno esperaba de un técnico de la experiencia de Oblitas. El cambio de Sheput por Sánchez intentó reeditar la gran performance del último partido ante Sport Ancash pero, por el contrario, no trajo nada. Sheput volvió a su habitual mediocridad y tras un pase y un remate cercano, desapareció.

Para esto Cienciano ya nos había anotado. Un verdadero golazo que acalló las más de diez mil gargantes celestes. Un San Martín tan lleno no merecía este espectáculo. Un estadio tan vestido de celeste no merecía ver un equipo tan perdido.

Finalmente, el equipo quiso pero no pudo nunca. No encontró fútbol, no encontró precisión, no encontró nada. Y el técnico parecía que no se dió cuenta que quien tenía que arreglar ese desaguisado era él. De pronto se hizo evidente que la banca de Cristal no iba a arreglar nada. Que Quiñonez nunca ha sido solución y que hacer debutar a un muchacho de 17 años tampoco iba a traer la respuesta que el equipo esperaba. En la banca de Cristal no había velocidad, ni mentalidad, ni experiencia. ¿Por qué paraste esa banca, Juan Carlos?

Se hizo evidente entonces, que Aliberti no está para ser titular. Que sus ganas se tropiezan con su aparente torpeza y que, por cada remate al arco que acierta, manda cinco a la tribuna y al lateral – si, señores, al lateral -.

Ante un equipo tan inerte como este Cristal del domingo, Sergio Junior marcó uno de los goles que hace años marcaba con la celeste en el pecho. Desbordó por derecha y la metió por el palo de Heredia que – metido entre tanta baja actuación – la dejó pasar increiblemente. 0-2 y a llorar a otro lado.

Parece que si no es con los coleros, Cristal no sabe qué hacer. Si este Cienciano – que fue superado en fútbol por todos los demás equipo que enfrentó – nos pintó la cara en el San Martín, ¿se imaginan qué podrían hacer otros equipos que se presentan más fuertes? No quiero ni imaginarme.

Pareciera que la mentalidad ganadora que siempre se exige en el San Martín – sobre todo en un San Martín lleno – no se origina en el banco. Pareciera que Oblitas cree que está dirigiendo un equipo sin pretensiones. Pareciera que su soberbia lo hace trabajar mirándose el ombligo y opinando más de lo que pasa en otros clubes que de lo que muestra Cristal en el campo. Pareciera – y ese fue un comentario recurrente en la gente que se iba del San Martín – que tras casi dos años de trabajo, Cristal necesita otra visión en el banco. Una que quiera ganar, una que no perdone, una que reaccione a tiempo y que no justifique una derrota inaceptale como esta sólo en los bajos rendimientos de jugadores claves.

Las miradas buscan responsables de esto en un sólo sitio. Todas van a la parte baja de Occidente, aquella que está para el lado del río, cerca del túnel por donde sale el equipo. La próxima semana hay que ir al Callao. El Chalaco acaba de comerse una goleada. Para acallar esas miradas, es menester que reciba otra de parte de Cristal. De lo contrario, aquellas voces bajas que repetían las palabras que soltó Luis Alberto Bonnet, van a hacerse más fuertes.

Alineaciones

Sporting Cristal: Manuel Heredia; Daniel Sánchez (Renzo Sheput), Alejandro González, Miguel Villalta, Amilton Prado, Jeison Reyes, Edwin Pérez, Carlos Lobatón, Roberto Palacios (Jaime Vásquez), Héctor Hurtado y Junior Aliberti (Juan Carlos Quiñónez).

DT. Juan Carlos Oblitas.

Cienciano: Johnny Vegas; Ernesto Arakaki, Moises Cabada, Roberto Guizasola, Pedro Plaza, Mauricio Romero (Jesús Chávez), Luis Collantes, José Corcuera, Sergio Junior, Óscar Villarreal y Mauricio Montes (Christian Guevara).

DT.: Julio César Uribe.

Árbitro: Víctor Hugo Rivera.

Estadio San Martín de Porres