La Cancha: Sporting Cristal 2 – Cienciano 1

¿Qué fue lo mejor de Sporting Cristal este último domingo?

Su hinchada.

Era un partido importante, claro, pero el equipo no venía bien. Habíamos perdido el último partido y las hinchadas peruanas suelen ser mezquinas cuando el equipo no viene bien. Dificilmente se llena una tribuna. Por lo demás, durante todo el clausura, la asistencia al San Martín había sido regular. Nada hacía presagiar entonces que iba a haber una afluencia de cerca el doble de seguidores celestes. Celestes, sí, que cusqueños habían pero tantos. Entonces, un San Martín poblado – con gente que seguía pugnando por una entrada cuando ya se jugaban los 15 minutos del primer tiempo – recibió al equipo cervecero.

El equipo, con variantes que se caían de maduras, se mostró más ganoso. Apostó menos al pelotazo y más a encarar. Carvallo volvió en buen nivel tras la lesión de Delgado. En la zaga se sacó a Hernández y se hizo ingresar a Fernández. En este cambio las diferencias fueron las mismas que las de sus apellidos, mínima. En el medio se sacó a Cruzado, se puso a Lizarbe para que acompañe a Razzotti y se adelantó a Lobatón para que junto a Sánchez y Palacios inicien los ataques. El goleador, en lo suyo.

Lizarbe respondió bien en el primer tiempo. En el segundo tiempo perdió precisión y marca y fue constantemente superado por Mariño. Sin embargo, la variante se saluda. El equipo gana más con Lizarbe que con Cruzado aunque eso no quiera decir que el funcionamiento fue ideal. Y Lobatón libre es otra cosa. Loba, cuando esta enchufado – la mayoría de las veces – es un jugador desequilibrante, esencial. Y ante Cienciano intentó redimir la pobre imagen que mostró en el partido anterior.

Cristal hizo daño con la pelota y consiguió los dos goles en momentos precisos. Un error del visitante bien capitalizado por Ximénez – que añadió de taco tras eludir al arquero Cisneros – y un muy buen cabezazo de Palacios tras mejor centro de Sánchez.

Pero, y es que siempre hay un pero, no fue Cristal quien manejó el partido. El balón lo tuvo más Cienciano y las oportunidades de gol las tuvo el equipo rojo. Y es que es diferente enfrentarse a un equipo con argumentos como este Cienciano que enfrentarse a equipos limitados que se cierran atrás. Contra estos últimos, Cristal demostró que no puede. Contra los equipos que juegan, Cristla muestra que puede matar. Y mató.

Un triunfo que devuelve la ligera esperanza a una hinchada que se congregó junto a su equipo, dejándo en ridículo una vez más a los equipos populares que –  a pesar de tener más seguidores – no llevan más gente que este Cristal. No es el mejor Cristal que se puede ver y aún así … parece que tiene la mejor hinchada. Y es que claro, es fácil llenar las tribunas cuando se campeona. El problema es llenar las tribunas cuando se está luchando por una esperanza.

Todavía faltan seis fechas, hay que seguir adelante. Nos toca bajar al Ancash que – cual niño entrometido – se está metiendo en pleito de grandes que no le corresponde. No es una labor imposible, en el apertura ya lo logramos. Es cuestión de tomárselo en serio.