Editorial – ¿Es Luis Alberto Bonnet la solución para Sporting Cristal?

Luego de jugadas ocho jornadas del Torneo Apertura 2008, Sporting Cristal está empatado en el segundo lugar de la tabla de posiciones a dos unidades del puntero. Desde ese punto de vista, el análisis no es para nada desalentador y es más bien parecido al rendimiento que siempre tuvo Cristal: metido entre los primeros puestos y con todas las cartas para poder ganar el campeonato. Sin embargo existe cierta desazón y ansiedad en la hinchada cervecera. Cierta disconformidad.

Eso es explicable por que después de la catástrofe que fué la campaña 2007, la hinchada exige una «lavada de cara» y la consecusión de un campeonato o, cuando menos, un Cristal arrollador.

Pero la verdad es que Sporting Cristal no ha estado jugando bien. Los partidos de pretemporada fueron una seguidilla de derrotas y en los partidos del torneo local Cristal ha ganado sufriendo y con mucha más suerte que argumentos. Partidos como el que jugamos contra la Universidad César Vallejo o contra la San Martín han mostrado un equipo más bien débil y con pocos argumentos serios como para llevarse de encuentro este campeonato donde equipos como la misma San Martín o el Cienciano aparecen, quizá, más cuajados. A eso hay que sumarle las cuatro jornadas (San Martín, Aurich, Universitario y Cienciano) de las que sólo rescatamos 1 punto.

Ahora, hasta la quinta fecha del campeonato, Sporting Cristal había sido el equipo que más goles había anotado, destacando el aporte de Miguel Ximénez quien había anotado tres goles en cinco partidos – un buen promedio -. Actualmente seguimos siendo de los equipos con más goles pero ya alejados de los 15 goles que tiene Cienciano, con un partido menos. Pero hemos pasado a ser, junto con el colero Sport Boys, el equipo más batido del campeonato con 13 goles en contra.

La inquietud es totalmente entendible.

Ahora, ante un primer tiempo como el que jugamos contra Ancash, la hinchada trasladó toda esa inquietud contra los delanteros cerveceros y la poca contundencia que, como local, han venido mostrando Sporting Cristal. Y la respuesta ante ese problema fue la «añoranza» de tiempos mejores y el recuerdo del ídolo maltratado. La gente pidió a Bonnet. Pero ¿es Bonnet la solución a este momento de Sporting Cristal?

Luis Alberto Bonnet es un jugador ampliamente identificado con el club. Fue titular, referente, capitán y goleador durante varias temporadas. Es también el único sobreviviente del equipo que nos dió la mejor campaña internacional de nuestra historia – goleador de la misma, incluso. Es actualmente, junto con Jorge Soto y Roberto Palacios, el único jugador en actividad que puede ser reconocido como «ídolo cervecero». Pero también es cierto que es un jugador veterano, que en los últimos tres años tuvo dos lesiones gravísimas – ligamentos cruzados – que lo tuvieron largos meses alejado de las canchas. Es un delantero de área con buen juego aéreo pero con poca habilidad fuera de ella. Si bien fue goleador del torneo el año 2003, la baja de su producción causó que el último año sea señalado como uno de los culpables por la división del plantel – se le acusaba de generar conflictos contra el otro referente Jorge Soto – y que las mismas voces que hoy piden su regreso a las canchas reclamaran su salida del equipo por viejo y acabado. Eso, en mezquino resumen, es el paso de Luis Alberto Bonnet por la institución.

Ahora, antes de preguntarnos si Bonnet sería la solución, sería mejor preguntarse ¿cuál es el verdadero problema de Sporting Cristal? ¿Precisa Cristal de un delantero de área?

En «El Cristal con que te miro» creemos que el problema de Sporting Cristal no pasa por tener un delantero en especial. El problema de Sporting Cristal no está en sus delanteros ya que ello sería así si es que el equipo creara situaciones y éstos demostraran incapacidad para convertirlas. El problema de Sporting Cristal es que no genera oportunidades de gol, no tiene inventiva para crearse espacios, para abrir defensas cerradas, para generar errores en defensa del rival. El mediocampo de Cristal,  que tiene mucha técnica, no encuentra la fórmula de servir al delantero frente al arco. Falta el pase sorprendente, el centro preciso, la gambeta adecuada.

Cristal concentra su juego de ataque a la salida por las bandas donde Hernández o Lobatón por izquierda y Prado o Sheput por derecha lanzan centros al corazón del área. La mayoría de estos centros no son precisos y no se ve diagonales, no se ve que alguien coja el balón y encare, usualmente no se ve un remate desde fuera del área.

Entonces, cuando la bola llega a los delanteros es para que estos la luchen, busquen zafarse de una marca, peleen un cabezazo entre tres marcadores, o para que estos la reciban fuera del área y se enfrenten solos a la labor de ingresar al área, sacarse dos defensores y tener el resto suficiente para hacer un remate aceptable. Conocedores de su rendimiento, podemos decir que en esa tarea se ahogaría tanto Bonnet como se ahogan Ximénez o Cominges.

La solución del momento de Cristal no pasa únicamente por cambiar un delantero por otro sino por que también el técnico logre que el ataque cervecero sea habil para llegar al arco. Con un juego de pases laterales y centros imprecisos, así tengamos a Messi en la delantera, Cristal no va a marcar goles.

Sin embargo eso no quita el hecho de que consideramos que el trato que se le da a Bonnet es el inadecuado, no sólo para un ídolo, sino para un profesional.  Consideramos que Bonnet merecería una oportunidad de demostrar nuevamente sus capacidades, más aún considerando las oportunidades que tuvieron jugadores como Cominges y Brasilia que, definitivamente, no marcan ninguna diferencia. Aunque, es hidalgo decir en descargo del brasileño que este ha venido al club lesionado y que aún no ha llegado a su forma óptima (¿Sabía la directiva que estaba contratando un jugador lesionado?). Finalmente, consideramos que Ximénez es un jugador que por ubicación y olfato puede ser útil para Cristal pero que, en tanto se le nieguen las pelotas limpias, no podrá anotar todos los goles que se requieren.

Pero, sobre todo, lamentamos que todo indica que el técnico – tan querido en la hinchada por lo que logró – da la impresión de querer persistir en sus esquemas sin tan siquiera brindar el beneficio de la duda y la posibilidad de un cambio en favor del equipo.