La Cancha: Sporting Cristal perdió 2-1 ante Alianza Lima.

Por tercera vez consecutiva, Sporting Cristal pierde un partido ante un equipo que no demostró superioridad. Ya había pasado antes con Universitario y Municipal y sucedió de nuevo ayer con Alianza Lima. Con el resultado de ayer, Cristal queda relegado al último puesto tanto en la tabla del Clausura como en la tabla del acumulado, lo que es más preocupante.

Sin embargo, al equipo de ayer no se le puede reprochar falta de actitud. Al inicio del partido, Cristal salió con todo y en reflejo de eso es que se da el gol de Chará en el minuto 11 del primer tiempo cruzando el balón a rastrón desde la izquierda luego de que Prado cobrara un corner. La gran cantidad de lesionados y suspendidos condicionaron a Oblitas quien sólo tenía dos opciones: o presentaba un equipo parchado o presentaba un equipo “B”, por llamarlo de alguna manera. El Ciego optó por la segunda opción.

La inclusión de Mezarina y Lizarbe en el medio campo fue clara muestra de eso. No obstante, hay que ser claros y reconocer que los muchachos no desentonaron y que Mezarina, junto con Delgado, cumplieron un buen papel en la contención.

Oblitas apostó por una defensa compacta formada por la conocida línea de cuatro con Hernández (que demuestra cada partido que su contratación no fue un acierto), Anchante, Fassi (que sigue demostrando una total falta de técnica pero en los últimos partidos no puede reprochársele la entrega) y Prado (que ayer estuvo menos impreciso que los partidos anteriores). Metros adelante se complementó con la dupla de Mezarina y Delgado.

La defensa cumplió un papel regular que, junto con la imprecisión de Alianza Lima, mantuvo la pelota lejos de nuestra área la mayor parte del partido. Pero igualmente se mostró cierta fragilidad ya que de las dos veces que Alianza llegó al arco (ambas con el descastado de Maestri), una de ellas terminó en gol ante un remate que Delgado no supo encarar.

En el ataque, la disposición fue optar por el desborde aprovechando la velocidad de Chará (que cuando hace la jugada simple, causa daño pero por cada jugada simple que hace busca cinco jugadas de lujo que terminan todas en la recuperación del balón por el contrario).

Cristal manejó el partido durante el primer tiempo y parte del segundo. Pero hacia la mitad del segundo tiempo se diluyó. Ello coincidió con el ingreso al campo de Manco quien inyectó a la tribuna y esta a su vez empujó a su equipo. Desde ese momento y hasta el final del partido, Alianza dominaría las acciones sin mucha claridad y encontraría el gol en un colocado remate desde fuera del área.

Si Cristal no estuviera ultimo, el partido de ayer no causaría drama. Se perdió jugando, presionando, entregando. El drama lo hace la tabla de posiciones y es gracias a la seguidilla de despropósitos hechos en los meses anteriores que, partido tras partido, los de la tribuna de enfrente nos siguen enviando a segunda.

¿Algunas conclusiones? Pues si. Positivas y negativas. Entre las positivas están que encontramos jugadores juveniles que no les pesa llevar la camiseta en un clásico, que el equipo va encontrando algo de fútbol y mucho de actitud y que los jugadores más criticados (Fassi y Chará) van mostrando algo de sangre en la cara. Más el primero que el segundo. Entre las negativas están que el equipo se llena de ansiedad y que cada partido perdido no hace sino mellar aún mas la confianza que el equipo se tiene a si mismo y, principalmente, que ya no estamos para seguir perdiendo puntos. Bolognesi que está décimo nos lleva 6 puntos. Tenemos que remontar esa distancia en las 13 fechas que restan. Es decir, de los 39 puntos que vienen tenemos que ganar, como mínimo, 20 para no descender.

Es lamentable que los hinchas de Cristal tengamos que hacer ese tipo de cálculos. El próximo partido será este domingo en el San Martín ante Alianza Atlético de Sullana y el equipo tiene que aparecer. La hinchada también tiene que aparecer. Hay que ir al estadio a alentar e inyectar confianza al equipo.

Mención especial para la hinchada que ayer también mejoró la pobrísima imagen que mostró el pasado domingo. El Extremo cantó todo el partido y Oriente supo hacer notar su presencia ante la barra aliancista. Igualmente se saluda la aparición de una barra en Occidente que retomó los cánticos antiguos y a la querida trompeta.

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